martes, 7 de diciembre de 2010

Cuando la bancarrota es mejor que el rescate

Foto from cacookmorris.blogspot.com

Mientras los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) se reúnen este martes en Bruselas para continuar analizando una salida a la crisis que amenaza la estabilidad del euro, muchos economistas se preguntan si la bancarrota podría ser, en algunos casos, una mejor opción que el rescate con fondos públicos.
En este debate están ganando terreno quienes consideran que una cesación de pagos (o default) como la declarada por Argentina en 2001 o Islandia en 2008 sería la mejor opción para países en problemas como Portugal, Irlanda, España y Grecia.
La percepción de que una bancarrota es inevitable aumentó cuando Dublín recibió un paquete de ayuda de 85.000 millones de euros. La reacción de los mercados tras el rescate fue una reducción de los precios de los bonos no sólo de Irlanda, sino también de Portugal y España.
Mientras tanto, las tasas de interés que estos países deben pagar para tomar prestado dinero en los mercados financieros continúa subiendo, como también está aumentando el costo para asegurarse en contra de una cesación de pagos. Esto refleja la preocupación de que no puedan solventar su deuda y necesiten de ayuda externa.
"La cesación de pagos va a suceder de todas formas", le dice a BBC Mundo Peter Mathews, consultor bancario irlandés.
"Nosotros no vamos a poder pagar esa deuda. Cuando nuestros bancos comenzaron a tener problemas, había que dejar que se fueran a la quiebra, pero no se hizo a fin de proteger a los inversionistas extranjeros".
El resultado, según Mathews, es que lo que inicialmente fue una crisis de falta de fondos (crisis de liquidez) ha pasado a ser una deuda de 130.000 millones de euros, porque el país fue obligado a tomar 60.000 millones para redimir bonos. "Hay que ser realistas y plantear qué es lo que el país puede efectivamente pagar".
En resumen: ¿conviene seguir con el calvario de los ajustes fiscales o sería mejor tomar el toro por las astas y aceptar que esas economías no son viables sin una renegociación de la deuda?
Pérdidas de los inversionistas
El dilema no parece estar sólo en la cabeza de muchos economistas. La propia canciller federal de Alemania, Angela Merkel, sugería hace poco que los tenedores de bonos debían asumir una parte de las pérdidas, lo cual generó un pánico en los mercados.
Mathews asegura que la propuesta de Merkel está en la línea correcta.
No obstante, Peter West, de la firma londinense Poalim Assets Management, llama la atención sobre la complejidad de la situación y los diferentes intereses en juego.
"Los acreedores de los bancos irlandeses son entidades de otros países de la zona euro, que no tienen interés en que Irlanda deje de pagar", le dice a BBC Mundo.
"Plantear una cesación de pagos como solución no es tan fácil, porque entre esos inversionistas hay muchos bancos alemanes, franceses y británicos, algunos públicos, así como fondos de pensiones e inversionistas privados, de manera que las pérdidas estarían distribuidas entre mucha gente".
¿El remedio peor que la enfermedad?
Una preocupación central de quienes favorecen un default es que la aplicación de sucesivos programas de ajuste podría, en última instancia, causar un mayor deterioro de la economía.
En un artículo reciente, el economista británico Anthony Hilton planteaba abiertamente que "una bancarrota podría ser buena para Irlanda" y advertía que "evitar continuamente la quiebra puede causar enormes daños".
"Irlanda era un país perfectamente solvente hasta que el gobierno decidió salvar a los bancos. No se ha eliminado ninguna porción de la deuda como parte del rescate, sino que el problema financiero se resolvió con más deudas. El futuro luce mucho más gris para los ciudadanos de Irlanda que para los de Islandia, que optó por dejar que los bancos se fueran a la bancarrota", según Hilton.
Un artículo del diario británico Financial Times destaca que las cosas andan mucho mejor en Islandia que en Irlanda y los demás países de la periferia europea. Aunque el desempleo aumentó a raíz de la crisis global de 2008, ha descendido a un 7% en comparación con el 20% de España y continúa su tendencia a la baja.
El otro ejemplo que ofrecen algunos de quienes favorecen una cesación de pagos es Argentina y afirman que este país ha demostrado que hay vida después de un default.
Argentina ha experimentado un crecimiento notable después del colapso económico en 2001, pese a no tener acceso al financiamiento internacional.
Peter West, de Poalim Assets Management, reconoce que la nación sudamericana ha tenido una expansión muy favorable y que la eliminación del problema de la deuda pública fue un elemento central del renacimiento de su economía, pero advierte que el caso de Irlanda y de otros Estados de la eurozona es muy diferente.
"El riesgo sistémico aquí es mucho peor porque estamos hablando de un conjunto de países europeos, y sobre todo si España se ve involucrada podría haber una crisis de mucho mayores proporciones", advierte.
En otras palabras, lo que está en juego es el futuro de toda la eurozona.
Por María Esperanza Sánchez from bbc.com 07/12/2010

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