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La fundación Solomon R. Guggenheim es dueña de cuadros de Paul Gaugin, Pierre Bonnard, Marc Chagall y Marcel Duchamp, pero algunas de sus 8.000 obras de arte están colgadas a pasos de un club de strip-tease cerrado que en su momento publicitaba "un grupo de deliciosas bellezas".
El museo no abandonó su hogar, diseñador por Frank Lloyd Wright en la Quinta Avenida, en Nueva York. Más bien, es uno de los varios importantes museos de Nueva York que alberga una parte de su colección permanente en un lugar escondido en Manhattan.
El Guggenheim, el Whitney Museum of American Art y el Metropolitan Museum of Art todos mantienen instalaciones externas que contienen muchas de las valiosas pinturas y esculturas responsables de su reputación.
Los museos ejercen su máxima discreción cuando se trata de estos depósitos de arte. Todos se negaron a darle acceso a The Wall Street Journal.
"El Metropolitan nunca —ni una vez en mis 18 años aquí, al menos— ha hablado de forma pública sobre sus instalaciones, sean o no externas", indicó el portavoz Harold Holzer en una repuesta a una solicitud de acceso al depósito del museo. Una vocera del Whitney señaló que la institución "no participa de artículos sobre sus instalaciones de depósito, principalmente debido a motivos de seguridad".
Pero a través de entrevistas con actuales y ex empleados de los museos, familiarizados con esos lugares, así como por medio de registros de propiedad y otros documentos públicos, The Wall Street Journal puede por primera vez pintar un panorama de la zona de los museos secreta de Nueva York. Para tomar en cuenta las preocupaciones relativas a la seguridad, las direcciones de esas instalaciones no son publicadas.
El Guggenheim tiene su almacén secreto en una estructura de ladrillos ubicada entre varios talleres mecánicos y directamente pegada al difunto "salón de los caballeros" de un tramo saturado de sistemas de escape en Midtown (zona de Manhattan).
El Met mantiene discretamente un depósito de seis pisos cerca de la autopista FDR en el Upper East Side. A pasos de una tienda de alimentos y de una instalación deportiva, el edificio deja entrever que tiene un tesoro de obras de arte solamente por medio de dos pequeñas cámaras de seguridad y un mecanismo de tarjetas magnéticas instalado en su exterior. Dentro hay fundamentalmente piezas de la colección moderna del Met, entre las que hay obras de Anish Kapoor, Chuck Close y Anselm Kiefer. Holzer no quiso hacer comentarios respecto a información vinculada a los depósitos externos del museo.
Disimulada, también, está el enorme edificio de más de 5.500 metros cuadrados que tiene el Whitney en la zona de West Chelsea.
Aunque está en frente a un edificio que alberga varias empresas de alto perfil vinculadas a la moda y los medios de comunicación, el depósito del Whitney esconde sus propios objetos glamorosos. Las únicas obras de arte visibles en su exterior de hormigón son graffitis garabateados al nivel de la calle.
Los museos envían sus colecciones a instalaciones externas fundamentalmente porque sufren una escasez de espacio en el museo. Ese es un problema particularmente grave para el Whitney, que puede exhibir solamente 10% de su colección permanente de 18.000 piezas en un momento dado en su sede de la avenida Madison. Eso implica que gran parte de sus obras tiene su residencia permanente en Chelsea.
Otra razón para tener obras de arte en instalaciones externas es que es una especie de póliza de seguros. Un desastre natural, un robo o una violación de seguridad que afecte al edificio principal del museo no pondrá en peligro toda la colección de pinturas o esculturas de una institución.
"Muchos museos tienen una gran colección y debido a limitaciones de espacio no pueden colgar o exhibir cada uno de sus ítems, entonces un depósito provee un refugio seguro y les da a los museos tranquilidad", indicó Robert Pittinger, director de suscripciones para América del Norte de AXA Art Insurance Corp.
El depósito del Metropolitan contiene un ascensor de gran tamaño para transportar obras enormes, así como un dispositivo mecánico que mantiene una temperatura de 21 grados Celsius y una humedad de 50%, condiciones óptimas para preservar obras de arte, según una persona familiarizada con las instalaciones.
El Whitney almacena pinturas en un sistema de cubículos verticales. Cada obra está colocada de forma vertical y sujetada en un costado. Las esculturas y otros objetos están almacenados en cajones y en estantes metálicos.
Hace varios años, el Whitney Museum contrató a Advanced Electronic Solutions, una empresa de seguridad de la zona de Nueva York, para actualizar su sistema de detección de incendios, e instaló monitores capaces de identificar la existencia de fuego antes de que aparezca el humo, y también desactivó el sistema de regadores ya que el agua es una amenaza para las obras de arte.
Las medidas de protección no siempre son a prueba de fallas. Varios años antes de la actualización en el Whitney, cuando el Museum of Modern Art (MoMA) utilizaba un piso superior en el mismo edificio para almacenar sus obras de arte, una filtración en el espacio del MoMA puso en peligro las obras del depósito del Whitney, según una persona conocedora del asunto. El alquiler del MOMA de ese espacio terminó en 2006, momento en el que consolidó su depósito en sus instalaciones de Long Island City.
Una portavoz del MoMA confirmó la filtración, pero afirmó que no podía referirse a su impacto para el Whitney. Un vocero del Whitney señaló que no podía confirmar el incidente.
Los museos utilizan estas instalaciones externas desde hace décadas.
La fundación que opera el Guggenheim tomó una hipoteca de US$2 millones contra su propiedad en Midtown en 1989, de acuerdo con información pública. Un proyecto fundamental completado en 1992 y supervisado por Thomas Krens, el director de la fundación hasta 2008, incluyó "nuevas instalaciones de almacenamiento y de servicios técnicos en el West Side de Nueva York", según información disponible en el sitio web del museo.
Además de servir como depósito, el edificio ahora incluye a los departamentos de conservación, manufactura, preparación y fotografía, según una persona al tanto del asunto.
En cuanto al Metropolitan, el museo compró el edificio en 1992 por algo menos de US$2 millones, de acuerdo con registros de transacciones inmobiliarias y una persona conocedora del tema. Comenzó a renovar la estructura al año siguiente, dijo la persona, y adoptó medidas de seguridad como la eliminación de ventanas, entre otras.
El Metropolitan compró la propiedad cuando se embarcaba en planes de renovación de sus galerías griega y romana. La transformación suponía la destrucción de parte de los lugares de almacenamiento que el museo tenía en su edificio principal, por lo que buscó sustituirlos, según esta persona.
El Whitney ha utilizado su espacio en Chelsea desde 1981, de acuerdo con el sitio web del museo; en 2006 un proyecto de renovación y expansión agregó áreas para investigación y conservación.
Durante todos estos años, pocas personas que no fueran empleados de los museos han tenido acceso a estos lugares.
"Solamente podemos organizar la exhibición de las obras en nuestros lugares de almacenamiento externos en casos muy selectos, como los de curadores de otros museos o académicos", explica el Guggenheim en su sitio web. Las solicitudes de admisión "serán evaluadas en base a su relevancia y necesidad, así como en función de la disponibilidad y accesibilidad de las obras".
En años recientes, sin embargo, el Whitney ha recibido a una audiencia un poco más amplia: los jóvenes integrantes de un grupo de mecenas conocido como los Contemporáneos del Whitney,
De acuerdo con una invitación, el Whitney Museum abrió las puertas de su depósito de Chelsea "por primera vez" el 17 de noviembre de 2009 por la visita de los Contemporáneos.
Por Erica Orden from Wall Street Journal 20/04/2011
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