Foto from larazon.es
¿La falsificación de un título de aquella universidad donde jamás habría sido aceptado? ¿Quizás una doble vida con una pareja que esté también casada? El catálogo de imposturas es inagotable en la Red.
Cualquier cosa es posible en Internet. No importa que el objetivo sea legal o ilegal, ético, inmoral, que siempre existirá una página web que lo avale… y hasta lo justifique. Y si no, quedan los chats donde inventarse un alter ego cualquiera con el que dar rienda suelta a una nueva vida.
La Red se ha convertido en un campo abonado para conseguir, al amparo del anonimato, casi cualquier cosa. La fiebre por tener el mejor currículum ha dado pie a numerosas webs donde conseguir una réplica de un MBA, diplomas, un título universitario o cualquier certificado en honor a la “titulitis”.
Webs como «RealisticDiplomas.com» calcarán, a un módico precio, cualquier documento académico, aunque no se queda en la mera falsificación. A través de su blog justifica la estafa: «¿Fue un rebelde en sus años más jóvenes? ¿Su problemático pasado le impidió entrar a la universidad? Bueno, ¡un diploma falso le ayudará! Porque sin duda, la mejor manera de empezar una trayectoria limpia es hacerlo en forma deshonesta», reza su publicidad.
Quizás en este tipo de páginas se esconden las respuestas a algunas negligencias médicas, o al caso de los pilotos en India que perdieron su licencia de vuelo.
Doble vida
Internet tampoco deja de lado a aquellos matrimonios asediados por los años de rutina o el desamor. Si no es capaz de divorciarse, no importa, nunca es tarde para inventarse una nueva vida. La prostitución es la profesión más antigua que existe, pero no es algo tan sofisticado como los paquetes vacacionales actuales, con «persona de compañía» incluida. Estos servicios son ofrecidos sutilmente, bajo la oferta de guía personal con la que degustar una selección de comidas o bebidas locales, con la promesa de cumplir «con todas sus necesidades» durante la estancia.
Desde 1.200 euros en destinos exóticos, la Red ha encontrado un filón a través de estos paquetes vacacionales con prostitución encubierta.
No queda ahí la impostura. «La vida es corta, ten una aventura». Bajo este eslogan existen webs que, de forma anónima, ponen en contacto a personas casadas.
Réplicas humanas
Pero puestos a falsificar, llama la atención otra web de réplicas. En este caso, humanas. El trabajo se denomina «renacer» y lo lleva a cabo un artista cuyas creaciones son bebés de gran realismo, con venas bajo la piel de las muñecas, las pestañas implantadas una a una y hasta con manchas en la piel. Incluso están rellenos para que el peso y la ternura sean idénticas a las de un recién nacido.
Si se puede copiar a este nivel, queda obviado que cualquier objeto se lo venderán desde China copiado, en ocasiones hasta con una calidad que poco tiene que envidiar del original. Y si no está en catálogo, basta con detallar las características del original que ya se lo enviarán tal cual. Así sucede con las camisetas de fútbol cuando los clubes anuncian los diseños de la temporada siguiente. En pocos días Internet los tiene ya a la venta.
Pequeñas diferencias
Pero no todo es un abanico de ofertas con las que copiar, falsificar o inventarse objetos o incluso a uno mismo. Muchas webs, a menudo, son en sí mismas réplicas ficticias con el claro afán de estafar al internauta: es lo que se conoce como «phising», una epidemia en forma de correos basura que animan a reactivar cuentas corrientes supuestamente bloqueadas o que solicitan cambiar las claves de acceso.
Otros son más sutiles. Por ejemplo, es el caso de «FAFSA.org», una página con una aplicación gratuita desarrollada por el Gobierno estadounidense para los estudiantes. Sin embargo, si por error se teclea «FAFSA.com», el usuario deberá pagar alrededor de 50 euros por una herramienta que con el dominio «.org» habría obtenido gratuitamente.
La Red se ha convertido en un campo abonado para conseguir, al amparo del anonimato, casi cualquier cosa. La fiebre por tener el mejor currículum ha dado pie a numerosas webs donde conseguir una réplica de un MBA, diplomas, un título universitario o cualquier certificado en honor a la “titulitis”.
Webs como «RealisticDiplomas.com» calcarán, a un módico precio, cualquier documento académico, aunque no se queda en la mera falsificación. A través de su blog justifica la estafa: «¿Fue un rebelde en sus años más jóvenes? ¿Su problemático pasado le impidió entrar a la universidad? Bueno, ¡un diploma falso le ayudará! Porque sin duda, la mejor manera de empezar una trayectoria limpia es hacerlo en forma deshonesta», reza su publicidad.
Quizás en este tipo de páginas se esconden las respuestas a algunas negligencias médicas, o al caso de los pilotos en India que perdieron su licencia de vuelo.
Doble vida
Internet tampoco deja de lado a aquellos matrimonios asediados por los años de rutina o el desamor. Si no es capaz de divorciarse, no importa, nunca es tarde para inventarse una nueva vida. La prostitución es la profesión más antigua que existe, pero no es algo tan sofisticado como los paquetes vacacionales actuales, con «persona de compañía» incluida. Estos servicios son ofrecidos sutilmente, bajo la oferta de guía personal con la que degustar una selección de comidas o bebidas locales, con la promesa de cumplir «con todas sus necesidades» durante la estancia.
Desde 1.200 euros en destinos exóticos, la Red ha encontrado un filón a través de estos paquetes vacacionales con prostitución encubierta.
No queda ahí la impostura. «La vida es corta, ten una aventura». Bajo este eslogan existen webs que, de forma anónima, ponen en contacto a personas casadas.
Réplicas humanas
Pero puestos a falsificar, llama la atención otra web de réplicas. En este caso, humanas. El trabajo se denomina «renacer» y lo lleva a cabo un artista cuyas creaciones son bebés de gran realismo, con venas bajo la piel de las muñecas, las pestañas implantadas una a una y hasta con manchas en la piel. Incluso están rellenos para que el peso y la ternura sean idénticas a las de un recién nacido.
Si se puede copiar a este nivel, queda obviado que cualquier objeto se lo venderán desde China copiado, en ocasiones hasta con una calidad que poco tiene que envidiar del original. Y si no está en catálogo, basta con detallar las características del original que ya se lo enviarán tal cual. Así sucede con las camisetas de fútbol cuando los clubes anuncian los diseños de la temporada siguiente. En pocos días Internet los tiene ya a la venta.
Pequeñas diferencias
Pero no todo es un abanico de ofertas con las que copiar, falsificar o inventarse objetos o incluso a uno mismo. Muchas webs, a menudo, son en sí mismas réplicas ficticias con el claro afán de estafar al internauta: es lo que se conoce como «phising», una epidemia en forma de correos basura que animan a reactivar cuentas corrientes supuestamente bloqueadas o que solicitan cambiar las claves de acceso.
Otros son más sutiles. Por ejemplo, es el caso de «FAFSA.org», una página con una aplicación gratuita desarrollada por el Gobierno estadounidense para los estudiantes. Sin embargo, si por error se teclea «FAFSA.com», el usuario deberá pagar alrededor de 50 euros por una herramienta que con el dominio «.org» habría obtenido gratuitamente.
Por I.Blanco from larazon.es 20/04/2011
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