miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cárceles chinas de superlujo para funcionarios corruptos del PCCh


Foto from publico.es


China ha construido siete centros penitenciarios con comodidades de un hotel de cinco estrellas para albergar a burócratas convictos.
En la ciudad de Suzhou hay un enorme edificio rodeado de frondosos jardines cuyo diseño se inspira en la Casa Blanca. A primera vista, parece tratarse de la enésima excentricidad de un multimillonario chino. Pero nada más lejos: ese imponente edificio es la prisión de Yancheng, una cárcel de lujo construida para albergar, aunque mejor sería decir mimar, a los funcionarios del Partido Comunista condenados por corrupción.
Hay al menos siete cárceles de lujo en China, todas ellas cuidadas hasta el más mínimo detalle para conseguir que a sus "huéspedes" no les falte de nada. Habitaciones de 20 metros cuadrados con balcón, oficinas exclusivas, pomposas salas de conferencias, bares de lujo para relajarse tomando una copa, estadios, canchas de baloncesto (Yancheng copa el récord con seis pistas), mobiliario de estilo europeo, coloridos parques y hasta un río artificial.
Por no hablar del curioso régimen de los convictos: pueden usar su teléfono móvil sin restricciones, reciben cuatro comidas al día y se les provee de cigarrillos y chocolate. Algunos incluso cuentan con coche privado y pueden ir a dormir a casa cuando se les antoja, u organizar cenas de gala en prisión para cerrar negocios o darse un capricho con la familia. Uno de ellos, Chen Liangyu, antiguo líder del Partido Comunista de Shanghái y condenado a 18 años de prisión, gasta 6.000 yuanes al mes (680 euros), el doble del salario medio per cápita en esa ciudad.
"Se puede decir que tenemos el paraíso en el cielo y la prisión de Suzhou en la tierra", narra con ironía un vídeo de la televisión por internet Qilu. "El interior alcanza estándares de cinco estrellas y está decorado como un hotel Shangri-la", continúa el vídeo. Y añade: "La prisión de Guangdong [sur del país] es incluso más lujosa que la de Yancheng. Puedes pasar tu vida entera allí metido sin pasar vergüenza ni necesidad. No importa si estás en Qingyuan, Shaouguan o Sihui [nombres de cárceles de lujo], cada una es de un estilo distinto, pero todas son igual de lujosas. Nunca te faltará un salón de reuniones, una zona de recreo o un buen hospital. Es casi mejor que estar en tu propia casa".
El descubrimiento de estas cárceles de lujo, a cargo de la web de entretenimiento mop.com, ha enardecido a miles de internautas chinos, indignados con el trato que reciben sus políticos corruptos. "¿Cómo pueden los funcionarios no caer en la corrupción? Hasta las cárceles les otorgan servicios de cinco estrellas. Este es otro modo de promover la corrupción", lamenta un internauta citado por la web Want China Times. "Nunca habría imaginado que las prisiones eran tan agradables que hasta me gustaría pasar mis vacaciones allí", escribe otro. "Estas prisiones son excelentes y su entorno, con césped y jardines exuberantes, es mejor que el de muchos apartamentos de lujo".
El asunto incluso ha dado lugar a este ya popular chiste: "Un grupo de funcionarios discute si construir una escuela o una prisión, pero nadie sabe qué decisión tomar. Entonces uno de ellos pregunta: ¿Creéis, chicos, que es posible que volvamos a la escuela en los próximos años?' Al instante, todos los funcionarios acuerdan poner dinero para construir una buena prisión".
El Buró de Prisiones indicó al diario Noticias de Pekín que todas las cárceles responden a las condiciones establecidas por la regulación china, mientras que un portavoz de la prisión de Yancheng justificó que ese entorno tan confortable puede acelerar la reforma a través del trabajo de los presos.
17.000 evasores huidos
La existencia de cárceles de lujo para funcionarios condenados por la Justicia suena a paradoja en un país lacrado por la corrupción oficial. Aunque, a ojos de muchos internautas, el caso no deja de tener su lógica, igual que el chiste: los funcionarios, conscientes de la posibilidad de que algún día terminen entre rejas, se curan en salud construyendo estos recintos exclusivos.
Según un estudio del Banco Popular de China, altos funcionarios y ejecutivos de compañías estatales han desviado unos 124.000 millones de dólares públicos a cuentas bancarias fuera del país entre 1990 y 2008. Se estima que unos 17.000 ciudadanos viven hoy relajadamente en otro país con dinero robado a las arcas públicas.
En consecuencia, China ocupa el puesto 78 en el Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por el grupo Transparency International, que audita a 178 países. La segunda economía del mundo es más corrupta, según estos datos, que Rumanía, Panamá o Ruanda.

Por  DAVID BRUNAT  from publico.es   29/11/2011

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