Imagen de varias monedas de euro (Llibert Teixidó)
N26, Revolut, Bnc10 o Monese son algunas de las referencias del mercado
Bnc10, Bnext, Monese, Revolut… Casi una docena de bancos fintech europeos pelean por captar clientes españoles. El último en llegar al ruedo ha sido Orange Bank, que abrió sus puertas en España a finales del pasado año con una oferta más que atractiva: una cuenta corriente sin comisiones, una tarjeta de débito con la que se puede sacar dinero hasta tres veces al mes gratis en cualquier cajero de la eurozona y una cuenta de ahorro con una rentabilidad del 1% TAE para los primeros 20.000 euros.
La banca fintech suma millones de clientes en todo el mundo. N26 supera los cinco millones (350.000 clientes en España) y Revolut, el otro nombre de referencia en Europa, tiene más de ocho en todos los mercados en los que opera.
Su oferta de productos, sus tarifas low cost y su operativa totalmente digital son la base de su éxito. Salvo excepciones, permiten sacar dinero sin coste en el extranjero, cambiar divisas sin comisiones y algunos, también, hacer transferencias internacionales más baratas que en la banca tradicional y, todo ello, sin necesidad de vincularse. Además, algunas entidades fintech han ido más allá y han lanzado otros servicios como brókers para invertir en acciones sin comisiones o cuentas de ahorro y depósitos con una rentabilidad muy superior a la media.
Pero las apariencias engañan. “Que una entidad comercialice una cuenta y una tarjeta no significa que sea un banco, aunque muchos usuarios puedan pensar que sí”, afirman los expertos del comparador de productos financieros HelpMyCash.com. Mientras que si nos hacemos clientes de N26 u Orange Bank estamos abriendo una cuenta en un banco como tal, no ocurre lo mismo cuando nos damos de alta en Bnc10, Bnext o Revolut.
Y es que “no todas las entidades fintech son bancos”, añaden fuentes de HelpMyCash. La clave para salir de dudas es comprobar qué licencia tiene cada uno.
Entidades
Las ‘fintech’ que sí son bancos…
Solo las entidades que han obtenido una licencia bancaria, llamada licencia de entidad de crédito, son bancos como tal. Es el caso de Ferratum Bank, radicado en Malta, de Bunq, con sede en los Países Bajos, de Orange Bank, afincado en Francia o de N26, de origen alemán; todos ellos presentes en nuestro país. Estos dos últimos, además, disponen de sucursal española, por lo que ofrecen cuentas corrientes con IBAN español.
La licencia de entidad de crédito los convierte en bancos por derecho propio, al mismo nivel que entidades como BBVA o Banco Santander. Están sometidos a la misma regulación y operan bajo la protección de un fondo de garantía de depósitos (FGD). Estas entidades fintech pueden captar depósitos y pagar intereses por los ahorros de sus clientes, algo que ya hacen Orange Bank y Ferratum Bank.
…y las que no lo son
El resto de las entidades fintech que operan en España, aunque lo parezcan y recurran a la terminología propia del sector bancario, no son bancos. Ni Bnc10, ni Bnext ni Rebellion Pay, lastres de origen español, lo son. Tampoco lo son las entidades europeas Bitsa, Qonto, Revolut o Monese, que también ofrecen sus servicios en nuestro país. Son los llamados neobancos.
Estas compañías pueden operar como entidades de dinero electrónico (EDE), lo que las habilita para emitir dinero electrónico y gestionar medios de pago como tarjetas o transferencias, pero no pueden captar depósitos, ni pagar por el ahorro de sus clientes ni están adheridas a ningún fondo de garantía. Es el caso de Revolut, que a pesar de haber obtenido a finales de 2018 una licencia bancaria, sigue operando como EDE.
Algunos neobancos, la mayoría, ni siquiera cuentan con licencia de entidad de dinero electrónico. Es el caso de Bitsa, Bnc10, Bnext y Rebellion Pay. Tampoco la necesitan. Ofrecen sus servicios en colaboración con una entidad externa que sí está constituida como EDE y que es quien, realmente, emite la tarjeta y la cuenta.
En estos casos, el neobanco actúa como un simple intermediario entre el cliente y su dinero, que en realidad lo gestiona la EDE. “El neobanco pone la marca, fija las tarifas y desarrolla la aplicación que usan sus clientes para gestionar su dinero y sus medios de pago, pero quien realmente emite la tarjeta y la cuenta es la EDE que hay detrás”, afirman desde HelpMyCash.
Actores
¿Quién está detrás de los neobancos?
La entidad de dinero electrónico inglesa Prepaid Financial Services Limited, supervisada por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) del Reino Unido, es la encargada de emitir la tarjeta de Bnc10 y de Rebellion Pay. La EDE Pecunia Cards, supervisada por el Banco de España, está detrás de las tarjetas de Bitsa y Bnext. Por su parte, la tarjeta de Monese la emite PrePay Technologies, EDE supervisada por la FCA.
Revolut, por su parte, al tener licencia de entidad de dinero electrónico, emite sus propias tarjetas y cuentas.
Dudas
¿Está seguro nuestro dinero?
La seguridad suele ser uno de los aspectos que más preocupa a los consumidores. En los bancos fintech, los que sí tienen licencia bancaria, los fondos están garantizados por el fondo de garantía de depósitos (FGD) del país en el que tienen su sede. El alemán en el caso de N26, el neerlandés en el de Bunq, el francés en el de Orange Bank y el maltés en el de Ferratum Bank. En todos los casos el importe máximo reembolsable si quiebra la entidad es de 100.000 euros por titular, al igual que en España.
Los neobancos, por su parte, no cuentan con la garantía de un FGD. No obstante, la regulación española especifica que las EDE deben tomar medidas para garantizar los fondos que reciben de sus clientes para convertir en dinero electrónico. Una de ellas es depositar el dinero en cuentas segregadas en bancos o bien invertir dichos fondos en activos seguros como los plazos fijos. Otra opción que recoge la normativa actual es proteger el dinero con una póliza de seguro, siempre y cuando los reguladores hayan dado el visto bueno previamente.
Revolut, por ejemplo, guarda el dinero de sus usuarios en Barclays y Lloyd’s. En caso de insolvencia, “podrás reclamar tus fondos de esta cuenta separada y se te pagará por tu reclamación por encima de todos los demás acreedores”, explica el neobanco británico.
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