- EEUU puede recuperar hasta 41.200 millones de barriles de petróleo crudo
- El petróleo recuperable aumenta a medida que avanza la tecnología
- Los mayores productores de crudo no siempre coinciden con las mayores reservas
EEUU es el mayor productor de petróleo del mundo, aunque las reservas de crudo en su territorio no son excesivamente grandes. Pese a que el avance de la tecnología y la subida del precio del crudo ha permitido que EEUU duplique las reservas probadas y recuperables bajo su suelo, la mayor economía del mundo sigue a años luz de países como Venezuela (tiene las mayores reservas de crudo del mundo), Arabia Saudí o Rusia. Aunque las reservas probadas de crudo cambian cada año (dependen de varios factores), parece poco probable que EEUU llegue a acercarse en algún momento a estos países.
Las reservas probadas de petróleo muestran la cantidad de crudo que se puede extraer en un país de forma rentable. Sin embargo, esto no es sinónimo de su capacidad para producir petróleo. Por ejemplo, Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo recuperable del mundo, con 303.000 millones de barriles (según datos de la OPEP), sin embargo, el país caribeño apenas produce 700.000 barriles de crudo por día, ni una décima parte de la producción diaria de EEUU (más de 11 millones de barriles diarios o mbd), Rusia (9,8 mbd) o Arabia Saudí (10,4 mbd).
Volviendo a las reservas probadas, la agencia de la energía de EEUU (EIA), perteneciente al Departamento de Energía, ha publicado que las reservas probadas en suelo norteamericano son 41.200 millones de barriles, un 14,8% más (5.700 millones más de barriles) que el año anterior y el doble que en 2008. Buena parte de este incremento se debe a las extensiones de los yacimientos y campos que ya están siendo explotados y a los nuevos descubrimientos, según revela el documento publicado por la EIA.
¿Cómo funciona la contabilización de las reservas probadas de petróleo?
Las reservas probadas se definen por la propia EIA como los volúmenes estimados de hidrocarburos que el análisis de datos geológicos y de ingeniería demuestra con certeza razonable que son recuperables bajo las condiciones económicas y operativas existentes. Es decir, el petróleo bajo suelo americano extraíble depende del precio del barril de crudo en los mercados (cuanto más caro, más crudo bajo suelo será rentable extraer) y de la tecnología disponible en ese momento (en EEUU, el fracking ha ayudado mucho pese a ser una industria ya madura). Una industria petrolera con métodos de trabajo muy eficientes y que sea capaz de llegar a grandes profundidades a un coste razonable incrementa de forma directa las reservas de crudo recuperables.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, las estimaciones de reservas cambian de año en año. Además, otros factores que provoca grandes cambios en este dato son los nuevos descubrimientos de yacimientos o incluso cuando los ya existentes se evalúan más a fondo, a medida que se extraen las reservas existentes, se pueden ir encontrando ramificaciones o nuevas formaciones que prolongan la que ya está siendo explotada.
Como se señalaba anteriormente, Venezuela es el país con mayores reservas probadas de petróleo del mundo con 303.000 millones de barriles; Arabia Saudí, mayor exportador de crudo del mundo, cuenta con unas reservas de 262.000 millones de barriles; Irán cuenta con 208.000 millones de barriles; Canadá con unos 160.000 millones de barriles recuperables, aunque la mayoría se encuentran en lo que se conoce como arenas bituminosas (una mezcla de arena, arcilla y bitumen de las que se puede extraer crudo); Irak tiene 145.000 millones; Emiratos Árabes Unidos cuenta con 107.000 millones de barriles; Rusia cuenta con 80.000 millones de crudo recuperable (Moscú está invirtiendo para producir todo lo posible); Libia 48.363 millones... para encontrar el primer país europeo sin tener en cuenta a Rusia hay que irse hasta Noruega, que tiene 7.000 millones de barriles recuperables de crudo.
Estas reservas recuperables de petróleo no tienen nada que ver con las reservas de crudo comerciales (las que mantienen las empresas petroleras en tanques y oleoductos), ni con la reserva estratégica de EEUU (son propiedad del Estado). Estas son reservas de crudo ya extraído, almacenado y operativo. Por ejemplo, EEUU anunció que liberará más reservas estratégicas de crudo" en las próximas semanas. Washington venderá unos 26 millones de barriles más para cumplir con lo prometido y que dejará las reservas en 345 millones de barriles, la cifra más baja desde 1980. El año pasado ya vendieron 180 millones para controlar la subida de los precios y ayudar en el suministro al resto del mundo una vez que se habían establecido los vetos a Rusia.
Grandes productores de petróleo
No obstante, como se señalaba anteriormente, contar con grandes reservas de petróleo no supone per se una gran producción de petróleo. Para producir petróleo es necesario capital (maquinaria, tecnología y capital humano). Muchos países que cuentan con grandes recursos naturales, como Venezuela, Nigeria o Libia, no tienen la capacidad, por el contrario, de producir grandes cantidades de petróleo, ya sea por la dificultad para extraerlo con la tecnología disponible en esos países, por la corrupción de los regímenes que dominan las esferas políticas de algunos de ellos o por otras variables.
Por el contrario, países con menos petróleo, como es el caso de Noruega, pero bien gestionados, pueden aprovechar una mayor parte de sus reservas disponibles. Noruega, con 7.000 millones de barriles de crudo de reservas recuperables, produce alrededor de 2 millones de barriles de petróleo diarios. Mientras que Venezuela, que tiene unas reservas de 'oro negro' que multiplican por más de 40 a las de Noruega, no llega a los 800.000 barriles diarios.
En el ranking de productores de crudo, EEUU aparece en primera posición con 11 millones de barriles producidos por día (mbd), Arabia Saudí produce 10,4 mbd, Rusia bombea 9,7 mbd, Canadá unos 4,5 mbd, Irak alrededor de 4 mbd y China unos 3,8 mbd. Los países de la OPEP+ (donde se encuentra Rusia) podría producir más petróleo, pero se encuentran inmersos en un proceso de recortes voluntarios de la producción para mantener el precio del petróleo en niveles elevados.