jueves, 10 de agosto de 2023

Nuevo golpe a las dosis bajas de aspirina: aumentan el riesgo de hemorragia cerebral



La aspirina tiene un potente efecto para prevenir coágulos de sangre. (iStock)



Un segundo análisis de un estudio en más de 19.000 personas sobre los efectos de tomar el fármaco para evitar ictus advierte de que el peligro de sangrado cerebral es alto, por lo que el riesgo puede ser superior a los beneficios



La vida de la aspirina es de esas que todos queremos para nosotros: larga – el año oficial de su nacimiento es 1897 -, útil -calma el dolor, la inflamación y baja la fiebre, entre otros efectos – y plena de salud y prosperidad – desde su comercialización, se han consumido más de 350 billones de comprimidos, unas 100 toneladas diarias en todo el mundo -. A lo largo todos estos años, además de sus muchas bondades, también ha revelado sus defectos y el mayor de todos ellos es la capacidad de producir hemorragias, sobre todo digestivas.

Hace décadas, los científicos encontraron suficiente evidencia de que tomar dosis bajas de esta molécula (ácido acetilsalicílico, AAS), de menos de 100 mg al día, era una buena estrategia para prevenir segundos eventos cardiovasculares en personas que ya habían sufrido un infarto cardiaco o cerebral -una indicación que, en 1985 recibió la aprobación de la poderosa FDA estadounidense) o para quien sin haber tenido ningún problema circulatorio importante, sí se encuentre en una situación de riesgo alto de padecerlo.

El potencial para prevenir ciertos tumores es otro de los ases de este medicamento, tanto que también se ha recomendado tomar dosis bajas de AAS para prevenir el cáncer de colon o el de próstata.

Sin embargo, desde hace un tiempo, los avisos sobre las consecuencias que puede acarrear el consumo habitual de aspirina se han multiplicado.


Bondades bajo la lupa

Hace un año, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF, por sus siglas en inglés) actualizó su recomendación sobre el uso y consumo diario de aspirina en dosis bajas para prevenir enfermedades cardiovasculares (ECV), indicando "no iniciar el uso de aspirina en dosis bajas para la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares en adultos de 60 años o más", y unas semanas después, extendió la recomendación para el cáncer de colon argumentando, después de revisar la literatura científica, que “la evidencia es poco clara respecto a si el AAS reduce el riesgo o la incidencia de cáncer colorrectal”.

Una revisión del estudio ASPREE reporta un aumento significativo del sangrado intracraneal con dosis bajas diarias de aspirina -100 mg-

Este junio, la revista Annals of Internal Medicine informó de un mayor número de casos de anemia entre las personas mayores de 70 años que tomaban diariamente entre 75 y 100 mg de aspirina.

Ahora, Jama Network reporta “un aumento significativo del sangrado intracraneal con dosis bajas diarias de aspirina -100 mg -, y no una reducción significativa del accidente cerebrovascular isquémico”.


placeholderCada día se consumen 100 toneladas de aspirinas en el mundo. (iStock)
Cada día se consumen 100 toneladas de aspirinas en el mundo. (iStock)

Ambas conclusiones proceden de sendas revisiones de los resultados de un gran estudio, el Aspirin in Reducing Events in the Elderly (ASPREE), un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, que incluye a 19.114 personas sanas de más de 70 años. Los autores del trabajo publicado en Jama Network subrayan que este “es el ensayo controlado aleatorio más grande de aspirina en dosis bajas centrado en investigar el equilibrio de riesgos y beneficios de esta terapia en un grupo de mayor edad”.


Frágil equilibrio

Es importante que el ASPREE se centre en personas mayores sanas, ya que por sus características son más susceptibles a tener hemorragias, que puede deberse a una mayor fragilidad de los vasos sanguíneos, pero también por caídas u otros accidentes. Estos dos factores, “pueden alterar el equilibrio entre riesgos y beneficios que tienen los fármacos antiplaquetarios, especialmente si se administra a personas con bajo riesgo en un entorno de prevención primaria”.

Los autores subrayan que, en términos absolutos, tanto los ictus como las hemorragias fueron bajos, especialmente si se tiene en cuenta que se trata de una población mayor, pero el hecho de que 59 participantes del grupo de aspirina tuvieran una hemorragia frente a 49 ictus, revela que la complicación es mayor que el beneficio. “Esto es particularmente relevante para los eventos intracerebrales porque la hemorragia intracraneal suele ser menos tratable que los eventos isquémicos y, con mayor frecuencia, mortal o incapacitante”.


La barrera de la edad

Este hallazgo, respalda la recomendación del USPSTF de que no se debe recetar aspirina en dosis bajas para prevenir el ictus en mayores sanos. Antes, en 2019, el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón emitieron una guía sobre la prevención primaria de accidentes cardiovasculares en la que se desaconsejaba el uso rutinario de aspirina en adultos mayores de 70 años o en cualquier edad si hay riesgo alto de sangrado.

En 2022, la Asociación Estadounidense de Diabetes ha recomendado considerar la aspirina en dosis bajas para pacientes con diabetes de más de 50 años que tienen un mayor riesgo cardiovascular, pero ya a partir de los 70 años coincide con los cardiólogos en que los peligros superan a los beneficios.


placeholderLa ciencia insiste en el riesgo de que los mayores de 60 años tomen aspirina. (iStock)
La ciencia insiste en el riesgo de que los mayores de 60 años tomen aspirina. (iStock)

Las últimas recomendaciones que llegan desde Estados Unidos señalan claramente que a partir de los 60 años hay que extremar las precauciones en torno al uso de dosis bajas de AAS por el alto riesgo hemorrágico que conlleva. Sin embargo, los médicos alaban su poder preventivo. Hace unos años, el blog de salud de Harvard publicaba la entrada ¿Es la aspirina la droga maravillosa?, en la que desgrana sus bondades – previene el 11 por mil de casos de enfermedad cardiaca, cuatro casos de cáncer por mil personas, alarga la esperanza de vida y ahorra miles de millones de dólares – con un coste mínimo.

El artículo apunta que se están estudiando nuevos medicamentos, tan efectivos como la aspirina, pero con menos efectos adversos, pero hasta que lleguen, quizá habría que aprovechar más el que ya tenemos.

Muchos investigadores son conscientes de que es muy difícil encontrar el relevo para la aspirina, pero no imposible. Por eso, un atajo es descubrir por qué el AAS funciona tan bien, algo que podrían haber logrado científicos de la Universidad de Texas y que han presentado en la última reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Bioquímica y Biología Molecular.

Ya existen algunas moléculas alternativas a la aspirina para algunas indicaciones (por ejemplo, para evitar trombos), y probablemente también muy eficaces, pero es difícil que ninguna pueda ofrecer tanto por tan poco dinero.



www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2023-08-09/dosis-bajas-aspirina-prevenir-ictus-riesgo-hemorragia-cerebral_3715267/