sábado, 18 de julio de 2015

Clubs de élite, donde ser millonario no es lo más importante


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Imágenes: CNN


Poder, exclusividad y sangre son los requisitos que deben cumplir aquellos que quieran introducirse en alguno de los clubes más exigentes del mundo. Los millones y la fortuna se dan por descontado.

El ser humano siempre ha tenido la necesidad de pertenencia. Pertenecer a una familia, a un grupo de amigos o a un equipo de fútbol. Respecto a la pertenencia a un club social, la necesidad y las ganas pueden compararse a la inquieta necesidad adolescente de formar parte del grupo de 'guays' del instituto.

Pero en la lista de los clubs más estrictos del mundo entran pocos, y es que aquí el dinero no lo consigue todo.
La mayor parte de lo clubes de esta lista mantienen la élite gracias a un estricto proceso de admisión que solo comienza cuando alguien del propio club recomienda que entre un nuevo individuo. La decisión final del acceso quedará en manos de un comité, que tendrá la última palabra.

Poseer importantes cota de poder, influencia, sangre real o de la nobleza son cuestiones muy relevantes para que la decisión final sea positiva. ¿Dinero? Tanto la cuota de entrada como la anual poseen muchos ceros a la derecha, sin embargo, los expertos insisten en que no es condición sine qua non.

El premio, formar parte del club, parece ser un gustazo. Instalaciones deportivas, encuentros sociales, posibilidades de networking, tomar decisiones que influyan en un gran número de personas o simplemente pasar tiempo con personas 'como tu' al borde de la piscina o el spa; son las recompensas que pueden alcanzar quienes consiguen entrar. 
Comprueben su cuenta bancaria y su árbol genealógico, la tarea de entrar a uno de los exclusivos clubs comienza y son muchas las posibilidades de acabar con el sello estampado de persona non grata.


CORE (Nueva York)



La tarifa de inscripción son unos 50.000 dólares y la cuota de mantenimiento 15.000 al año.
Entre sus miembros más reconocidos se encuentran el ex director ejecutivo de Yahoo Jerry Yang, Roger Waters de Pink Floyd y el diseñador de modas Kenneth Cole.



Cercle de Lorraine (Bruselas, Bélgica)



En este caso la inscripción es menor, unos 2.414 dólares de cuota de inscripción para después pagar una cuota anual de 2.078 dólares
El Cercle de Lorraina es famoso por las excelentes oportunidades para hacer networking entre directores de industrias, la realeza y las personalidades más influyentes de la economía europea



The Hurlingham Club (Londres)



Uno de los excelentes miembros del club fue el rey Eduardo VII, que iba a cazar palomas. El The Hurlingham Club es un majestuoso club que ofrece palaciegas instalaciones sociales a sus miembros y equipaciones deportivas de última generación.
Realeza, arquitectura palaciega y exclusividad. Tanto que hay que esperar 15 años después de que uno de los actuales miembros renuncie o muera y otros quince a fin de que te consideren para obtener derecho a voto.



Silencio (París)



Como no podía ser de otra, este club de París es reconocido por su amor y dedicación al mundo del arte y a creatividad. A pesar de tener cuota de inscripción (1.620 euros) y anual (2.235 euros); solo formarán parte de este club aquellos que demuestre su amor, su respeto y su talento en algún tipo de disciplina artística.



Capital Club (Dubái)



Éste son palabras mayores. El club de campo se convierte en el mayor club de negocios de Medio Oriente. Entrar es solo por invitación y por recomendación de los miembros actuales del club.
Es sabido que muchos acuerdos de negocios han sido firmados aquí. Evidentemente, las tarifas no son conocidas.



http://www.eleconomista.es/evasion/viajar/noticias/6877415/07/15/Clubs-de-elite-donde-ser-millonario-no-es-lo-mas-importante.html#.Kku8OsdyxAofTHn
17/07/2015





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