La capitalización bursátil total de las compañías estadounidenses supera el valor del PIB de EEUU y no suele ser buena noticia para el mercado. Para el afamado inversor Warren Buffett es un aviso serio de burbuja en los mercados. En 2001 y 2008, sucedió justo antes de que estallara las puntocom y la crisis subprime.
A finales de 2001, el oráculo de Omaha, el mito de la inversión Warren Buffett dejó por escrito una de sus grandes lecciones para el resto de las inversores al analizar el colapso de las puntocom. En un artículo de la revista Fortune estableció la relación directa entre la evolución económica y la valoración del mercado. En la práctica supone una fórmula simple para anticiparse a las burbujas que se crean en el mercado. Desde entonces se le conoce como el indicador de Buffett a la división de la capitalización total de la bolsa estadounidenses entre el PIB de EEUU. Para el afamado inversor hubiera sido una señal infalible para ver venir una de las mayores debacles bursátiles de la historia reciente, "probablemente sea la mejor medida individual para saber dónde se encuentran las valoraciones en un momento dado".
El indicador funcionó en las dos anteriores crisis, en el 2000 y en el 2008, la capitalización de las acciones americanas superaron el 100% del PIB, lo que se traduce en un mercado sobrevalorado y un aumento del riesgo de asistir a una caída en picado del mercado. La interpretación de Buffett apunta a una descorrelación entre las expectativas de los inversores y el crecimiento económico del país. La crisis del coronavirus ha provocado el mayor hundimiento de la economía de la historia en EEUU. La caída del PIB sin precedente ha disparado la capitalización del mercado respecto al crecimiento de la economía.
Buffett no es el único que no pierde vista esta métrica. Los inversores suelen utilizar el índice Wilshire 5000, que engloban a todas las compañías que cotizan en EEUU, aunque no incluye a las compañías que cotizan por debajo de un dólar, como referencia de la capitalización total del mercado americano. La pasada semana superó la producción del país durante el segundo trimestre del año, tal como adelantó el analista Holger Zschaepitz en Twitter. Para muchos operadores es una clara señal de venta y hora de salir del mercado.
Históricamente, el promedio del indicador Buffett ha estado alrededor del 65% del PIB. Cuando está en el rango del 70% al 80%, el famoso inversor considera que es un buen punto de entrada en el mercado, con las compañías cotizadas infravaloradas.
El aviso del indicador se produce con los principales índices de Wall Street recuperados de la súbita caída sufrida en marzo, cuando el coronavirus impacto con toda virulencia sobre las bolsas mundiales. Es más el Nasdaq y el S&P 500 campan en máximos históricos, mientras la segunda ola de la epidemia vuelve a poner en duda la vuelta a la normalidad de la economía. La gran pregunta que se hacen los inversores es si la bolsa americana no ha ido demasiado rápido en su remontada y ya ha entrado en terreno peligroso.
Curiosamente, como en 2001, las compañías tecnológicas surgen como las sospechosas habituales. La veloz recuperación del mercado estadounidense ha tenido que ver mucho con el sector y su peso relativo en los principales índices más allá del Nasdaq. Sin embargo, el indicador de Buffett no ha sido muy efectivo en los últimos años. En 2017 y 2018, ya se mantuvo en niveles por encima del 100% del PIB.
17/08/2020 - 19:10