sábado, 3 de julio de 2021

Roubini avisa de que "se está preparando el escenario para la madre de las crisis de deuda"

Nouriel Roubini, profesor de Economía en la Universidad de Nueva York. Foto de Alamy


  • "Estamos presenciando un descarrilamiento en cámara lenta inevitable"


Nouriel Roubini es profesor de Economía en la Universidad de Nueva York. Este experto fue uno de los pocos economistas que adelantó con cierta precisión y exactitud la crisis de 2007. Roubini aseguro que el escenario actual cuenta con los peores ingredientes que dieron lugar la crisis estanflacionaria de los 70 y la crisis de deuda posterior a la crisis de 2007. El resultado puede ser una nueva crisis que termine mutando en depresión económica (años de dolor).

Los niveles de deuda pública y privada (empresas sobre todo) se encuentran en máximos de las últimas décadas, mientras que la inflación empieza a asomar la cabeza, azuzada por unas políticas fiscales (siguen incrementando la deuda pública) y monetarias sin precedentes. "Se esta preparando el escenario para la madre de las crisis de la deuda estanflacionaria en los próximos años", asegura Nouriel Roubini en un artículo publicado en Project Syndicate.

"Después de todo, los ratios de deuda en las economías avanzadas y en la mayoría de los mercados emergentes eran mucho más bajos en los años 1970, razón por la cual, históricamente, la estanflación no ha estado asociada con las crisis de deuda. En todo caso, una inflación inesperada en los años 1970 aniquiló el valor real de las deudas nominales a tasas fijas, reduciendo así las cargas de deuda pública de muchas economías avanzadas", explica Roubini. Pero los niveles de deuda presentes (siguen subiendo este 2021) necesitarían de unos niveles de inflación inasumibles para la población.

Por otro lado, durante la crisis financiera de 2007, los elevados niveles de deuda (pública y privada) provocaron una crisis de deuda severa (intensificada con el estallido de las burbujas inmobiliarias-) pero la recesión posterior condujo a una baja inflación, que estuvo a punto de convertirse en deflación. La crisis crediticia y el estallido de la burbuja inmobiliaria fue un varapalo para la demanda agregada, lo que permitió que la inflación se mantuviera muy baja. Sin embargo, hoy los riesgos hoy están en el lado de la oferta, mientras que la demanda tiene el tanque repleto de gasolina.

Lo peor de los 70 y 2007

"Quedamos, así, con lo peor tanto de los años 1970 estanflacionarios como del período 2007-10. Los ratios de deuda son mucho más altos que en los años 1970 y una combinación de políticas económicas laxas y de shocks de oferta negativos amenaza con alimentar la inflación más que la deflación, montando el escenario para la madre de las crisis de deuda estanflacionarias en los próximos años", advierte el profesor de Economía de la Universidad de Nueva York.

Roubini cree que en el corto plazo todo este 'dopaje' económico promovido por bancos centrales y gobiernos seguirá inflando las burbujas de la vivienda, acciones, criptomonedas, etc. Los bajos tipos de interés generarán la ilusión de que los elevados niveles de deuda son sostenibles, mientras que los activos valen cada vez más.

Sin embargo llegará un momento en el que la inflación empiece a dar miedo y la presión sobre la banca central se acumule. "En algún punto, este auge culminará en un momento Minsky (una pérdida repentina de confianza) y políticas monetarias restrictivas provocarán una caída y un colapso".

Habrá que ver si los bancos centrales se atreven o no a cumplir con su mandato, puesto que han perdido toda la independencia en los últimos años, según Roubini. Ahora la banca central se dedica a mantener a flote cantidades ingentes de deuda.

"Cuando el ex presidente de la Fed Paul Volcker subió los tipos de interés para lugar contra la inflación en 1980-82, el resultado fue una seria doble recesión EEUU y una crisis de deuda y una década perdida para América Latina. Pero ahora que los ratios de deuda globales son casi tres veces más altos que a comienzos de los años 1970, cualquier política antiinflacionaria conduciría a una depresión, más que a una recesión severa", señala este economista.

Los bancos centrales estarán entre la espada y la pared, cualquier movimiento puede cortar: "En estas circunstancias, los bancos centrales se verán perjudicados si lo hacen y perjudicados si no lo hacen, y muchos gobiernos serán casi insolventes y por lo tanto incapaces de rescatar a los bancos, las corporaciones y los hogares. El ciclo de fatalidad de deuda soberana y los bancos en la eurozona después de la crisis financiera global se repetirá a nivel mundial, succionando a los hogares, las corporaciones y la banca en la sombra también", advierte Roubini.

"Tal como están las cosas, este descarrilamiento en cámara lenta parece inevitable. El reciente giro de la Fed de una postura ultra-prudente a una postura básicamente prudente no cambia nada... La Fed está atrapada. También lo están el Banco Central Europeo, el Banco de Japón y el Banco de Inglaterra. La estanflación de los años 1970 pronto se topará con las crisis de deuda del período posterior a 2008. El interrogante no es si esto sucederá, sino cuándo", culmina su exposición Nouriel Roubini.