- La ley Sahm nunca ha fallado para la hora de anticipar los retrocesos económicos
- Los expertos creen que este ciclo es totalmente único
- Los despidos no han crecido, el desempleo viene de mayor oferta laboral
Los mercados están viviendo días históricos. Aunque las dudas respecto a las tecnológicas empezaron ya a roer los cimientos de los principales índices del mundo, los últimos datos de empleo de EEUU han provocado que esa incertidumbre se convierta en caos. Con un mercado laboral enfriándose y el desempleo escalando al 4,2%, hay una palabra que se ha hecho dueña de la escena: recesión. La idea de una potente y cercana contracción económica se ha instalado y los últimos datos han activado uno de sus grandes argumentos. La 'regla Sahm', un indicador que alerta del comienzo de las recesiones a través del mercado laboral, está en rojo y parpadeando y ahora hay quien se pregunta si ya es un destino inevitable.
La 'Regla de Sahm', llamada así por Claudia Sahm, una ex economista de la Fed, indica que EEUU entra en recesión cuando la tasa trimestral de paro crece 0,5 puntos sobre el nivel más bajo registrado en los 12 meses anteriores. Esta norma se ha cumplido en las últimas 8 recesiones, es decir, todas las ocurridas en EEUU desde 1960, y la única vez que no se cumplió, en 1992, fue justo en los meses posteriores a una recesión en la que sí se había registrado esa subida.
Pero, ¿por qué una fórmula tan concreta como esta sirve para anticipar la recesión? El motivo es la lógica que encierra. Si la economía se encuentra en un momento donde se va a dar una sucesión de despidos, esta espiral tiene un efecto claro en la economía y que difícilmente puede escapar de la lógica de una recesión. La gente pierde su trabajo o tiene miedo de perderlo, y en consecuencia el gasto disminuye, lo que provoca que las empresas ingresen menos. Esta situación lleva a las empresas a despedir, un bucle que acaba significando que la economía entra en un periodo de contracción.
Esto es lo que muchos analistas han creído ver en los datos de empleo del pasado viernes. La cifra anunciada por el Departamento de Trabajo de EEUU el pasado viernes reveló que la tasa de paro aumentó en 0,2 puntos porcentuales hasta el 4,3% y que solo se crearon 114.000 nuevos puestos de trabajo, por debajo de los 176.000 pronosticados por los analistas.
Estos datos de empleo han activado la 'ley Sahm', porque esas cifras llevaron a que el promedio de tres meses superase por más de medio punto el mínimo de los últimos doce, el nivel clave de esta regla. Esto, sumado a unos resultados decepcionantes de las grandes tecnológicas y una Fed ya abierta a los recortes de tipos, han provocado un auténtico pánico en un mercado que ha tenido que digerir de forma muy rápida un cambio total de narrativa. De un aterrizaje suave se ha pasado a la necesidad de unos recortes agresivos para evitar una recesión que parece cada vez más predestinada. Tal es la urgencia que se ha generado que el consenso de Bloomberg ya otorga una probabilidad del 60% de un recorte de tipos en una reunión de emergencia. Además, el mercado de swaps (OIs) ya apunta a un recorte de 125 puntos para diciembre.
Respecto a la regla, el propio Jerome Powell se pronunció al respecto de la misma en la rueda de prensa del pasado miércoles, tras la reunión en la que decidió mantener los tipos sin movimientos: "Se trata de una regularidad estadística, no es una regla económica que muestre que algo vaya a suceder al 100%".
Pero ¿estamos ante un debilitamiento del empleo en EEUU tan grave como para desatar una recesión a nivel global? ¿A las puertas de una oleada de despidos que rompan por completo la posibilidad del aterrizaje suave? La propia Claudia Sahm ha hablado del tema diciendo que esta vez las grandes particularidades del mercado laboral de EEUU hacen más probable que su 'ley' no se cumpla y que, de hecho, estos escenarios no son los más plausibles.
En una entrevista ante la CNBC, la execonomista de la Reserva Federal explicaba que "lo que es muy preocupante, y el informe de empleo lo pone de relieve, es la dirección que está tomando la economía, la tendencia no es buena". En ese sentido aunque la experta señala que "estamos encaminándonos hacia una dinámica recesiva", también matiza que "estamos aún lejos de territorio de recesión" y señaló los datos del consumidor estadounidense como un síntoma de fortaleza antes de que ese ciclo de destrucción económica comience.
"Es probable que la 'regla Sahm' esté exagerando el debilitamiento del mercado laboral"
Esto se ve con claridad en los datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por sus siglas en inglés) muestran que el gasto del consumidor no ha dejado de crecer y en junio avanzó un 0,3% (intermensual). La confianza del consumidor en la última encuesta de Conference Board repuntó a los 100, 3 puntos por encima de las estimaciones del mercado. Sin embargo la propia organización matizaba que "aunque los consumidores siguen teniendo una actitud relativamente positiva respecto del mercado laboral, todavía parecen estar preocupados por los elevados precios y las tasas de interés".
La economista fue incluso más allá en un texto publicado por ella misma la semana pasada. "Es probable que la 'regla Sahm' esté exagerando el debilitamiento del mercado laboral". El motivo es que, en vez de mostrar una montaña de despidos que esté sacudiendo por completo la base de la economía, esta responda a causas muy diferentes, pues "puede venir de cambios inusuales en la oferta laboral que vienen causados por la pandemia y la inmigración".
En ese sentido "aunque el riesgo de debilitamiento o incluso de recesión es elevado". Sin embargo pidió cautela porque las normas del empleo "desafían por completo las relaciones estándar por las características inusuales que se han generado" por lo que el mercado laboral se está comportando de manera atípica respecto a otros ciclos económicos en el pasado".
¿Una bomba en el empleo?
Neil Shearin, analista de Capital Economics, explica que "las verdaderas recesiones comienzan cuando se da un círculo vicioso en el mercado laboral". Y para el experto este es el motivo por el que los últimos datos han provocado una reacción tan extrema. Sin embargo, cree que estos "no se están poniendo en perspectiva".
Desde Capital Economics ponen de manifiesto que hasta ahora "el aumento del desempleo ha venido de una expansión de la fuerza laboral". Es decir, no es que haya despidos, sino que nuevos actores están entrando a buscar empleo (inmigrantes, jóvenes que entran en el mercado laboral, personas que habían dejado de buscar empleo hasta ahora… etc). En los últimos datos esta tendencia se ha reforzado en las últimas cifras por el huracán Beryl "que ha contribuido a la debilidad en las vacantes".
Sin embargo, la clave está en los despidos. "Los datos publicados la semana pasada también mostraron que, si bien las vacantes de empleo en los EEUU se mantuvieron estables cerca de un mínimo de tres años en junio, no ha habido un aumento de los despidos". En las cifras de julio apenas se contabilizaron 26.000 despidos, frente a los 23.700 del mismo mes hace un año. De hecho, la mayoría de los recortes de plantilla fueron sobre empleados temporales. Para hacerse una idea de la situación, el índice de despidos (que superpone los despidos frente a las ofertas de empleo) está en zona de mínimos históricos (0,9%).
"Si la tasa de desempleo aumenta porque la fuerza laboral crece rápidamente, no está claro que esto pueda desencadenar la verdadera dinámica recesiva"
En esto coinciden los analistas de TS Lombard, que creen que la 'regla Sahm' no se cumplirá debido a este factor. "No estamos en un ciclo normal", pues "el fuerte crecimiento de la fuerza laboral ha contribuido en gran medida al aumento de la tasa de desempleo". Para Dario Perkins el motivo de esta mayor oferta viene de la inmigración y "si la tasa de desempleo aumenta porque la fuerza laboral crece rápidamente, no está claro que esto pueda desencadenar la verdadera dinámica recesiva".
Desde Julius Baer matizan que si bien estamos ante un ciclo muy diferente y con grandes particularidades, tampoco hay que olvidar que sí estamos ante un giro muy importante. "El mercado laboral estadounidense continúa enfriándose a un ritmo acelerado, lo que sugiere que la demanda y la inflación se moderará a medida que avance el año" comenta David Kohl, analista de la firma. En cualquier caso, "los niveles de empleo y una tasa de paro aún baja siguen respaldando el crecimiento del consumo privado como principal motor de la expansión económica estadounidense".
Esto es algo con lo que coinciden desde TS Lombard, y sentencian que "lo que estamos viendo ahora es una dinámica totalmente diferente" al círculo vicioso que suele anticipar la regla Sahm. Aunque, desde luego, supone una alerta clave de que algo está cambiando. "Las vacantes se están cubriendo y el mercado laboral está entrando en una normalización. ¿Esto puede golpear la economía? Es posible, pero la dinámica sin duda es mucho menor que cuando estamos hablando de despidos". Para TS Lombard el gran matiz vendrá de que "el gasto no se desplomará de forma no lineal", aunque advierte de que los consumidores sí que irán volviéndose poco a poco más cautelosos. "No digo que no pueda haber una recesión, la escasez de mano de obra ha desaparecido y, con los márgenes empresariales normalizándose se reducirá el incentivo de acumular personal", pero "en este ciclo tan falso, hemos visto como muchas señales que hasta ahora eran infalibles se han roto".
Entonces, ¿por qué el mercado cae tanto? Para los analistas esto es un tema de perspectivas más que de un colapso económico. Rob Almeida, gestor de carteras y estratega de inversión de MFS Investment Management, defiende que "el precio de los activos era demasiado alto y creemos que el valor real estaba por debajo de lo que la gente esperaba". En ese sentido "la volatilidad actual viene de un ajuste del mercado frente a unas suposiciones incorrectas, dado que esperaban unos beneficios demasiado altos". Al tiempo que descontaban unas cifras macro también mejores. En ese sentido, aunque el empleo se ha instalado como uno de los grandes desencadenantes, el carry yen o los resultados tecnológicos tienen un rol clave en las caídas. Una posible recesión, que está en el ambiente y que ningún experto se atreve ahora a rechazar es otro factor creciente… pero aún lejano. Un ejemplo de ello es la perspectiva de Goldman Sachs, que a pesar de atribuirle una mayor probabilidad, solo ocupa el 25%. En cualquier caso, incluso si esta corrección llegase a producirse, esta respondería a unas reglas totalmente distintas.