La popular Via dell'Amore cerró en 2012 después de un desprendimiento de tierra que hirió a algunos turistas, y acaba de reabrir.
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El sendero más romántico de Cinque Terre, en Italia, estuvo cerrado durante 12 años, pero gracias a nuevas medidas de seguridad acaba de reabrirse a los visitantes.
El sendero más romántico de Cinque Terre, apropiadamente llamado la Via dell'Amore, reabrió sus puertas en Italia el 27 de julio, 12 años después de un desprendimiento de tierra, en septiembre de 2012, que hirió a cuatro turistas australianos y puso de relieve la urgente necesidad de reformas y mayores medidas de seguridad en la zona.
El sendero de 800 metros, tallado en acantilados escarpados con impresionantes vistas al mar de Liguria, tiene una historia de 104 años y un futuro que depende fundamentalmente de la preservación de los paisajes costeros de Italia.
Antes de su cierre en 2012, el impresionante sendero era uno de los tramos más populares de la red de 130 km de caminos que recorren las "cinco tierras" que dan a Cinque Terre su nombre y unen los borghi (pueblos) medievales multicolores de Riomaggiore y Manarola.
Irónicamente, nadie planeó construir la Vía del Amor. Hoy, Riomaggiore y Manarola –pueblos "verticales" encaramados en majestuosas rocas con casas apiladas unas sobre otras como bochas de helado de colores pastel– atraen a millones de turistas internacionales, todos en busca de una fantasía italiana en tecnicolor.
Pero, originalmente, eran simples asentamientos de agricultores marineros (no pescadores, como a menudo se cree erróneamente); conectados solo por un antiguo sendero sobre un pico escarpado, tan arduo de cruzar que la comunicación era escasa y los dos pequeños pueblos hablaban dialectos diferentes.
Durante la construcción del ferrocarril entre las ciudades de Génova y La Spezia, a finales del siglo XIX, se excavaron en los acantilados trozos de un camino de piedra para que los trabajadores y los burros que transportaban materiales y explosivos cavaran túneles para el tren.
Los habitantes de Riomaggiore vieron la oportunidad de unir los dos caminos fragmentados.
Fabrizia Pecunia, actual alcaldesa de Riomaggiore, explica: "Vieron este tramo de vía [ferroviaria] del lado de Riomaggiore y este otro tramo del lado de Manarola y se preguntaron: '¿Por qué no hacemos una conexión?'".
La construcción del nuevo sendero comenzó en 1920 y terminó unos 11 años después.
"Mi abuelo Brizio Bonanini fue uno de los que lo construyó", dice Pecunia. "Estoy muy orgullosa de ello".
Cómo visitar Cinque Terre
Las "cinco tierras" de Cinque Terre (Monterosso al Mare, Vernazzo, Corniglia, Manarola y Riomaggiore) se encuentran dentro del Parque Nacional de Cinque Terre, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y están entrelazadas por 48 senderos de distinta intensidad.
La forma más cómoda de explorarlas es con los trenes Cinque Terre Express, que pasan cada 20 minutos y te llevarán por las cinco localidades.
O puedes ponerte tus botas de montaña y elegir un camino, utilizando la Cinque Terre Card que permite a los visitantes entrar al parque y acceder a los servicios allí, incluidas las visitas guiadas y el uso gratuito de los baños.
Haz paradas para probar las delicias de la zona, como los abundantes platos de pasta con pesto, la focaccia de Liguria y las sardinas.
También puedes visitar los pueblos en ferry. Cuatro de los senderos del parque son ahora accesibles para personas con discapacidad.
Con vistas lánguidas al atardecer sobre el mar y un espectacular paisaje rocoso sobre las olas rompiendo a unos 30 metros de profundidad, este sendero llano y fácil de recorrer pronto se convirtió en una solución ideal y práctica para una cita nocturna, no muy lejos de los centros medievales de los pueblos.
Entonces, un escritor anónimo con un don para las marcas escribió Via dell'Amore en la pared de roca, lo que le dio al camino su nombre romántico.
Cincuenta años después, en la década de 1970, los funcionarios locales se avivaron e instalaron bancos dedicados a figuras mitológicas de la pasión, desde Cupido hasta Eros.
Peligro
El único inconveniente es que la Vía del Amor se construyó sobre una ladera de montaña empinada y desmoronada, en una región cuyo terreno es propenso a desprendimientos de tierra frecuentes.
"Es una zona obviamente peligrosa, una zona muy hermosa porque está sobre el mar, pero obviamente peligrosa", explica Francesco Faccini, geólogo de la Universidad de Génova.
"No es casualidad que el antiguo camino original se construyera pasando por encima de la montaña [y no por la ladera]. Inevitablemente, cortar la base de una pendiente provoca derrumbes".
El conjunto de Cinque Terre es una apuesta entre el hombre y la naturaleza. "Estas eran las tierras de la 'viticultura heroica'", explica el geólogo Domenico Calcaterra, de la Universidad de Nápoles.
"Tierras de una agricultura dramática y peligrosa. Hombres y mujeres trabajaban en senderos muy estrechos a lo largo de laderas impermeables y los accidentes no eran infrecuentes".
A lo largo de los siglos, los habitantes construyeron muros de piedra seca para sostener las terrazas, donde cultivaban olivos y viñedos.
"Es un paisaje único", añade Donatella Bianchi, presidenta del Parque Nacional de Cinque Terre. "Es vertical, con 130 km de senderos creados por el hombre, que transformó las montañas para cultivarlas y sobrevivir".
Con la llegada del turismo en la década de 1950, se abandonó la agricultura en la zona y se descuidó el mantenimiento de los muros de piedra, mientras que el cambio climático hizo que progresivamente la misma cantidad de lluvia anual se concentrara en menos tormentas, pero más fuertes.
"Como sucede a menudo en nuestro país, la conciencia ambiental se ha desarrollado después de una tragedia", dice Calcaterra, refiriéndose a los dos años de deslizamientos de tierra e inundaciones dramáticas entre 2011 y 2012.
La nueva dirección del parque decidió entonces centrarse más en el medio ambiente y creó el Centro para el estudio de los riesgos geológicos, donde trabaja Calcaterra.
También comenzaron a apoyar la agricultura con incentivos para los agricultores, proporcionando piedras para arreglar los muros secos y barbatelle (esquejes de vid) para la producción del prestigioso vino local, el dulce blanco passito Sciacchetrà.
“Hoy, las comunidades que crearon este maravilloso paisaje, incluidos esos senderos tan importantes, podrán volver a apreciar su belleza”, dice Bianchi.
Una larga pausa
Pero ¿por qué se han necesitado 12 años para reabrir un sendero de 800 metros de longitud?
La ministra italiana de Turismo, Daniela Santanchè, quien inauguró el sendero a finales de julio, se ríe de esta pregunta: "¿Han visto Liguria? Es una región estrecha que se eleva abruptamente desde el mar. Tuvimos que aprovechar toda la montaña y asegurarnos de que todo fuera completamente seguro".
"En total, ha costado 22 millones de euros (unos US$24 millones)", añade la alcaldesa Pecunia, que explica cómo las distintas entidades locales y nacionales implicadas han tenido que reunir fondos, ponerse de acuerdo sobre un plan, pasar por todos los trámites burocráticos y, finalmente, construir un sistema de arneses, redes y anclajes para evitar desprendimientos de rocas y proteger el sendero, sin estropear su belleza natural.
"Y ahora, si van, se enamorarán de él", reflexiona Santanchè. "No es casualidad que se llame la Vía del Amor".
Para recorrer el sendero, los visitantes deben reservar su entrada online o en las taquillas del parque. Se permitirá un máximo de 400 personas por hora (una nueva política destinada a limitar la masificación).
El parque, uno de los más pequeños pero más densamente poblados de Italia, con 4.000 habitantes en 3.800 hectáreas, espera controlar el número de visitantes e informar a los turistas sobre la afluencia de público antes de su llegada.
Curiosamente, aunque las ceremonias nupciales completas en la Vía del Amor tendrán que esperar hasta la inauguración, el año próximo, del pequeño anfiteatro del sendero que también funciona como jardín botánico, la alcaldesa Pecunia garantiza que a partir de este verano boreal se permitirán bodas muy íntimas con solo unos pocos invitados y sin refrigerios ni recepción.
Después de todo, nadie puede controlar realmente el romance y quién intercambia votos en la Vía del Amor.
- Anna Bressanin
- BBC Travel