A las 4:45 pm de un jueves 24 de septiembre, la cuenta de Twitter de Mashable, uno de los pioneros del ahora
infinito mundo de sitios de noticias de redes sociales, envió su tuit número 60
del día.
El tuit no era particularmente interesante, pero lo que ocurrió después es un
ejemplo de uno de los mayores retos que Twitter enfrentará a medida que intenta convencer a
los inversionistas de que sus 215 millones de usuarios son uno de los públicos
publicitarios más lucrativos que aún no ha sido explotado al máximo.
En cuestión de minutos, cientos de otras cuentas de Twitter republicaron
palabra por palabra el tuit de Mashable, y más de 400 de estas lo hicieron
dentro de los primeros 15 minutos.
Más allá de cuentas como las de Justin Bieber, Mashable, CNN y Kim Kardashian, el mundo de Twitter está poblado por
millones de cuentas de dudosa legitimidad.
Estas van desde spammers completamente robóticos (y a menudo incomprensibles)
hasta cuentas mejor programadas que generan tuits diseñados para aparecer en
algunos resultados de búsquedas o conversaciones en línea.
Un motivo por el que estos "bots", o robots, existen es el vibrante mercado
gris de comprar y vender cuentas de Twitter que tienen un número importante de
seguidores. De la misma forma que las listas de correos electrónicos activos
pueden ser vendidas a anunciantes de correo basura, las cuentas de Twitter con
miles de seguidores también pueden venderse.
El otro motivo que explica la existencia de tantas cuentas de este tipo es
que son muy fáciles de crear y automatizar, gracias a la forma en que Twitter
permite la publicación automática usando aplicaciones de terceros.
Twitter Inc. lleva tiempo diciendo que intenta eliminar el spam de su sitio,
y en abril de 2012 anunció que presentó una demanda en un tribunal federal de
San Francisco contra un grupo de empresas que dijo eran los promotores más
agresivos de spam en su sitio.
Un vocero de Twitter se abstuvo de hacer comentarios. En los documentos
presentados a los reguladores para su oferta inicial de acciones, Twitter estima
que las cuentas "falsas o de spam" representan menos de 5% de los 215 millones
de usuarios activos mensuales del sitio.
Sin embargo, su definición de usuario activo difiere del típico usuario
"único" que miden la mayoría de los sitios web.
"Consideramos las cuentas múltiples que tiene una misma persona u
organización como usuarios múltiples al calcular nuestros usuarios activos",
apuntó la empresa. La firma también indicó que las cuentas automatizadas que
envían tuits a intervalos regulares podían ser contadas como usuarios activos.
Estas cuentas figuran bajo una categoría de uso de Twitter que no es ni
humano ni spam: cuentas automatizadas creadas por empresas, editoriales,
organizaciones de caridad o simplemente aficionados de Twitter.
Consideran que están generando un servicio beneficioso al tuitear los
pronósticos diarios del tiempo, o los horarios de películas de cine, o todos los
titulares de noticias relacionados con un tema específico.
Si todos estos se combinan, crean una situación extraña: Twitter es
fundamentalmente una empresa de medios respaldada por publicidad, pero un
segmento de sus cuentas de usuarios no pueden ser considerados como consumidores
en el sentido estricto de la palabra.
El Twitter que cotice en bolsa enfrentará el gran reto de determinar dónde
terminan los seres humanos y dónde comienzan los robots entre sus usuarios, y
también cuáles son los buenos robots y los malos.
Facebook tiene categorías bien definidas para
clasificar a sus usuarios: existen perfiles personales para individuos, páginas
de marca para negocios y páginas de fanáticos para celebridades. En Twitter, las
divisiones no están delineadas con la misma claridad.
Twitter siempre ha dicho que tiene una diferencia filosófica con Facebook con
respecto a la forma en la que abordan la identidad. Twitter piensa que permitir
varias cuentas por usuario, pseudónimos y cuentas paródicas beneficia a los
usuarios y al servicio en general. Facebook ha insistido más en tener
identidades genuinas, y sostiene que esa es una de sus mayores ventajas como
medio de publicidad.
Esta filosofía de Twitter ha impulsado la creación de cuentas interesantes y
creativas. Sin embargo, la flexibilidad de identidad también ha llenado el sitio
con mucha basura sin sentido.
Por ejemplo, @Web_Consult_, una de las cuentas que republicó el tuit de
Mashable, tiene 433 seguidores, sigue a 571 personas, y ha publicado más de
34.000 veces desde que comenzó en septiembre de 2011, unas 50 veces al día.
Sus 20 tuits más recientes son todos titulares de Mashable. Si uno observa
sus más recientes cientos de tuits, parece que eso es todo lo que hace.
Hay un par de explicaciones plausibles para lo que hace @Web_Consult_. Podría
ser una persona común y corriente, tratando de usar Twitter lo mejor que puede y
amasando una audiencia. La otra es que es un robot.
Si resulta que @Web_Consult_ es un robot, entonces cualquier persona que
analiza la calidad del público de Twitter necesitará tomar en cuenta que algunos
usuarios están interactuando con el sitio de una forma muy limitada. Los
intentos por contactar a @Web_Consult_ fueron infructuosos.
A medida que la empresa empieza a recibir dinero del público, y responder al
público, la gran pregunta es: ¿qué más puede hacer con respecto a este tipo de
cuentas?
También enfrenta otra pregunta importante. Si sus cientos de millones de
usuarios varían desde personas comunes y corrientes hasta robots y usuarios que distribuyen spam, ¿cómo pueden los
anunciantes y el resto de sus usuarios distinguir entre estos tipos de usuarios?
Por TOM GARA Updated October 24, 2013, 4:26 p.m. ET
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