Es irónico que el mismo día que el gobierno federal
estadounidense tuvo que cerrar algunas dependencias por falta de fondos, haya
entrado en vigencia la parte clave de la reforma del sistema de salud, el
llamado "Obamacare", que era justo lo que los republicanos querían evitar con el
pulso parlamentario que mantuvieron con los demócratas en torno al
presupuesto.
La mayor ampliación de un programa social federal desde que en 1965 se creara
el Medicaid, para dar cobertura médica a lo más pobres, compartió la atención
informativa con la suerte de casi un millón de empleados que quedaron
automáticamente sin sueldo.
El pulso político sigue, con el gobierno cerrado pero con Obamacare
funcionando, porque no depende de presupuestos anuales.
Como el resto del sistema de atención médica para retirados y los más pobres
(Medicare y Medicaid), es un derecho adquirido y por tanto goza obligatoriamente
de las asignaciones de fondos necesarias, al igual que pasa con la Seguridad
Social.
Eso hace difícil de comprender para muchos por qué la bancada republicana se
empeñó en bloquear el presupuesto federal y forzar un cierre del gobierno por
primera vez en 17 años.
Contra Obamacare
"Este cierre no es sobre déficits. No es sobre presupuestos. Este cierre es
acerca de revertir nuestros esfuerzos por proveer seguros de salud a personas
que no lo tienen. Todo es sobre revertir la Ley de Cuidados de Salud
Accesibles", dijo este martes el presidente Barack Obama en la Casa Blanca
usando el nombre oficial de lo que se considera es su mayor legado hasta
ahora.
La ley fue firmada en marzo de 2010 por Obama luego de que fuera aprobada por
la mayoría demócrata que había entonces en ambas cámaras del Congreso.
Desde entonces diferentes provisiones han ido entrando en vigor y, como
estaba previsto, el martes 1 de octubre de 2013 empezó a regir lo que se
considera su parte clave: las "bolsas de seguros de salud" con las que se espera
que unas 30 millones de personas actualmente sin seguro puedan adquirir pólizas
a precios menores, o en algunos casos subsidiadas, sin las limitaciones de
cobertura o edad que solía haber.
La clave del éxito de las nuevas bolsas de seguros dependerá de cuánta gente
logre atraer, sobre todo adultos jóvenes que suelen no adquirir pólizas por
considerarse sanos y es justamente el sector social en el que se concentra el
esfuerzo promocional del gobierno en el semestre de enrolamiento.
La Oficina de Presupuestos del Congreso de EE.UU. estima que en la fase
inicial del sistema de bolsas, hasta marzo de 2014, unos 7 millones de personas
contrataran coberturas y que para 2016 lo harán unas 25 millones más.
Para marzo de 2014 todo el que pueda adquirir un seguro de salud deberá
tenerlo, en caso contrario, tendrá que pagar una multa.
Críticas republicanas
Desde la promulgación de la reforma, los republicanos han intentado
revertirla o al menos dejarla en suspenso, unas 43 veces con diferentes
iniciativas en el Congreso. Todas han fracasado.
Para los republicanos la expansión del sistema de salud equivale a la
expansión del gobierno y sus controles, incluyendo la creación de nuevos
impuestos, algo a lo que se oponen por principio doctrinario.
Además, aseguran que algunas previsiones de la ley implican aumento de costos
para las empresas y en algunos casos debilitan la calidad del empleo, porque
muchas compañías prefieren reducir sus nóminas para evitar tener que cumplir con
algunos aspectos de la reforma.
En el proceso de adaptación a la nueva ley, en los últimos meses varias
grandes firmas han anunciado reducciones de horas de trabajo para su personal y
la eliminación de seguros de la empresa para sus empleados para no caer bajo
alguno de los nuevos mandatos.
Es previsible que los trabajadores afectados acudan ahora a las bolsas de
seguro para tener cobertura médica a partir del próximo 1 de enero.
Con esos argumentos, en las presidenciales de 2012, el aspirante republicano
Mitt Romney hizo del rechazo a la reforma sanitaria demócrata su principal punto
de campaña, a la que bautizó como una "máquina de destruir empleos".
Sin embargo, Obama fue reelegido y por eso los demócratas repiten que la ley
cuenta con el respaldo del electorado, con la legítima sanción del Congreso y
con el aval de la Corte Suprema, que este año determinó que era perfectamente
constitucional.
Problemas técnicos
Los demócratas se quejan de que en algunos estados con gobernadores
republicanos no se ha puesto a disposición de los ciudadanos la suficiente
información para que opten por el nuevo sistema.
La ley no funcionará igual en todos los estados, porque la Corte Suprema hizo
opcional la participación de los estados en la expansión del plan de cobertura
para los pobres, el Medicaid.
Solo 26 gobiernos regionales se han sumado al plan para subsidiar los seguros
privados para quienes ganen hasta un 33% por encima de la línea federal de
pobreza (US$31.322 para familias de 4 personas), el resto son estados con
gobiernos republicanos que se negaron a participar.
Para muchos, la frustración no pasa por el pulso político en torno a la ley
que se vive en Washington o el cierre del gobierno, sino por las dificultades
técnicas que experimentaron este martes cuando intentaron ingresar a los
portales electrónicos donde pueden comprar los nuevos seguros.
En medio de la avalancha de informaciones sobre las consecuencias del cierre,
algunos medios tuvieron espacio para reportar esos problemas, que muchos
consideraron previsibles dado el alto tráfico registrado.
El propio presidente Obama los reconoció, aunque recordó que cuando
recientemente Apple tuvo dificultades con un nuevo sistema operativo, "lo
solucionó" sin que alguien sugiriera que dejara de vender sus populares
teléfonos iPhone o que alguien amenazara con cerrar la empresa.
Cobertura relativa
El cierre de la administración pública desvió la mirada de lo que es la mayor
ampliación de un programa social del gobierno federal estadounidense en medio
siglo, un evento notable que en condiciones normales habría concentrado la
cobertura periodística de la jornada.
Aunque vistas las complicaciones técnicas del estreno del sistema, quizá haya
sido conveniente que la atención de buena parte del público estuviera copada por
las preocupaciones en torno al cierre del gobierno.
Sin duda que, en condiciones normales, la noticia del día habrían sido esas
dificultades en el acceso a los sitios web de las bolsas de seguros.
Aunque se trata de un problema técnico que con seguridad se solucionará en
los próximos días, habría generado una andanada de críticas –sobre todo en
medios de tendencia conservadora, como Fox News- sobre la supuesta falta de
preparación del nuevo sistema.
Así que de alguna manera, el bloqueo político entre republicanos y demócratas
en el Congreso, aunque pone en riesgo el crecimiento del país y las economías
familiares de millones de estadounidenses, terminó haciéndole un favor a la
reputación inmediata de Obamacare.
Carlos Chirinos BBC Mundo @bbc_chirinos Última actualización: Miércoles, 2 de octubre de 2013
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