Un empresario italiano idea una web gratuita para poder despedirte de tus familiares y amigos una vez hayas muerto.
El proyecto de Vincenzo Rusciano nació hace tres años en una autopista cualquiera. Acostumbrado a desplazarse cada día en moto para ir a trabajar coincidió varias veces en la carretera con personas que acababan de sufrir un accidente de tráfico. En ese momento, su mente se activaba y le mandaba mensajes de este estilo: “Un día podría ser yo el que sufra este accidente y, si eso pasara, me enfadaría mucho no haberme podido despedir de los míos”.
Este miedo racional que podemos tener todos en algún momento de nuestra vida le empujó a crear una plataforma donde la gente pudiera despedirse de los suyos desde el cielo. El proyecto lleva el nombre de Heavenote y es una web gratuita que permite registrar unos mensajes que sólo son enviados a las personas que elijamos una vez hemos fallecido. “En la fase inicial de la idea tuvimos algunos problemas porque sabemos que la muerte es un tema todavía muy tabú en la sociedad occidental, por lo que decidimos darle una estética que se alejara del mal rollo y utilizar lo menos posible la palabra ‘muerte’ en toda la página web”, explica Vincenzo.
El proyecto tiene algunos competidores ya que existen páginas americanas que permiten hacer lo mismo, aunque ninguna de ellas es gratuita. Incluso hay una aplicación, LivesOn, que permite al usuario seguir tuiteando después de la muerte. Otra de las diferencias que señala el emprendedor italiano es que en su proyecto se pueden añadir archivos adjuntos y fotografías, y avisa que muy pronto también será posible subir videos. “La diferencia que existe entre este proyecto y un testamento, es que este último es un documento cerrado en el que no se puede añadir nada, mientras que con Heavenote se pueden hacer cambios siempre que se considere oportuno”, cuenta Rusciano.
El proyecto tiene algunos competidores ya que existen páginas americanas que permiten hacer lo mismo, aunque ninguna de ellas es gratuita. Incluso hay una aplicación, LivesOn, que permite al usuario seguir tuiteando después de la muerte. Otra de las diferencias que señala el emprendedor italiano es que en su proyecto se pueden añadir archivos adjuntos y fotografías, y avisa que muy pronto también será posible subir videos. “La diferencia que existe entre este proyecto y un testamento, es que este último es un documento cerrado en el que no se puede añadir nada, mientras que con Heavenote se pueden hacer cambios siempre que se considere oportuno”, cuenta Rusciano.
Cómo funciona
La plataforma web está operativa desde el pasado mes de marzo, y aunque sea gratuita muy pronto añadirá también una versión Premium de pago. La diferencia entre ambas estará en el chequeo de nuestro estado vital. Una vez que el usuario está inscrito recibe correos electrónicos en los que tiene que verificar si todavía sigue vivo: “El cliente selecciona la periodicidad con la que quiere recibir estos mensajes, con un máximo de tres meses, y el tiempo que necesita para responder, ya que puede ser que en ese momento se encuentre fuera de viaje. En caso de que no se haya producido una respuesta, se vuelve a enviar un aviso, y es entonces cuando se transmiten los mensajes escritos a las personas seleccionadas”, explica el empresario.
En la versión Premium el usuario tiene que dar un código a una persona de confianza, que será la encargada de introducirlo en la página una vez se produzca la pérdida. El sistema también intenta contactar con el cliente en cuestión antes de enviar el mensaje definitivo.
Vincenzo cree que el proyecto puede ser utilizado por cualquier persona, aunque admite que hay un público potencial que son esas personas que trabajan en una profesión de riesgo o están luchando contra alguna enfermedad complicada. “Creo que todos tenemos la necesidad humana de despedirnos o de decirles a las personas que queremos cosas que, es posible, que no nos atrevamos a decirles en persona”, señala el italiano. Así, los mensajes pueden ser de un estilo más afectivo, aunque el empresario no descarta que se utilice el sistema para transmitir informaciones de tipo más práctico del estilo “te he dejado 10.000 euros en una cuenta determinada”.
Vincenzo cree que el proyecto puede ser utilizado por cualquier persona, aunque admite que hay un público potencial que son esas personas que trabajan en una profesión de riesgo o están luchando contra alguna enfermedad complicada. “Creo que todos tenemos la necesidad humana de despedirnos o de decirles a las personas que queremos cosas que, es posible, que no nos atrevamos a decirles en persona”, señala el italiano. Así, los mensajes pueden ser de un estilo más afectivo, aunque el empresario no descarta que se utilice el sistema para transmitir informaciones de tipo más práctico del estilo “te he dejado 10.000 euros en una cuenta determinada”.
Un año después, Vincenzo se muestra satisfecho con un proyecto que le obliga a morirse cada semana de manera virtual para comprobar que todos los cambios funcionan. “Me suelo morir por la tarde, y la verdad es que por las mañanas me levanto con una fuerza tremenda”, bromea el empresario. Ya más serio, Vincenzo termina con una reflexión: “La vida pasa muy rápido y, a veces, nos creemos que somos inmortales. Aunque sólo sea para recordarlo, este proyecto ya vale la pena”. Lo dice en vida y no sabemos si es uno de los mensajes que ha dejado preparados para mandar algún día a la humanidad desde el cielo.
Albert Domènech Barcelona Última actualización: 07/10/2013 - 09:45h
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