miércoles, 20 de noviembre de 2019

Los pobres de la Revolución Industrial, los más proclives a tener hijos ilegítimos

Los pobres de la Revolución Industrial, los más proclives a tener hijos ilegítimos

El adulterio aparece mucho más a menudo entre personas de bajo nivel socioeconómico en ciudades densamente pobladas (Wikipedia)



Los genetistas vinculan este tipo de relaciones con clases de bajo nivel socioeconómico que residían en ciudades densamente pobladas

Todo el mundo habla del adulterio, aunque pocas cosas se saben realmente de ello a nivel general. Chismes, bromas, chistes, literatura o películas o series de televisión han tratado el tema a los largo de las últimas décadas o siglos, pero los científicos apenas se han acercado a las relaciones extramatrimoniales, sobre todo las que tuvieron lugar en el pasado.
Los genetistas de la Universidad Católica de Leuven se propusieron analizar la paternidad biológica a gran escala entre personas que viven y han vivido en distintas partes de Europa occidental durante los últimos 500 años. Algunos de los datos encontrados son sorprendentes, como el hecho de que fueron los pobres de las ciudades de la Revolución Industrial los que más hijos ilegítimos tuvieron.

Dato sorprendente


Fueron los pobres de las ciudades de la Revolución Industrial los que más hijos ilegítimos tuvieron


Actualmente es fácil resolver preguntas sobre la paternidad con kits de prueba que se pueden comprar por internet. Estudiar casos de hace dos siglos ya no es tan sencillo. Los investigadores tuvieron que reunir evidencias de ADN junto con datos genealógicos a largo plazo para poder cotejar los linajes familiares, según detallan en un artículo publicado en Current Biology .
Los resultados indicaron que los llamados “eventos de paternidad extra-par (EPP)” han sido en general bastante bajos a lo largo de la historia, aunque su frecuencia varió considerablemente entre las personas dependiendo de sus circunstancias. “Específicamente, estas relaciones aparecieron mucho más a menudo en personas de bajo nivel socioeconómico que vivían en ciudades densamente pobladas en el siglo XIX”, escriben los autores.


Dos niños trabajando en una fábrica textil
Dos niños trabajando en una fábrica textil (Wikipedia)

“Nuestro trabajo muestra que la posibilidad de tener eventos de paternidad adicionales en su historia familiar depende de las circunstancias sociales de sus antepasados. Si vivieron en ciudades y pertenecían a las clases más bajas, las posibilidades de que haya eventos de EPP en su historia familiar son mucho mayores que si fueron agricultores“, explica el profesor Maarten Larmuseau.

Según indican los especialistas de Leuven, permanecer fiel a la pareja no siempre es la estrategia más ventajosa evolutivamente. “Los machos pueden beneficiarse de tener crías adicionales con otras parejas, mientras que las hembras encuentran ventajas al aparearse con machos superiores”, indican.

En el siglo XIX


Estas relaciones aparecieron mucho más a menudo en personas de bajo nivel socioeconómico que vivían en ciudades densamente pobladas


El equipo de Larmuseau se centró en las sociedades humanas para ver la frecuencia con la que han sucedido casos de hijos ilegítimos. Las conclusiones son claras: el contexto social es lo que realmente importa. Su estudio se centra en varios siglos durante los que hubo cambios dramáticos en el entorno humano, incluida la rápida urbanización que acompañó a la Revolución Industrial en la Europa occidental del siglo XIX.
Para estimar las tasas históricas de EPP entre las parejas casadas, los investigadores identificaron 513 pares de varones adultos contemporáneos que viven en Bélgica y los Países Bajos que, según la evidencia genealógica, compartieron un ancestro paterno común y, por lo tanto, salvo un evento de relación extramatrimonial, deberían haber tenido el misma cromosoma.

¿Compartían ancestro común?


Los investigadores identificaron 513 pares de varones adultos contemporáneos que viven en Bélgica y los Países Bajos



Los resultados no mostraron diferencias significativas entre países a pesar de que había diferencias religiosas clave. En cambio, sí variaron ampliamente con el estado socioeconómico y la densidad de población. La tasa fue mucho más baja entre agricultores, artesanos y comerciantes acomodados (cerca del 1%) que entre los trabajadores y tejedores de clase baja (alrededor del 4%).
Los registros de hijos ilegítimos también aumentaron con la densidad de población. Al unir las dos variables, los investigadores detectaron que las tasas estimadas variaron en aproximadamente 0.5% entre las clases medias y altas. Además, la variación llegaba a casi el 6% entre agricultores de municipios escasamente poblados comparado con clases socioeconómicas bajas de ciudades más densamente pobladas.

Alrededor del 1%


La tasa fue mucho más baja entre agricultores, artesanos y comerciantes acomodados


Los investigadores dicen que los hallazgos respaldan las teorías evolutivas que sugieren que los incentivos individuales y las oportunidades para buscar o prevenir el apareamiento con parejas adicionales dependen del contexto social. Y también desacreditan la idea de que las tasas de hijos fruto de relaciones extramatrimoniales en la sociedad occidental sean generalmente altas, señalando que la evidencia coloca las tasas promedio alrededor del 1%.

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