- Los nacidos entre 1994 y 2010 en Estados Unidos
- Cuentan con la ventaja de ser nativos digital
- Se enfrentan a un panorama financiero descorazonador
¿Quién no quiere hacerse millonario de la noche a la mañana? Prácticamente desde que existe el dinero, la gente ha buscado formas de aumentar sus ingresos. Una manera de hacerlo es trabajando, pero en la naturaleza humana está la necesidad de conseguirlo más rápido y, si es posible, con menos esfuerzo. Por eso, no es de extrañar que el mundo de las criptomonedas atraiga a tanta gente, en especial a los más jóvenes.
Casi el 60% de los inversores de la Generación Z, nacidos entre 1994 y 2010, de Estados Unidos están convencidos de que las criptomonedas les harán millonarios, según revela un reciente estudio de Engine Insights. Esto se debe a su condición de nativos digitales, la cual les permite sentirse más cómodos invirtiendo en este tipo de activos, pero también a que es una de las más preocupadas por sus finanzas.
En Estados Unidos, esta generación, que engloba a más de 70 millones de personas y la más diversa de su historia en términos de raza, etnia y orientación sexual, tiene la percepción de encontrarse ante un panorama financiero mucho más descorazonador que aquellas que la precedieron, sostiene Kathy Sheehan, SVP de Cassandra, una división de Engine Insights, en declaraciones a Business Insider.
El apetito por el riesgo también es mayor que en otras generación. Según los datos de la encuesta, en la que participaron más de 1.000 personas, los inversores de la Generación Z son tres veces más propensos a comprar activos digitales que los baby boomers. Por otro lado, son el doble de propensos a considerar la moneda virtual como una "moneda legítima".
Peligro de adicción
No obstante, su ventaja como nativos digitales puede acabar derivando en un problema. Su mayor apetito por el riesgo, combinado con las ansias de dinero rápido y estatus social, así como el cada vez más extendido "miedo a dejarlo pasar", comúnmente conocido como FOMO (Fear of Missing Out), son el cóctel perfecto para la adicción.
Aunque todavía no se considera como una enfermedad ni trastorno mental, la adicción a las criptomonedas presenta el cuadro de síntomas típico de estos fenómenos: ansiedad, depresión, irritabilidad, pasividad en las relaciones sociales, deudas, abandono del trabajo o estudios, entre otros.
El subidón de dopamina que experimentan cuando ganan dinero invirtiendo en criptoactivos es el mismo que se consigue con otras adicciones, como el juego. La búsqueda constante de esa recompensa es la responsable de que este comportamiento se transforme en un hábito peligroso en el que la que gente llega a perder miles o millones de euros.