- Metaverse Group ha invertido 2,3 millones en un terreno intangible de 500 m2
- Las propiedades digitales serán únicas y dispondrán de ciberescrituras
Comprar inmuebles en el metaverso promete formar parte de la normalidad en los próximos años, gracias a la actividad de las inmobiliarias de estos nuevos espacios virtuales. De hecho, se ha tenido constancia de inversiones en terrenos y edificios virtuales superiores a los 100 millones de dólares, más de 88 millones de euros, solo en el pasado diciembre, según datos DappRadar.
Esas sumas se abonan a través de criptodivisas, siempre condenadas a elevadas fluctuaciones en el valor de una semana para otra, por lo que resulta complicado establecer baremos por metro cuadrado.
Pero al margen de los importes propios de la compraventa de edificios, la actividad inmobiliaria también incluye contratos formalizados a través de blockchain y disfruta de las garantías jurídicas de los NFT (token no fungibles), es decir, activos digitales que no pueden consumirse ni sustituirse. Las propiedades digitales serán únicas, dispondrán de un dueño acreditado en ciberescrituras y serán objeto de transacciones sujetas a acuerdos entre las partes. Todo apunta a que proliferarán las empresas especializadas en este tipo de negocios y se crearán nuevos registros de la propiedad específicos para el medio.
Los inquilinos de estos espacios serán avatares, que no pagarán facturas por el agua, luz o calefacción, aunque podrían tributar en cuanto el fisco detecte la existencia de una actividad económica. Todo es tan reciente que por ahora no existe más ley que la de la oferta y la demanda. Con estas reglas, Decetraland ha roto los moldes con su Genesis City, una ciudad compuesta por más de 900.000 parcelas virtuales, cada una de ellas de un tamaño algo superior a una cancha de baloncesto.
El precio de cada uno de estos terrenos ronda los 200.000 dólares al cambio en criptomonedas, aunque los precios varían en función de la ubicación, ya estén situadas en el centro o en los arrabales. No cuesta lo mismo un espacio próximo a una zona comercial, rodeado de marcas de relumbrón, que en sitios desangelados de negocio.
Decentraland se autodefine como el primer mundo virtual totalmente descentralizado. La propiedad de los terrenos virtuales y otros activos pertenece a la denominada DAO (Organización Autónoma Descentralizada), que se encarga de poner orden entre las personas y empresas que crean y juegan en este espacio virtual. La moneda de curso en este espacio es Mana, una criptodivisa totalmente descentralizada, ya que "la clave privada que controlaba su contrato inteligente ha sido destruida", según informan desde el sitio web de Descentraland.
El carácter descentralizado de Decentraland, donde los propietarios toman las decisiones de forma democrática, marca diferencias respecto a otros metaversos propietarios, como el de Meta (multinacional anteriormente conocida como Facebook) o el que pueda construir Microsoft tras la compra de Activision Blizzard por 60.000 millones de euros, no solo la mayor adquisición de los casi 47 años de vida de los padres de Windows, sino también de toda la historia de la industria de los videojuegos.
Para no quedarse atrás ante la ofensiva de Meta y Microsoft, Decentraland dispone de un fondo propio con más de 500 millones de euros en Mana para invertir en las futuras prestaciones de la plataforma.
La venta de esa tierra virtual que nunca se llegará a pisar alcanza estos días unos niveles próximos a la locura. El mejor ejemplo lo protagoniza la firma de inversión canadiense Tokens.com, propietaria de Metaverse Group, que ha recibido la atención mediática gracias a la segunda mayor compra de terreno online del mundo, con una inversión de 2,3 millones de euros (al cambio en la criptodivisas Mana) para adquirir un espacio virtual que en dimensiones reales sería comparable a la mitad de un campo de fútbol reglamentario.
Para justificar su desembolso, la empresa norteamericana argumentó que el terreno está situado en la zona más comercial de Genesis City, en el distrito de la moda de esa ciudad de mentira. Esa ubicación favorecerá la realización de "desfiles de moda y las ventas de moda digital", según los portavoces de Tokens.com.
El récord en una operación de real state en el metaverso corresponde a Republic Realm, una firma de inversión inmobiliaria del metaverso que desembolsó a finales del año pasado más de 4,3 millones de dólares por un terreno en el mundo virtual The Sandbox, anteriormente propiedad de la compañía de videojuegos Atari.
Según declaró esa empresa The Wall Street Journal, sus propiedades abarcan 2.500 terrenos virtuales en 19 mundos virtuales, incluidos un centro comercial, una comunidad de 100 residencias virtuales y hasta una isla privada. Entre los clientes más distinguidos de Sandbox destaca Adidas, gigante de la ropa deportiva que comercializa sus modelos de zapatillas virtuales para todo tipo de avatares.
Hasta el momento, las grandes empresas han preferido moverse con cautela para no repetir el fiasco de Second Life. De esa forma, en lugar de comprar han optado por arrendar las parcelas virtuales para medir al máximo sus riesgos.
Bodas en formatos virtuales
Hace casi dos años, y con motivo de las restricciones propias de la primera ola de la pandemia, decenas de parejas se animaron a celebrar sus bodas a través de plataformas online como Zoom, Teams y Hangouts. Al otro lado de la pantalla, los novios podían declararse amor eterno ante sus invitados convenientemente ataviados para la ocasión.
Aquellas escenas ya forman parte de la iconografía de unas fechas en las que medio mundo tuvo que aplazar todos los planes, entre ellos la visita a la vicaría. Más o menos superado todo aquello, ahora comienza a hablarse de enlaces en el metaverso.
Entre otras peculiaridades, la celebración de matrimonios en el metaverso no requiere de desplazamientos físicos -siempre sensibles en tiempos de Covid-. Además, los mundos virtuales invitan a crear metaversos de iglesias donde formalizar los esponsales, junto a salones donde compartir el ágape. Basta con que los amigos y familiares asistan a través de la dirección web del metaverso, pero equipados con visores de realidad virtual y dispositivos controladores de manos y dedos. Toda la comitiva aparece representada con avatares personalizados, incluido el cura virtual y el fotógrafo oficial.
Tampoco falta el menú, con tarta y champán previamente enviados por mensajería a los invitados. Entre los pioneros en explorar estos nuevos formatos de bodorrios destacan Tracy y Dave Cagnon, de 52 y 60 años respectivamente, ambos empleados de una agencia inmobiliaria de Las Vegas. Recuerdan los testigos que en su enlace no faltó baile, risas y felicidad desbordada a través de la pantalla y gafas de realidad virtual, aunque de la luna de miel nadie supo nada. El coste de la fiesta, invertido en el desarrollo del metaverso, rondó los 30.000 dólares, aunque se estima que podría realizarse por apenas 10.000 euros si se reduce gran parte de la pompa.
Barbados estrena 'meta embajada'
El anuncio de la creación de la Embajada de Barbados en metaverso, la primera del mundo en su especie de la que se tiene constancia, sucedió a finales del año pasado, pero ha sido en estos últimos días cuando la representación diplomática ha comenzado su actividad. Los servicios consulares del país caribeño ya pueden recibirse en los nuevos escenarios virtuales, abiertos las 24 horas a la promoción del turismo y la actividad económica de la república situada en las Antillas, vecina de Venezuela y Trinidad y Tobago.
Sus menos de 300.000 habitantes pueden presumir de disponer de una delegación oficial del país en un territorio al que se accede sin más visados que una conexión a Internet. La ocurrencia prevé impulsar las relaciones comerciales de un país con un metaverso ya reconocido por Decentraland, firma de realidad virtual descentralizada que actualmente comercializa más de 90.000 parcelas online a través de la criptomoneda Mana.
Jerome Walcott, ministro de Asuntos Exteriores de Barbados, aseguró a la prensa que "esta plataforma será un foro importante en el que Barbados trabajará con sus socios tradicionales para profundizar sus relaciones en la arena diplomática, así como en las inversiones, negocios, turismo, industria cultural e interacciones entre la gente.
El mismo mandatario espera que la audacia tecnológica de su gobierno genere simpatías en el resto del planeta, para añadirlas a la espectacularidad de sus playas paradisíacas. El país espera recibir al mundo en sus embajadas del metaverso". Todo apunta a que su ejemplo tendrá continuidad en otros Estados del mundo.
