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- El impacto de las sanciones no ha sido tan profundo como muchos temían
- La minería, el petróleo, los chips, las farmacéuticas o el textil aguantan
El sector industrial de Rusia registró la menor contracción en cuatro meses, en la última señal de que la economía se está adaptando a las amplias sanciones impuestas por EEUU y sus aliados por la invasión de Ucrania por parte del Kremlin.
La producción industrial cayó un 0,5% en julio, un descenso menor que el 2,3% esperado por los analistas en una encuesta de Bloomberg y el mejor resultado desde los primeros meses de la guerra. En términos desestacionalizados, la producción subió respecto al mes anterior por primera vez este año, según los datos publicados por el Servicio Federal de Estadística.
El aumento de la producción minera y de productos petrolíferos, junto con la recuperación de sectores como el farmacéutico, el de los semiconductores y el textil, que se han beneficiado del éxodo de competidores extranjeros desde el inicio de la guerra, contribuyeron a unos resultados superiores a los previstos.
Las sanciones y la salida de muchas empresas extranjeras han afectado a la economía rusa, pero el impacto no ha sido tan profundo como muchos temían al comienzo de la guerra. En general, la economía se contrajo un 4% en el primer semestre y el banco central prevé una caída del 4-6% para el año.
"La minería va por delante del resto, pero eso es de esperar", explica la economista de Renaissance Capital Sofya Donets. "Pero la industria manufacturera también está mostrando una mejora por encima de las expectativas".
Incluso el sector automovilístico, que prácticamente se había paralizado en los últimos meses por la huida de las empresas extranjeras que dominaban el sector, mostró algunos signos tentativos de estabilización, ya que la producción solo descendió un 58% en julio, frente al -66% de mayo. El productor local Avtovaz declaró el miércoles que reanudará la producción de cinco días a la semana el próximo mes, según ha informado la agencia Tass.
Sin embargo, algunos economistas ven motivos de cautela en el último informe sobre la producción industrial. "En primer lugar, la mejora de la producción de julio parece estar localizada en la producción de petróleo y metales, es decir, relacionada con las materias primas", avisa Dmitry Dolgin, economista de ING. "En segundo lugar, la estimación para el primer semestre de 2022 se redujo casi a la mitad, del 2% interanual al 1,3%, principalmente por la menor estimación para el sector de extracción de materias primas."
Donets, de Renaissance Capital: "Esperamos que las tendencias empeoren a finales de 2022 y principios de 2023"
"La producción industrial se expandió un 1,2% en comparación con el mes pasado. La fabricación de automóviles sigue siendo una sombra de lo que fue, pero la producción está aumentando gradualmente. En general, el informe confirma nuestra previsión de una ligera contracción del PIB del 3,5%", apunta el economista Alexander Isakov para Bloomberg Economics.
En agosto, la confianza de las empresas disminuyó un poco debido a los problemas de importación de suministros y de mano de obra, según una encuesta del banco central publicada el miércoles. Sin embargo, se mantiene el optimismo sobre las perspectivas, y muchas empresas esperan crecer.
En el sector petrolero persisten las dudas sobre los próximos meses, especialmente porque Europa se prepara para imponer nuevas restricciones a las ventas de petróleo ruso, una exportación vital.
"Esperamos que las tendencias empeoren a finales de 2022 y principios de 2023, especialmente en medio de la aplicación del embargo petrolero de la Unión Europea", señala Donets, de Renaissance Capital.