Renewal Bio busca crear embriones humanos sintéticos a partir de células madre. (SPL)
Después de que un laboratorio israelí anunciara la creación de embriones de ratón sin usar esperma, óvulos o útero, ahora una empresa del mismo país quiere hacerlo con humanos
Investigadores israelíes han sido capaces de crear embriones de ratones sintéticos y hacerlos evolucionar hasta que han empezado a producir órganos como un corazón latiente. Además, es la primera vez que se consigue algo similar sin emplear esperma ni óvulos o usar un útero biológico, solo a base de células madre cultivadas en una placa de laboratorio. Este hallazgo ha llevado a una empresa, también con sede en Israel, a plantearse el siguiente paso: utilizar esta misma técnica para crear embriones humanos que en un futuro nos puedan servir para cultivar órganos para trasplantes.
Este lunes, la prestigiosa revista Cell publicaba un artículo en el que el profesor Jacob Hanna en el Instituto de Ciencias Weizmann, en Israel, y su equipo describen su descubrimiento. Los investigadores llevaban años trabajando en técnicas para reprogramar células madre y en el desarrollo de un útero artificial que pudiera cultivar embriones de forma más eficaz.
El equipo comprobó que la forma de las estructuras internas y los patrones de expresión genética de estos embriones sintéticos coincidían en un 95% con los naturales. Además, sus órganos también parecían ser funcionales.
La compañía israelí, Renewal Bio, se ha creado a raíz de los descubrimientos de Hanna —que es uno de sus fundadores— y su potencial para crear embriones que produzcan órganos humanos a base de células madre. Esos órganos se podrán usar, entre otras cosas, para dejar de usar animales en los ensayos clínicos, para trasplantes o para rejuvenecer el sistema inmunitario de personas mayores.
De hecho, como explica el propio Hanna a MIT Technology Review, él y otros voluntarios ya están usando su propia sangre para empezar a crear embriones humanos a partir de sus células madre. Su objetivo es gestarlos hasta el equivalente de entre 40 y 50 días de embarazo que es cuando se forman tanto los órganos básicos como las extremidades y los dedos.
Ya ha habido avances que han conseguido crear huesos, cartílagos y hasta partes de órganos usando técnicas como la impresión 3D. Pero formar órganos complejos es mucho más difícil, por eso los investigadores piensan que crearlos a partir de los embriones es un método mucho más eficiente.
"Vemos el embrión como la mejor bioimpresora 3D. Es la mejor máquina para fabricar órganos y tejidos adecuados", dice Hanna. "La visión de la empresa es: '¿Podemos utilizar estos entes embrionarios organizados que tienen órganos en su fase inicial para obtener células que puedan utilizarse para trasplantes?’ Lo vemos como un punto de partida quizá universal".
Hanna piensa que en lugar de desarrollar un protocolo diferente para cultivar células, por ejemplo, del riñón o el hígado, algún día seremos capaces de crear un modelo sintético similar al del embrión y luego aislar las células que necesitemos. “No tendremos que dictar a los órganos emergentes cómo deben desarrollarse”, dice el investigador. “El propio embrión es el que mejor lo hace".
En materiales de presentación de Renewal Bio, a los que ha tenido acceso MIT Technology Review, la compañía asegura que su misión es "renovar la humanidad, haciéndonos a todos jóvenes y sanos". Para conseguirlo cuenta con una financiación inicial de la empresa de capital riesgo NFX y ahora está en busca de nuevos inversores.
No se sabe mucho más de cómo piensan llevar a cabo sus objetivos y su web no da más información al respecto. "Hay muy pocos detalles por una razón. No queremos prometer demasiado y no queremos asustar a la gente", dice Omri Amirav-Drory, socio de NFX que actúa como director general de Renewal Bio. "La imagen es sensible aquí".
Amirav-Drory asegura que no ha visto una tecnología con tanto potencial desde que surgió la tecnología de edición genética CRISPR. "La capacidad de crear un embrión sintético a partir de células -sin óvulos ni espermatozoides ni útero- es realmente sorprendente", afirma. "Creemos que puede ser una tecnología masiva y transformadora que puede aplicarse tanto a la fertilidad como a la longevidad".
La empresa, según Amirav-Drory, se encuentra en una fase tan temprana que todavía está aprendiendo para qué podría utilizarse la tecnología y qué aplicaciones son las más prometedoras. Las células sanguíneas podrían extraerse, hacer que se multipliquen en el laboratorio y aplicarse a una persona mayor para rejuvenecer su sistema inmunitario. También se podrían cultivar copias embrionarias de mujeres con infertilidad motivada por la edad y hacer que las gónadas del embrión modelo sigan evolucionando en el laboratorio o en el cuerpo de la mujer para producir óvulos jóvenes.
Evidentemente, esta tecnología plantea dilemas éticos. Si la tecnología se consigue desarrollar tanto como imagina Renewal Bio se abrirá un debate sobre si se deben emplear los embriones humanos sintéticos para experimentos científicos o incluso si éstos podrían tener algún derecho. Aunque Hanna no cree que un embrión artificial fabricado a partir de células madre y desarrollado en un laboratorio llegue a contar como un ser humano.
A pesar de que China anunció hace unos meses haber creado un útero artificial que teóricamente tiene la capacidad de gestar un ser humano fuera del vientre materno, esta tecnología no se ha llegado a desarrollar del todo todavía. El útero artificial creado por el grupo de Hanna es un sistema que consiste en frascos giratorios que se mueven suavemente para simular el flujo de nutrientes —suero sanguíneo nutritivo y oxígeno— en los embriones.
De cualquier manera no está claro que los embriones puedan llegar a desarrollarse por completo en este útero sintético sin un suministro de sangre adecuado. Aunque el sistema del grupo de Hanna mejora otros métodos de cultivo de embriones sintéticos, menos de uno de cada 100 fueron capaces de desarrollarse con éxito.
Hanna asegura, además, que tiene un plan que acabará con toda confusión y cerrará los debates éticos. Según él, es posible, por ejemplo, modificar genéticamente las células iniciales para que el embrión modelo resultante nunca desarrolle ciertos órganos y restringir así su evolución potencial para evitar dilemas éticos. "Creemos que esto es importante y hemos invertido mucho en ello", dice Hanna. Se pueden hacer cambios genéticos que lleven a "no tener pulmones ni corazón ni cerebro".
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06/08/2022 - 05:00 Actualizado: 06/08/2022 - 10:19
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