- A los cortes rusos, se suman otros problemas propios en la red comunitaria
- Los gasoductos de Bacton en Reino Unido se están obstruyendo por lodo
- Total Energies retrasa la reapertura del yacimiento de gas de Tyra
Rusia no es la única pesadilla energética de Europa. Las dificultades propias, en la red comunitaria, o bien siguen encalladas o van apareciendo más, que afectan a nuevos focos. A los continuos problemas de Francia o Alemania, se suman los de Reino Unido y Dinamarca, justo cuando hay que llenar las reservas y reforzar el mercado energético.
Los nuevos puntos de estrés se suman a los ya abiertos por Rusia. Putin sigue presionando y utilizando la energía como chantaje. Algo que ha vuelto a quedar en evidencia este miércoles con la visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a la planta de Siemens Energy en la que se encuentra la turbina reparada del Nord Stream 1.
"Es importante que tengamos claro que esta turbina está lista para usarse en cualquier momento", ha dicho el mandatario. Esa pieza continúa en las instalaciones de la compañía porque, una vez se ha hecho el mantenimiento, Moscú no la ha pedido. "No hay nada que impida que llegue a su destino", ha aclarado Scholz, que pone el balón en el tejado ruso después de haber comprobado in situ la posibilidad de que esta llegue a Gazprom.
Scholz acusa a Rusia de que los problemas técnicos no son reales, sino únicamente una excusa. En todo caso, dependerá de la voluntad de Putin seguir o no aferrándose a ese argumento. Gazprom está enviando combustible a un 20% de su capacidad, lo que hace que Alemania intente buscar otras soluciones.
En ese contexto, Scholz no descarta prolongar la vida de las centrales nucleares. Es un tema que genera debate en su coalición, ya que hay quienes se oponen. El canciller alemán ha dicho este miércoles que optar por esta vía solo arreglaría una pequeña parte del problema, ya que tendrían más energía nuclear para generación eléctrica, pero eso no elimina su dependencia de otros mercados.
Entre tanto, Berlín está quemando más carbón. Sin embargo, tampoco está siendo fácil. El nivel de agua del río Rin está al límite y eso dificulta el transporte de los barcos de mercancías, entre ellas, el carbón. De hecho, el caudal está al límite y, si sigue bajando, no podrá usarse como canal de carga.
Uno de los mayores bancos alemanes, Commerzbank, ha avisado de que un corte total del gas ruso supondría una recesión de la envergadura de la de 2008. De hecho, según Bloomberg, esa entidad ha provisionado más dinero, en torno a 600 millones de euros, por mayores riesgos de crédito si la situación empeora.
Reino Unido
En Reino Unido los problemas proceden del polvo, la tierra y el lodo. La concentración de esas sustancias está obstruyendo uno de los filtros de un gasoducto que envía combustible a Europa. El problema está afectando a la planta de gas de Bacton, al sureste de la isla. La instalación tiene interconexiones con Bélgica y Holanda.
Esa planta ha estado enviando más gas a Europa este año, sin embargo, las complicaciones que está provocando la tierra han obligado a interrumpir los flujos en 24 ocasiones en 2022, cuando lo habitual es que eso ocurra dos veces por ejercicio. Así lo ha explicado la propia instalación en un informe, ya que Holanda solicita el envío de más gas y Bélgica se opone porque no se está cumpliendo con los requisitos normativos.
Según Shell, que opera en Bacton, de allí sale un tercio del gas que se consume en Reino Unido, además de que se exporta e importa desde allí a Europa. Ahora, su capacidad se está viendo mermada por la tierra que se está colando y mezclando en sus conductos.
Francia
En Francia el problema también procede de la naturaleza. En este caso, de la ola de calor. Las altas temperaturas están afectando al rendimiento de los reactores nucleares de EDF, que están operando con limitaciones debido a que los grados de más del agua de los ríos Ródano y Garona están impidiendo que el circuito de refrigeración funcione con normalidad.
EDF ha dicho que la estabilidad de la red no se va a ver comprometida, aunque la compañía tendrá menos capacidad. Francia es un país exportador energético que ahora se está viendo obligado a importar.
Dinamarca
En Dinamarca se está trabajando en la reapertura del yacimiento de gas natural de Tyra, que se cerró por mantenimiento en 2019. Este miércoles, Total Energies, ha dicho que se va a retrasar su apertura, que en un inicio iba a ser junio de 2023. La nueva fecha prevista estará entre finales del año que viene y la primera parte de 2024.
Dinamarca obtenía el gas de Tyra hasta que tuvo que pararse. Desde entonces, el país nórdico recibe el combustible desde Alemania. Sin embargo, Gazprom anunció en junio que cortaba el combustible a Orsted, la compañía danesa encargada de hacer llegar el gas a su territorio desde la locomotora europea.
Desde que terminó 2021, los precios del gas neerlandés de referencia en Europa se han más que triplicado. Este miércoles no hay grandes cambios en la negociación, pero el importe sigue siendo elevado, por encima de los 200 euros el megavatio hora (MWh). Morgan Stanley, en un informe que recoge Bloomberg, calcula que el combustible en Europa se situará en esos niveles, en torno a los 209 euros el MWh en el tercer y cuarto trimestre.