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Era el peor producto de la compañía. Hasta Tim Cook pidió perdón por ello. Ahora roba más usuarios que nunca a la gran G. Algo que agita el fantasma de que una empresa de este tamaño quiera hacer su propio buscador
Hace poco más de una década, en septiembre de 2012, Tim Cook tuvo que hacer algo poco habitual en la historia de Apple: pedir perdón. Que haya ocurrido en contadas ocasiones puede ser porque no haya habido razones para ello o bien porque han escurrido el bulto, pero ese es otro debate. La cuestión es que el gerifalte de Cupertino tuvo que disculparse entonces, comunicado mediante, por un lanzamiento, el de la aplicación de Mapas, que se convirtió en un desastre casi instantáneo. En el comunicado, la propia compañía sugería a los usuarios descargarse alternativas de la competencia como Bing, Waze o incluso Maps.
Lo llamativo de esta situación es que la manzana había creado su propia plataforma para emanciparse de la de Google, a pesar de que todavía les quedaba un año de contrato con sus vecinos de Mountain View cuando se produjo el gran cambio. Aquel producto no tardó en convertirse en el más desastroso de la compañía y probablemente en el más odiado. Esta situación podía haber supuesto un golpe definitivo para el proyecto. Pero no. La compañía siguió trabajando en ello. "Maps ha avanzado mucho y la gente lo nota", dijo el director de software de Apple, Craig Federighi, en la conferencia de desarrolladores que la compañía celebró virtualmente en 2020 por culpa de la pandemia.
Como muestra, un botón
La afirmación era toda una declaración de intenciones y sobre todo la enésima confirmación de que, por fin, tenían algo a la altura de lo que se esperaba. Hace unos días se ha podido tener una nueva muestra de la transformación de Apple Maps, que estrenó una serie de mejoras centradas en España y en Portugal, después de la batería de novedades que supuso la llegada de iOS 17. Los mapas de Madrid, Barcelona o Lisboa tendrán ahora la función Vista Detallada, que básicamente es un conjunto de mejoras que pretenden que los planos sean mucho más útiles y tengan más información.
De esta manera, los que quieran utilizar esta app para moverse en estas ciudades (aún no se sabe cuándo llegarán a nuevos lugares en la geografía nacional) contarán con un sistema de navegación mejorada con señalización vial, la superficie, rutas de transporte público, las medianas, los carriles taxi o para buses públicos así como una mejor visualización de los cruces peatonales.
Cuando uno va al volante, también dispondrá de una función muy útil que le mostrará el trayecto al nivel del asfalto para ver mejor en qué carril tiene que desviarse o entrar a un túnel. Además de mejorar las funciones pensadas para orientarte y manejarte mejor con la app, también han hecho chapa y pintura y han incluido alguna sorpresa visual. Los monumentos más icónicos de las ciudades (Plaza Mayor, Puerta de Alcalá o Sagrada Familia, entre otras) donde funcione esta nueva versión tendrán un diseño destacado que además se iluminará cuando se esté utilizando el modo nocturno.
Para los que se muevan en bicicleta también hay buenas noticias. Apple Maps ofrece indicaciones para los que opten por este medio de transporte. Además de rutas y carriles exclusivos, también ofrecerá información adicional como el perfil de la ruta con base en la altitud que se va a recorrer o puntos donde circular con bici está prohibido y es mejor bajarse e ir andando o talleres de reparación o baños públicos en tu ruta.
Apple vs. Google
Todos estos avances son la guinda que ha hecho que la plataforma de mapas haya pasado de ser un producto desastroso a ser mejor en algunos aspectos, incluso, que el rey de esta categoría, Google Maps. Tras muchos años siendo usuario de ambas apps, me parece que Apple ha conseguido un callejero más limpio, donde es más fácil y rápido enterarse del nombre de la calle o de la dirección de la misma. También tiene una vista inmersiva más cuidada y no tan caótica como la de Street View. Con las nuevas opciones de navegación, también reduce la brecha que le separaba de Google Maps en lo que se refiere a opciones para moverse.
A pesar de todos estos avances y cambios, la de Google sigue siendo la aplicación de este tipo más utilizada del planeta. Y tiene muchas fortalezas. La primera de todas es que es una herramienta bien conocida y bien integrada en el día a día de millones de usuarios. La segunda es que ofrece un funcionamiento estable y que tiene una cobertura más amplia, cubriendo prácticamente toda la geografía, incluso zonas rurales y menos pobladas. La tercera es la cantidad de información adicional que ofrece: no solo ya los locales y los puntos de interés, sino aspectos como la afluencia o las reseñas de cada establecimiento. Este último punto sirve también para entender una diferencia sustancial entre el enfoque de Apple Maps y de Google Maps en torno a la privacidad. La primera vende que es más respetuosa con la información personal del usuario.
Es algo que la manzana ha convertido en una de sus grandes banderas, aunque es cierto que también ha metido un pie en el negocio de la publicidad para aumentar los ingresos de su división de Servicios, la segunda más rentable después del negocio de vender iPhones. Este enfoque tiene ciertos peajes, como no poder ofrecer servicios adicionales como hace Google, basados en los datos y la actividad de los usuarios.
Este tablero es un pequeño adelanto de lo que puede suceder si Apple decide poner en marcha su propio buscador. No es algo teórico, es algo en lo que la empresa lleva años trabajando, como ha quedado demostrado gracias a los testimonios que han ido sucediendo en el juicio por la demanda del Gobierno de EEUU contra Google por prácticas monopolísticas. La empresa de Cupertino fue llamada al estrado por los acuerdos que mantienen con los creadores del buscador más utilizado del planeta. El pacto es sencillo: la manzana pone Google como opción predeterminada en todos sus dispositivos y los de Mountain View sueltan un pastizal por ello, que luego amortizan gracias al número de usuarios del iPhone y del iPad que utilizan sus tecnologías.
El testigo en cuestión fue Eddy Cue, máximo responsable de la división de Servicios, quien aseguró que el acuerdo se sustentaba porque a día de hoy no hay “alternativas válidas a Google”. Durante su declaración, se conoció que se ofreció a Apple comprar Bing, el buscador de Microsoft, una operación que la multinacional de Cupertino desechó finalmente. La cuestión es que este testimonio ha servido para conocer más detalles sobre el motor de búsqueda en el que lleva años trabajando. Un proyecto que internamente se conoce como Pegasus. Al frente de este desarrollo está un ex Google, John Giannandrea. Este ejecutivo es el que está al frente de la estrategia de inteligencia artificial de la empresa.
Pegasus ya está rodando
Una filtración de Mark Gurman, periodista de Bloomberg y una de las personas con más oídos y ojos dentro de la marca, asegura que Apple podría presentar un chatbot y otras herramientas de IA generativa en el marco del proyecto Pegasus. Hay que puntualizar que todo esto es algo que ya está en manos de los usuarios, ya que es una tecnología que se utiliza tanto en Siri como en Spotlight. Este último se trata del buscador que viene integrado con iOS, macOS y iPadOS. Aunque originariamente se utilizaba para buscar contenido local como archivos o programas, desde hace un par de años, también ofrece resultados webs y otros encontrados en sitios como la App Store. ¿Cuál es la relación entre Pegasus y Apple Maps? Pues que, sobre el papel, son casos bastante semejantes. Cuando el fabricante del iPhone tiró por la calle del medio y sacó su propia aplicación de mapas, también tenía un acuerdo firmado con Google, que era hasta ese momento su proveedor con estos fines. Es más, quedaba un año para que el contrato expirase.
Mucha de la audiencia que tiene Apple Maps viene, precisamente, por haberse convertido en la opción predeterminada. Los usuarios pueden descargar Google Maps, pero muchos no lo llegan a hacer porque la app de la manzana ya lo hace sin que tengan que tomar ningún paso adicional. Además, hay otros procesos (como por ejemplo, la app Buscar) donde no existe posibilidad de escoger el proveedor de mapas.
Viendo estos antecedentes, no es una locura pensar ni descartable que la manzana tomase un camino similar. Apple, tanto en el hardware como en el software, lleva años reduciendo su exposición y su dependencia de terceros al máximo, siempre que lo que puede ofrecer y desarrollar internamente cumpla unos estándares de calidad. Es lógico pensar que la firma de Tim Cook no vaya a dar el paso abruptamente, como hizo hace una década, sino que vaya mejorando su motor de búsqueda y madurándolo al máximo, hasta que pueda prescindir del acuerdo con Google. La gran perdedora aquí podría ser la subsidiaria de Alphabet, que se vería privada de gran parte de la base de usuarios. Es cierto que nadie ha conseguido moverle la silla prácticamente en toda su existencia, de la que este 2023 se cumple un cuarto de siglo, pero no es menos cierto que salvo Microsoft, ninguno de los rivales que ha tenido hasta ahora tenían los ingentes recursos, técnicos y financieros, de Apple.
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