- El barril pasó de costar 3 dólares a 20, y en los años 80 ya tocaba los 40
- La situación actual es muy distinta y no es probable que haya repuntes equiparables
- Los analistas esperan volatilidad, pero no subidas similares a las de los 70
En 1973 el mercado mundial de la energía cambió y nunca volvió a ser el mismo, y el origen de esta transición, por la que los precios del petróleo jamás regresaron a los que había en aquel momento, fue la guerra entre el bloque encabezado por Egipto y Siria contra Israel. La situación geopolítica es hoy muy distinta en la región y el impacto para los mercados seguramente será muy diferente que el que se produjo entonces, pero es importante recordar los precedentes para ser conscientes de cómo puede cambiar un conflicto de estas características la situación económica mundial.
El 6 de octubre de 1973, exactamente 50 años antes del ataque de las milicias de Hamás a Israel que se produjo la semana pasada, comenzaba una guerra entre los principales estados árabes de Oriente Medio e Israel, un conflicto que se prolongó durante 19 días, y marcó el final de la era en la que el barril de petróleo se compraba a dígitos 'simples'.
La decisión que tomó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de dejar de exportar petróleo a los países que habían apoyado a Israel en el conflicto, marcó un antes y un después en el precio del recurso energético. El precio del barril que utiliza Bloomberg como referencia para el precio de aquel momento, el Arabian Gulf Arab Light, pasó de los 3 dólares a los 19 en poco más de un lustro, un repunte del 530%, que continuaría en 1979 con la llamada 'segunda crisis del petróleo', derivada de la guerra entre Iraq e Irán.
El incremento de los precios derivado de la guerra del Yom Kippur fue tan violento, que en 1974 la economía estadounidense entró en una recesión económica en toda regla, con cinco trimestres, de los 7 que siguieron al inicio de la crisis, de fuerte contracción del PIB, combinada con una tasa de inflación de más del 12% en 1974, el nivel más alto que se había visto desde la crisis de los años 40. Este es el escenario más grave, para muchos expertos, que puede sufrir una economía: estancamiento junto a inflación disparada, la famosa estanflación que todo el mundo quiere evitar ahora.
El barril pasó en un lustro de 3 a 19 dólares
La situación actual ha cambiado por completo frente a la que había hace 50 años: Estados Unidos tenía entonces una dependencia total del petróleo que compraba fuera de sus fronteras, y aunque ahora sigue siendo un importador neto del barril, sus niveles de producción interna han cambiado enormemente, hasta incluso superar los de Arabia Saudí y Rusia en algunos momentos durante los últimos años.
Especular sobre lo que pueda ocurrir en este momento en el mercado del crudo es muy complicado, o directamente imposible, teniendo en cuenta la cantidad de elementos diferentes que entran en juego (alianzas, intereses geopolíticos y negociaciones imposibles de prever), pero los inversores deben tener siempre presente la posibilidad de que un evento de estas características, los llamados cisnes negros, puedan dar un giro a la situación económica mundial tal y como la conocemos.
A pesar de todo, aunque los analistas sí esperan que pueda haber volatilidad en los precios en el medio plazo debido al conflicto actual, hasta la fecha ninguno ha pronosticado que se vayan a producir fuertes repuntes del barril, ni mucho menos, subidas como las que se sufrieron hace 50 años.
Los años tras la guerra: camino a los 140 dólares
Después de la guerra en Israel de los años 70, y con la situación ya más normalizada, se sucedió, a finales de esa década, otro conflicto bélico en la región que enfrentó a Iraq e Irán, un choque que se prolongó durante 8 años y que volvió a disparar los precios del crudo, en este caso un 97%, pasando de los 19,3 dólares hasta rozar los 40 a mediados de la década. En 1986, sin embargo, los precios se moderaron, y se vivió una etapa de casi 14 años en los que el barril de referencia se movió (con excepciones puntuales) en una horquilla de entre 10,4 y 25 dólares.
En 1999 el crudo volvió a empezar a despertar, y pasó unos años de subidas, con la segunda guerra de Iraq de por medio, que finalizaron con el barril en los 140 dólares en 2008, pocos meses antes de la quiebra de Lehman Brothers. Este todavía es, a día de hoy, el precio más alto que ha alcanzado la cotización del barril en toda la historia.