La decisión supone un avance irreversible en los derechos de los homosexuales, que ya podrán casarse en la mitad del país.
El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó este lunes la revisión de cinco demandas contra el matrimonio homosexual en cinco Estados del país. La decisión supone el respaldo a los dictámenes de cortes de apelaciones que previamente habían dictado a favor de las uniones entre personas del mismo sexo, por lo que estas quedan legalizadas.
La decisión de la máxima institución judicial de EE UU significa que los ciudadanos de la mitad del país, en 24 de sus 50 estados, más el Distrito de Columbia, pueden contraer matrimonio con personas del mismo sexo. Según los expertos, el rechazo de la Corte ha sido una sorpresa, ya que la demanda fue planteada de manera conjunta por cinco Estados y se trata de uno de los asuntos sociales que han marcado el debate público en la última década.
Si 2013 se convirtió en el año de los mayores avances en el ámbito del matrimonio homosexual, 2014 puede ser el de su consolidación. Hace poco más de dieciséis meses que el Supremo revocó la Ley de Defensa de Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), que desde 1996 definía el matrimonio como la unión "entre un hombre y una mujer". Al mismo tiempo, el Tribunal anuló también la Proposición 8, como se conoció a la ley estatal que prohibió estas uniones en California en 2008.
La Corte determinó el año pasado que tanto la Proposición 8 como la ley de Defensa del Matrimonio violaban el derecho a la igualdad de los ciudadanos homosexuales. Al declarar DOMA inconstitucional, obligó también a cambiar más de 1.000 normativas federales condicionadas por la definición de matrimonio y relacionadas con impuestos, derechos de herencia, beneficios en seguros médicos o incluso normas de inmigración.
La decisión del Supremo refleja el profundo cambio que ha sufrido la opinión pública de EE UU con respecto al matrimonio homosexual. Cuando el ahora presidente Obama hizo campaña en 2008, todavía no se podía arriesgar a respaldarlo. Cuatro años después, hizo historia al ser el primer presidente estadounidense en afirmar que “los homosexuales deberían tener derecho a casarse”. El presidente justificó entonces, reconociendo el cambio imparable a su alrededor, que no podía argumentar ante sus hijas por qué algunos de los padres de sus compañeros de colegio podían casarse y otros no.
A partir de ese momento, la Administración Obama anunció que se situaría de parte de los demandantes contra DOMA en el Supremo y dejaría de defender esta ley ante los tribunales. El giro que ha tenido lugar en los últimos dos años, a una velocidad impredecible al comienzo de la década, ha dado un paso más este lunes, con la negativa del Supremo.
El mensaje de este lunes coincide ademas con el enviado en la sentencia de hace dos años. La Corte sigue considerando que este asunto debe ser decidido por parte de los Estados y sus cámaras legislativas, no a nivel federal. De haber aceptado las demandas planteadas por Virginia, Utah, Oklahoma, Indiana y Wisconsin, y si los nueve jueces hubieran decidido después que ninguno de estos Estados pueden prohibir la unión entre personas del mismo sexo, esa sentencia sería vinculante para todo el país, por lo que el matrimonio igualitario quedaría legalizado a nivel federal.
CRISTINA F. PEREDA Washington 6 OCT 2014 - 17:23 CEST
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/10/06/actualidad/1412608574_257338.html
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