Dos voluntarios se sometieron a estas transformaciones, quedando atónitos por la diferencia entre ambas imágenes.
Hay un antes y un después. Dos imágenes paralelas que muestran a la misma persona antes de sumergirse a un producto "mágico" y después de salir a la superficie, completamente cambiada, más estilizada y atractiva.
Esta secuencia se suele repetir en innumerables comerciales de productos que prometen a las personas que perderán peso y mejorarán drásticamente su condición física.
En las fotos que acompañan este artículo se muestran a dos voluntarios que pasan de estar pálidos y fuera de forma a tener un cuerpo bronceado, tonificado y dinámico.
A simple vista es una transformación fascinante, pero el fondo detrás de estas imágenes está más relacionado con una habilidad artística que física.
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Las fotos de "antes y después" reflejan estos cambios, resaltando los beneficios de un supuesto nuevo estilo de vida, en el que predomina el comer bien, hacer más ejercicios y, en muchos casos, el consumo de suplementos vitamínicos o el uso de productos específicos para acelerar el proceso de transformación.
Pero ¿cuánto tiempo pasó entre las fotos del hombre y la mujer de la izquierda hasta que se convirtieron en los de la derecha?
La respuesta es menos de dos horas.
El régimen utilizado en el programa de la BBC Week In Week Out, que investigó sobre esta herramienta publicitaria, consistió en un baño de bronceado artificial, 15 minutos de ejercicio ligero, consejos para mejorar la postura y la ayuda de una sutil iluminación.
"Me impresionó cuando vi por primera vez la diferencia", reconoció Joe, el hombre, a quien también le depilaron el pecho para la sesión de fotos.
"Apenas hicimos algo entre ambas imágenes. Tampoco hubo mucha edición en las fotos. Sólo muestra la basura que deben ser algunos de estos anuncios", advirtió Joe.
¿Cuerpo prefecto?
El negocio que promueve esta dramática mejora física se remonta muchas décadas.
Durante los años 40, el conocido fisiculturista Charles Atlas promocionó sus ejercicios de musculación describiéndose el mismo como un "debilucho de 44 kilos que se convirtió en el hombre más perfectamente desarrollado del mundo".
Sus historias solían ofrecer cuentos de cómo hombres flacos en las playas eran sometidos por hombres más corpulentos, hasta el momento que regresaban y enfrentaban a los matones que habían abusado de ellos tirándoles arena en la cara.
Bajo la ley de Unión Europea, están prohibidos los anuncios de pérdidas rápidas de peso o fotografías de un antes y un después que impliquen ese beneficio.
Lo que no está prohibido es utilizar estas imágenes en relación al aumento de musculatura, pero al usarlas en relación a una producto se puede considerar engañoso.
"Un truco que suelen utilizar los clientes es simplemente evitar las palabras antes y después", dijo el director de la galardonada agencia británica de relaciones públicas RMS.
"Ellos simplemente ponen las fotos una al lado de la otra sin ningún tipo de texto sugiriendo al lector que se trata de fotos de un antes y un después".
Pero las reglas son cada vez más estrictas y advirtien que este tipo de anuncios también serán retirados, como fue especificado por el organismo que regula la publicidad en Reino Unido (ASA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, hay quienes rescatan un aspecto positivo de este tipo de fotografías.
"Puedes ver de manera inmediata cómo crece la confianza y autoestima de los voluntarios cuando ven la foto del después", dijo el fotógrafo Antti Karppinen, quien tomó las imágenes para el programa Week In Week Out.
"Ellos se sorprendieron de lo mucho mejor que se veían. Fue un estímulo para ellos".
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