domingo, 4 de marzo de 2018

"Mamá, te he encontrado en mi Tinder"




ULISES CULEBRO



Situación: estás en casa regodeándote en tu soledad, tu última relación fue la década pasada y la última persona que te entró fue un captador de ONG. Resultado lógico: decides descargarte Tinder y probar suerte. Así, entre deslices a izquierda y derecha, hallas a... ¿tu media naranja?

No. A tu madre.

La situación es delicada. No sabes si rechazarla, darle un like o un superlike, que amor como el de una madre no hay ninguno. Pero, sobre todo... ¿Cómo decirle a tu madre que la has encontrado en una app para ligar?

Lo cierto es que se trata de algo cada vez más usual. Y no es para menos. De acuerdo con los datos que anualmente publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2016 hubo 96.824 divorcios en España (incluidos nulidades y separaciones). La edad media de las mujeres que se separaron fue de 44,4 años. Es decir, las divorciadas son jóvenes y es normal que quieran iniciar nuevas relaciones... Algo que a los hijos les cuesta aceptar.

"Normalmente una situación de este tipo implica una pérdida importante, sobre todo, cuando existen hijos de por medio", explica a Papel Verónica Rodríguez, psicoterapeuta y directora de Coaching Club, un centro dedicado al crecimiento personal y que, entre otras cosas, realiza sesiones con mujeres recién divorciadas. "En este caso, la madre debe lidiar con dos procesos de duelo: el propio y el de los hijos".

Y entre medias, el propio derecho de las madres a rehacer sus vidas y encontrar el amor de nuevo. Es el caso de Adela -nombre ficticio-, que, con 49 años, decidió probar suerte y descargó Tinder en su móvil. La mala suerte quiso que un amigo de su hijo -con un evidente gusto por las mujeres maduras- la encontrara en la aplicación. No hubo match, pero él se lo contó a su hijo... Y a él no le gustó.

"Las madres separadas han logrado, a trompicones, entender y asumir los nuevos procedimientos para buscar pareja que suponen las redes sociales", insiste Rodríguez, conocedora de varios casos que han acudido a su consulta. "Sin embargo, es emocionalmente complicado para alguien que ha llevado un matrimonio complejo y está recientemente separada entender estos nuevos recursos".

Ana María o Lidia, de 52 y 50 años, respectivamente, se registraron en Meetic. Y también las pillaron. La hija de Ana María se escandalizó cuando descubrió la sesión de su madre abierta en este portal de citas y vio los comentarios que sus pretendientes le dejaban.

Las madres, más en el caso de aquellas que ligan por estos nuevos medios, se ven expuestas al "juicio sumarísimo", según la experta, de sus propios hijos. éstos tienden a mantener "lealtades inconscientes" con ambos progenitores, por lo que sienten como una traición la propia intención de iniciar una nueva relación. Ellas, además, sienten una responsabilidad mayor por la cultura familiar con la que se han criado.

No es así en el caso de los hombres. Aunque ellos también se divorcian cada vez más jóvenes -46,8 años, de acuerdo con el INE-, nos topamos con una visión aún machista de las relaciones en nuestra cultura. "No está tan mal visto que los hombres rehagan su vida con inmediatez", argumenta la experta. "Desde la perspectiva masculina, está mucho más naturalizada la posibilidad de una nueva compañía sin que ello plantee una interferencia emocional en el vínculo con los hijos".

Algo que no sucede con las madres. "Las mujeres tienen un perceptible sentimiento de culpa y de vergüenza a la hora de plantearse el tener una nueva pareja y, cuando lo consiguen, no se atreven a compartirlo con sus hijos", abunda Rodríguez.

Si la próxima vez que entres en Tinder te encuentras a tu madre -o a la de un amigo-, tienes tres opciones: rechazarla, darle un megusta... O darle un respiro y que no sólo se le acerquen para salvar perreras.


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