¿Será ético hacer valer que se está inmunizado ante diversas actividades?
La entrega de una tarjeta o carnet vacunal a quien se ponga la vacuna contra la covid propicia cierto debate sobre si se va a poder usar como un pase para acceder a actividades o lugares diversos.
En el Reino Unido se da una tarjeta ( record card ) similar a la que anunció días atrás el Ministerio de Sanidad –la prevé el plan de vacunación–, en que constan el nombre o identificación de la persona, las fechas de inyección de cada dosis, el tipo de vacuna y un teléfono o web para comunicar posibles efectos adversos. Países como EE.UU. también dan cartillas o certificados similares. El Departament de Salut catalán ha dicho que no prevé darlos, que los datos quedarán en el portal La Meva Salut, al que tiene acceso el usuario (aunque se puede hacer una copia).
USO LIMITADO
El presidente de la Asociación de Bioética pide que se limite para evitar la discriminación
Las consejerías autonómicas y Sanidad llevarán un registro con esos datos de la población vacunada e incluso se dijo que constará quién rechace vacunarse, lo que originó polémica política.
En Gran Bretaña ya ha habido debate por las tarjetas vacunales que, en principio, son para que el usuario recuerde cuando se debe poner la segunda dosis o por si debe informar de efectos indeseados de la vacuna. La petición a los vacunados que lleven la tarjeta encima apuntó a un posible uso como ID Covid o un pasaporte que certifique que ya se está libre de covid y originó recelos en grupos de derechos civiles. El ministro encargado de la vacunación, Nadhim Zahawi, dijo que no se utilizarán con tal objetivo, pero no descartó que le den tal uso restaurantes, bares, cines o instalaciones deportivas.
PLAN DE VACUNACIÓN
España prevé una tarjeta con el nombre, las fechas de cada dosis y el tipo de vacuna
El presidente de Andalucía, Juanma Moreno, anunció también que la tarjeta podría servir para acceder a eventos deportivos como partidos de fútbol, para viajar y para facilitarlo señaló que se estudia convertir en un código QR.
Montserrat Esquerda, médica pediatra y presidenta de la Comissió de Deontologia del Consell de Col.legis de Metges de Catalunya, explica que en toda vacunación hay un carnet y un registro con los datos básicos, sea para que el usuario los guarde, para hacer seguimiento de la población vacunada o para tenerla identificada si surgiera un problema con la vacuna. Estos documentos se han usado siempre en vacunación infantil o de adultos. Hay países que exigen en su frontera la tarjeta de la vacuna contra la fiebre amarilla.
Como en otros aspectos, la covid da un giro a las tarjetas vacunales. Aparte de que es dudoso que puedan garantizar que uno ya esté libre de la enfermedad, ¿serían éticos estos posibles usos de cualquier documento que certifique que una persona está vacunada? ¿Se podrá exigir el carnet vacunal para acceder a un trabajo? Estos meses ya se han reclamado pruebas como la PCR o un test de antígenos.
El pasaporte inmunitario, difícil de establecer
“No se ha hecho un debate sobre estos usos de las tarjetas vacunales, solo puntualmente, ante movimientos antivacunas en algún país, pero quizás ahora que, por la covid, afecta a todo el mundo, habrá que hacerlo”, admite Esquerda.
No urge porque se está vacunando a personas de más edad y también al personal sanitario, pero Esquerda ve muy probable que cuando se amplíe la vacunación, haya países que exijan el carnet vacunal para viajar.
Y esta experta en bioética afirma que exigir este carnet no sería ético (y seguramente se podría recurrir legalmente) en casos en que colisione con derechos fundamentales. Como para admitir a un niño en una escuela, pues atacaría el derecho a la educación.
Luis Miguel Pastor García, presidente de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica (AEBI), asegura que podría considerarse un derecho de una persona reflejar que se ha vacunado, pero aconseja dar a la tarjeta vacunal un uso muy restringido. Como mucho, indica, que pudiera usarse en determinados trabajos como ahora se pide un certificado de salud, como una garantía de que se va a estar protegido si se expone al virus, siempre en beneficio del vacunado, no de manera generalizada en cualquier empresa o actividad para certificar que no se es infectivo. “Debería ser un uso muy restringido para evitar que origine cualquier discriminación”, reitera. Así, plantear un uso del carnet vacunal como un pase para acceder a ciertos sitios o actividades, en opinión de Pastor, supondría hacer un uso discriminatorio ante otras personas. Si en un restaurante se exigiera el carnet vacunal para acceder, una persona sana, sin covid, podría decir ¿y por qué yo no? El presidente de la AEBI recuerda además que la vacunación no es obligatoria, así que no se puede exigir el carnet.
Esquerda cree que en usos lúdicos podría ser aceptable pedirlo, siempre que no se discriminara a otras personas. Aunque ella apunta que más que para un uso excluyente de otros, el carnet vacunal sí podría tener usos positivos, igual que en algunos países se incentiva la vacunación infantil entre comunidades marginales haciendo que sea un acceso a beneficios sociales.
“Este debate también se podría tener si hubiera muchas personas que no se quisieran vacunar, pero yo creo que al final habrá muy pocas”, concluye Pastor, quien no ve mal que en el registro de Sanidad conste si alguien no se ha querido vacunar, ya que la vacunación es voluntaria y siempre que no se discrimine por ello a nadie.
MARTA RICART
BARCELONA
01/01/2021 06:56Actualizado a 01/01/2021 08:49
https://www.lavanguardia.com/vida/20210101/6160577/tarjeta-vacunacion-coronavirus-covid.html