jueves, 23 de septiembre de 2021

LA CANCILLER SE DESPIDE ¿Qué dicen las chaquetas y los bolsos de Angela Merkel?



Angela Merkel pasea, con una de sus míticas chaquetas -esta es verde- y junto al Premier chino Li Keqian, frente a la Guardia de Honor del ejército en Pekín, en 2019. Fotos: GETTY IMAGES.



El domingo 26 de septiembre, día de elecciones en Alemania, la cancillería de 16 años de Angela Merkel tocará a su fin. La primera mujer en ostentar el cargo ha dejado huella en la política mundial, acompañada de una particular visión de la moda. La analizamos.


Angela Merkel, que ha practicado la política de austeridad en la Unión Europea y mantenido los comunes valores germanos de sobriedad, disciplina, dedicación y pragmatismo en sus decisiones ha trasladado sus valores a la moda haciendo gala de un estilo muy particular.

Nombrada hasta en 14 ocasiones la mujer más poderosa del mundo según Forbes (la última en 2020), y con el 75% de los alemanes aprobando su gestión según los últimos sondeos, Merkel no es ajena a que su manera de vestir siempre ha estado, con razón o sin ella, en el punto de mira.

Así lo admitía en el periódico alemán 'Die Welt' en 2019. "Llevar un traje azul oscuro 100 días seguidos no es un problema para un hombre, pero si una mujer lleva la misma chaqueta cuatro veces en dos semanas, los ciudadanos escriben cartas al respecto".

De este modo, no llamar la atención pero sobresalir sobre los 'uniformes' de la política masculina ha sido su caballo de batalla durante estos 16 años.


TRAJES SOBRIOS CON CONCESIÓN AL COLOR... Y CON MENSAJE POLÍTICO ESCONDIDO

Dos líderes que apuesta por el color como arma de comunicación: la Reina de Inglaterra y Merkel (en el Castillo de Windsor en 2012).


El estilo de vestir de Angela Merkel ha calado tan hondo que se ha convertido en uno de sus sellos personales y políticos. Tiene hasta un nombre adjudicado, 'The Merkel hip cut' (que se traduciría como 'el corte a la cadera'), que hace referencia a las chaquetas de corte cuadrado y tres botones que caen a la cadera, de las que ha hecho gala durante sus 16 años de cancillería, como señala Cynthia Green, historiadora y escritora experta en identidad cultural, en The Voice of Fashion.

Y es que la moda en Merkel se construye sobre estos pilares: pantalón negro, chaqueta, zapato plano y pelo corto.

Pero no siempre fue así.

Cuenta Patrycia Centeno, experta en comunicación política no verbal y autora, entre otros, de 'Política y Moda, la imagen del poder' (Península), que en sus inicios era más libre a la hora de usar prendas, formas y tejidos más asociados a un estilo femenino. Pero los medios de comunicación le daban demasiada importancia a su estética.

"Rápidamente entendió que el poder solo toleraba un patrón, el masculino, así que optó por la sobriedad del uniforme masculino para ser escuchada", declara Centeno.

Ante el riesgo de resultar aburrida, repetitiva o varonil en comparación con la estética otras líderes, Merkel tomó una decisión que hizo del uniforme masculino el 'atuendo Merkel' y la ha acompañado más de una década: aportó color cuando todo era en blanco y negro.



Las chaquetas cuadradas de tres botones, en algunos de los colores que tiene en su armario.


Sabe bien Merkel, al igual que la Reina de Inglaterra, que una prenda, vestido o sombrero de color (en el caso de la alemana, su sempiterna chaqueta) hacen que su imagen destaque entre la multitud y se la distinga a la perfección en cualquier fotografía grupal.

Su armario acoge chaquetas en todos los colores posibles, además de para destacar, para comunicar. Silvia Regnitter-Prehn, artista y experta alemana en la comunicación a través de los colores, ha comentado en más de una ocasión que Merkel usa el verde cuando tiene que hacer comunicados difíciles; los rosas y naranjas cuando quiere darle un aire más abierto e informal a sus encuentros, y el azul le sirve como color para transmitir objetividad y equilibrio, por eso suele usarlo en las visitas internacionales.

En definitiva, los tonos alegres la ayudan cuando la ciudadanía o ella misma precisan un chute de energía; los más sobrios cuando la situación requiere seriedad y discreción. "Incluso alguna vez ha expresado con el color de su chaqueta a quién prefería como socio de gobierno", reduerda Patrycia Centeno.


EN EL OJO DEL HURACÁN... POR UN ESCOTE

El 'famoso' escote de la Ópera de Oslo en 2009. Una y no más.


Cuando Merkel comentaba que su estética da que hablar lo hacía con conocimiento de causa. En 2009, para la inauguración de la Ópera de Oslo, su vestido escotado dio más titulares que su medidas políticas: 'Merkel saca pecho' o 'Merkel' enseña escote'.

Más sorprendida que ofendida (las tablas y el puesto obligan), hasta el viceportavoz del gobierno entonces, Thomas Steg, tuvo que declarar que ella no esperaba provocar tal furor con el traje de noche, no era sino un intento de salir de la rigidez del vestuario de un jefe de Gobierno en una noche de ópera.

Si la elección estilística fue acertada o errónea, si los comentarios estuvieron fuera de lugar, queda a gusto del consumidor; lo que sí demostró, sin duda, para Patrycia Centeno, fue la 'apetencia' de la canciller de salirse por una vez de las normas que comporta el cargo.

Nunca más ha 'osado' Merkel un estilismo tan atrevido, pero sí dejó una reflexión en la televisión alemana ZDF: "No hubiera existido ninguna discusión como esta si se hubiera tratado de un hombre".


CUANDO LOS ACCESORIOS HABLAN...


En 2011, con su Longchamp de 300 euros naranja ácido al hombro.


Si Christine Lagarde ha convertido sus pañuelos de seda de Hermés en seña de identidad o, en el terreno masculino, el ministro griego Yanis Varoufakis transformó la 'chupa' de cuero en la suyo, Angela Merkel ha hecho lo propio con sus bolsos de Longchamp.

Usa un modelo grande y lo tiene en diferentes colores, pero fue uno de un naranja flúor (valorado en 310 euros entonces) el que llamó la atención en un discurso en 2011 en defensa del euro. Y todo tenía un sentido: "El bolso era XL, donde cabe todo, y 'casualmente' hablaba del mercado y del euro. Y era de una firma clásica francesa, en un discurso donde trataba de Europa".


... Y LAS MARCAS EUROPEAS DE MODA EUROPEA TAMBIÉN

En Berlín en 2014, de rojo para recibir a al Primer Ministro francés Manuel Valls.


Sin duda, la elección de las marcas que ha exhibido en su carrera también ha hablado por Merkel.

Ha apostado por firmas alemanas para sus eternas chaquetas (Bettina Schoenback o Anna von Griesheim, señala Cynthia Green en The Voice of Fashion) pero también ha 'apoyado' al resto de Europa con firmas francesas, como Longchamp, o italianas -ahí quedan los mocasines de Calzaturificio Brunate que calzó en el 60 aniversario del Tratado de Europa en Roma en 2017-.

Lejos de verse como un acto antipatriótico, hay que subrayar, señala Centeno, que "Merkel también se ha convertido en la gran líder europea".

Si recordaremos para siempre los trajes de chaqueta con los que se 'armaba' Margaret Thatcher, el look de Angela Markel no se queda atrás como símbolo de una época y una manera de hacer política.

"Tiene su propio estilo, que expresa madurez y seguridad. Es conservadora -no ha revolucionado el atuendo político femenino-, pero tolera la pluralidad, por eso se viste de todos los colores; práctica, porque no invierte demasiado en pensar qué se pondrá, solo considera la psicología cromática, y sobria", resume Patrycia Centeno.

Con sus chaquetas de colores y sus pantalones negros, "Merkel no ha querido eclipsar su trayectoria política con su imagen pero ha creado un estilo propio y solo los líderes que pasan a la posteridad lo tienen", concluye Centeno.




MARTA SOTILLO
Actualizado Miércoles, 22 septiembre 2021 - 08:09
https://www.elmundo.es/yodona/mujeres-influyentes/2021/09/22/6149ad9afc6c83a37c8b461f.html