jueves, 30 de septiembre de 2021

LOS PRECIOS ROMPEN BARRERAS HISTÓRICAS: Tormenta perfecta: petróleo, luz, gas y carbón ponen en jaque la economía mundial


Una plataforma petrolera. (EFE)


Los precios de la energía han puesto en alerta la economía mundial. Luz, gas, carbón y petróleo están por las nubes. El planeta vive una carrera feroz por aprovisionarse de energía




Primero fue la luz, después el gas y ahora el petróleo. Y, por si fuera poco, el carbón se ha sumado a la ‘fiesta’. Las materias primas fundamentales para el funcionamiento del sistema productivo bailan al unísono. Y todas con la misma música e idéntica armonía vocal: fuertes alzas que han puesto en jaque la economía mundial. Lo que temen los operadores es una crisis energética global, de ahí que estén acaparando existencias para no quedarse cortos y poder cumplir los contratos. El problema es que la producción no da para más en medio de una frenética carrera entre China y Europa por asegurarse el abastecimiento de cara al invierno en el hemisferio norte, lo que es un claro incentivo para que los precios sigan subiendo.

El barril de crudo del Mar del Norte (159 litros) superó ayer los 80 dólares, máximo en tres años, y acumula ya una subida del 50% en el año, mientras que el gas, en el mercado diario del European Energy Exchange (EEX), que integra tanto el mercado 'spot' como el de derivados, ha alcanzado los 76,1 euros el megavatio hora (MWh), lo que supone un 73% de incremento respecto del pasado 15 de agosto. La electricidad en el mercado mayorista ibérico, por su parte, ya ha sobrepasado la barrera psicológica de los 200 euros MWh en determinadas horas del día.

En definitiva, una tormenta casi perfecta que llega en plena reactivación de la actividad económica global, lo que alienta la subida de los precios y compromete la recuperación. Incluso, pone a prueba la ambiciosa agenda sobre el cambio climático desplegada por la Unión Europea por las consecuencias que tiene la escalada de precios de la energía sobre el bolsillo de los consumidores en forma de inflación. En la Conferencia de Glasgow (COP26) de dentro de un mes, se hablará mucho de ello. Nunca antes se habían visualizado con tanta claridad los efectos que tiene la lucha contra el cambio climático sobre las economías domésticas.




El carbón, por las nubes

Bruselas es quien más empuja a una descarbonización de la economía, mientras que China y EEUU arrastran los pies. Pero, paradójicamente, y ante la escasez y carestía del gas, lo que se está produciendo es un aumento de la demanda de carbón en Europa para la generación de energía. Esto explica que el precio del carbón —tras el abandono en los últimos años de muchas instalaciones y con una caída en picado de la inversión— prácticamente se haya triplicado en el último año, hasta los 210 dólares la tonelada métrica. Un claro ejemplo de que el mercado busca cualquier clase de energía para garantizarse el suministro, aunque sea altamente contaminante y vaya contra la descarbonización.


En la escalada, también influye de forma relevante, además de una menor disponibilidad de viento en los últimos meses, como apunta la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el hecho de que la industria china haya reducido su consumo de carbón en el marco de la lucha contra el cambio climático. En particular, por la cercanía de los Juegos Olímpicos de Invierno a partir del próximo 4 de febrero en Pekín. ¿La consecuencia? Su industria se ha visto obligada a ser muy dependiente de la producción de gas, sometida a fuertes tensiones por razones geoestratégicas.

La capacidad de suministro del Nord Stream 2, entre Rusia y Alemania por el Báltico, está aún rodeada de incertidumbres y algunos analistas barajan la idea de que Putin estaría presionando al regulador reduciendo las exportaciones de gas para que acelere los permisos administrativos. Influye también en las actuales tensiones de una manera determinante el bajo nivel de existencias. En parte, porque la industria no ha invertido lo suficiente en los últimos años para atender ahora los incrementos de demanda tras el levantamiento de las restricciones por el covid, lo que ha impulsado la economía.


Temporada de calefacción

Los datos de AGSI+, que recopila toda la información sobre almacenamiento de gas en Europa, muestran que si hace un año, por estas mismas fechas, las existencias suponían el 94,8% de la capacidad total, hoy se alcanza el 73,9%, lo que da idea de las necesidades de suministro ante la llegada del invierno. En España, el nivel de existencias se sitúa en el 72,8% de la capacidad instalada. Esos registros son muy inferiores a la media de los últimos cinco años.

Las interrupciones en el suministro de gas han sido frecuentes en los últimos meses, en ocasiones por razones técnicas, por ejemplo, en Noruega, pero también políticas. Rusia, uno de los principales productores del planeta, estaría cumpliendo sus contratos con sus clientes europeos, según la AIE, pero sus exportaciones todavía están por debajo de su nivel de 2019. La Agencia cree que Rusia "podría hacer más para garantizar que el almacenamiento alcance los niveles adecuados para atender la temporada de calefacción invernal".


Viaje a Argel

Argelia, otro de los gigantes del mercado del gas, ha amenazado también con cortar el grifo del gasoducto que pasa por Marruecos con destino a España, lo que explica que el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, haya anunciado un viaje a Argel para garantizar que no hay cortes en el suministro. Viajará acompañado de los presidentes de Naturgy, Franciso Reynés, y Enagás, Antonio Llardén, que es el operador del sistema.

Se estarían cumpliendo, de esta manera, las previsiones que hizo Goldman Sachs, uno de los operadores más activos del mundo en materias primas, a finales del año pasado de que el planeta se aproximaba a un nuevo superciclo, similar al de los primeros años dos mil, por lo que recomendaba a sus clientes sobreponderar en su cartera.

El banco de inversión estima que el petróleo se situará en torno a los 90 dólares a final de año, diez dólares más que lo estimado hace unos meses. Esta revisión explica en parte que sus analistas, al igual que Nomura, Fitch o S&P, hayan recortado cuatro décimas (hasta el 7,8%) sus últimas previsiones sobre el crecimiento en China debido a las restricciones en el consumo de energía por razones medioambientales. China tiene previsto alcanzar el pico de emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 y lograr la neutralidad en 2060.

Algunos 'hedge funds' ya están registrando fuertes ganancias de hasta el 40% por su apuesta por las materias primas. Los superciclos se producen cuando de forma estructural, no coyuntural, se registra un desajuste entre oferta y demanda, como sucedió a principios de siglo, cuando China, con un crecimiento anual superior al 8%, y tras su ingreso en la OMC, impulsó los precios al necesitar cantidades ingentes de hidrocarburos para que funcionara su industria. El petróleo llegó a superar los 135 dólares el barril en 2008.

La actual crisis lo que ha hecho es afianzar los vínculos entre el precio de la energía y del gas en el marco de la lucha contra el cambio climático. El gas es una herramienta fundamental para ajustar oferta y demanda en el mercado de la electricidad, ya que es una tecnología de respaldo cuando no existe suficiente cobertura de renovables. En la medida en que avance la transición energética, será menos relevante, pero hoy es esencial para asegurar el abastecimiento. El mundo sigue dependiendo de los hidrocarburos de toda la vida.




Por
Carlos Sánchez
29/09/2021 - 05:00
Tormenta perfecta: petróleo, luz, gas y carbón ponen en jaque la economía mundial (elconfidencial.com)
www.elconfidencial.com/economia/2021-09-29/tormenta-perfecta-petroleo-luz-gas-carbon-jaque-economia-mundial_3297787/