- Muchos sectores se enfrentan a una fuerte escasez de mano de obra a medio plazo
- Las rentas salariales han recuperado parte del protagonismo perdido en el PIB
- "Las fuerzas se inclinan a favor de los trabajadores por primera vez en décadas"
La pandemia del covid-19 tuvo un impacto devastador sobre el mercado laboral en el año 2020. Más de 114 millones de personas perdieron su empleo en 2020, según la Organización Internacional del Trabajo. Un número aún mayor vio recortadas sus horas de actividad y sus salarios.
Todo hacía indicar que 2021 sería un año duro. Las previsiones no parecían halagüeñas para el mercado laboral, ni para los trabajadores a medio plazo. Sin embargo y contra todo pronóstico, las redes de seguridad desplegadas por los gobiernos y la fuerte recuperación económica están devolviendo parte del poder a los salarios y al trabajador, al menos hasta la fecha.
Contra todo pronóstico, lo que se está viendo este año es una escasez de mano de obra en algunos sectores y ramas de actividad, que está haciendo subir los salarios. Esta es una tendencia inesperada en el mercado laboral. La fuerte y rápida recuperación no solo está rebajando el numero de personas Erte y las tasas de paro, sino que además está devolviendo al trabajador parte del poder de negociación perdido en las últimas décadas.
El resultado de lo anterior son unos salarios al alza y una mejora de las condiciones laborales de buena parte de los trabajadores, incluso de los empleados que se encuentran en las ramas de actividad que suelen ofrecer los trabajadores más 'precarios', como pueden ser la hostelería u otros servicios. Además, las ayudas públicas durante la pandemia han protegido las rentas salariales, mientras que los beneficios se hundían (soportaban buena parte del golpe), lo que ha elevado el peso de los salarios en el PIB a niveles de hace años. Una tendencia que podría continuar en los próximos años si la creación de empleo mantiene un buen ritmo.
No obstante, hasta la fecha son las economías anglosajonas (sobre todo EEUU) son las que presentan unos mercados laborales más ajustados o estrechos (tight) en términos generales, pero en otros países también pueden observarse ciertos problemas para encontrar personal en algunos sectores como la construcción, el transporte o la hostelería.
Katherine Davidson, gestora de renta variable global de Schroders, asegura que "puede parecer contrario a la lógica, pero la recuperación postpandemia está provocando una escasez de mano de obra, lo que hace que los salarios suban y que la correlación de fuerzas se incline a favor de los trabajadores por primera vez en décadas".
No hay trabajadores
En el caso de EEUU, la mitad de las empresas tienen dificultades para cubrir uno o más puestos de trabajo. La situación es similar en el Reino Unido. En el caso de España se atisban ciertos problemas en el sector de la construcción, la fontanería, albañilería y en la hostelería, aunque en este caso solo en puntos concretos del país y en fechas determinadas (temporada turística).
Una de las consecuencias de los confinamientos ha sido la creación de una bolsa de ahorro que ahora se está canalizando hacia la vivienda. El precio de los inmuebles sube, mientras que las empresas construcción tienen dificultades para encontrar el personal necesario y ciertos materiales, lo que está elevando sobremanera los costes, según confirman fuentes del sector a elEconomista.
"El levantamiento del confinamiento se ha traducido en un aumento del gasto de los consumidores, ya que el entusiasmo por la reapertura coincidió con una economía de los hogares sólida tras un año de ahorro obligado", asegura la experta de Schroders en una nota.
Los consumidores han sorprendido tras una vuelta por todo lo grande en la que está dominando el gasto en ocio y nuevas experiencias para recuperar el tiempo perdido y reactivar su paralizada vida social. Mientras tanto, las empresas que han estado prácticamente cerradas durante el último año han tenido dificultades para adaptarse a la repentina oleada de demanda, sobre todo porque las medidas adoptadas contra el covid-19, como algunas limitaciones de aforo, servicios nuevos o medidas de limpieza extra, aumentan la intensidad de la mano de obra y reducen la capacidad de la oferta en algunos casos.
Algunas empresas están desesperadas. Davidson explica que como los puestos no se cubren, las empresas están recurriendo a métodos inusuales para atraer a los trabajadores. Un restaurante McDonald's de Florida está ofreciendo 50 dólares a quienes se presenten a las entrevistas de trabajo (otros regalan teléfonos). Pese a este incentivo, no está existiendo gran diferencia en esta campaña de contratación respecto a otras.
El miedo al covid, un posible cambio en las preferencias de los trabajadores, el ahorro acumulado o las ayudas públicas podrían estar agudizando esta escasez de trabajadores, que en principio debería ser temporal. Mientras que esta tendencia predomine, los trabajadores seguirán recuperando su poder de negociación y, probablemente, los salarios ganarán cuota en la renta nacional (salarios, excedente bruto de explotación e impuestos), algo que ya ha ocurrido durante 2020, por ejemplo en España, pero en este caso se debe a una mayor caída de los beneficios respecto a los salarios, que se han protegido en mayor medida.
Davidson comenta que la teoría económica dice que cuando la demanda supera a la oferta, los precios (es decir, los salarios) suben. Esto debería restablecer el equilibrio atrayendo a los trabajadores no activos a la fuerza de trabajo, y/o amortiguar la demanda a medida que la inflación salarial se traslada a los precios más altos de las comidas y las estancias en hoteles. De hecho, hay pruebas tanto en el Reino Unido como en Estados Unidos de que esto está ocurriendo, especialmente en los sectores del comercio minorista y la hostelería.
La economista de Schroders sentencia que por ahora y teniendo en cuenta todo lo anterior, "la balanza de poder se ha desplazado hacia el trabajador por primera vez en décadas. Los empleados aprovechan su nueva posición negociadora para exigir más a sus empleadores: quieren salarios decentes, progresión profesional y mayor flexibilidad en su trabajo".