viernes, 24 de septiembre de 2021

Vacunas contra el coronavirus: ¿por qué podrían desperdiciarse 241 millones de dosis?

 

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Los países más ricos del mundo acumulan millones de vacunas contra la covid-19 y siguen cerrando contratos con farmacéuticas, mientras algunos de los países más pobres todavía no han vacunado al 2% de su población.

Las estadísticas son contundentes: el excedente asciende a 1.200 millones de dosis, según un informe de Airfinity, una empresa de análisis de datos científicos que investiga el suministro global.

Una quinta parte de esas dosis -241 millones de vacunas- podría desperdiciarse si los países ricos no las donan.

Son vacunas que Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Japón no van a necesitar incluso aunque comenzaran a administrar una tercera dosis de refuerzo, pero que los países más pobres no pueden aceptar a menos que les queden un mínimo de dos meses de caducidad.

Mientras tanto, poco más de la mitad de la población mundial no ha recibido ni siquiera una dosis de la vacuna.

En América Latina, solo una de cada cuatro personas está completamente vacunada contra la covid-19, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en un informe publicado el 1 de septiembre.

"Más de un tercio de los países de nuestra región aún no han vacunado al 20% de su población. Y en algunos lugares, la cobertura es mucho menor", explicó la directora de la OPS, Carissa F. Etienne.

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En América Latina, solo una de cada cuatro personas está completamente vacunada contra la covid.

"Las tasas de vacunación siguen estando por debajo del 20% en varios países del Caribe y Sudamérica, y la cobertura sigue siendo de un solo dígito en naciones centroamericanas como Guatemala, Honduras y Nicaragua. [...] Lamentablemente, los países con alta cobertura son la excepción en nuestra Región", remarcó.

En cuanto a las cifras globales, según Human Rights Watch, el 75% de las vacunas contra la covid han sido enviadas a 10 países.

La Economist Intelligence Unit calculó que la mitad de todas las vacunas fabricadas hasta ahora solamente han llegado al 15% de la población mundial; los países más ricos del mundo administran 100 veces más vacunas que los más pobres.

Agathe Demarais, autora principal del estudio sobre las vacunas de The Economist, dice que no se tomaron en serio las promesas hechas al respecto: "Lo hemos visto mucho y sabemos que nunca va a suceder", asegura.

¿Cuántas vacunas se prometieron y cuántas fueron entregadas?

La diferencia entre dosis que se prometieron entregar y las que efectivamente fueron entregadas es abismal.

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Los países ricos podrían tener 1.200 millones de dosis más de las que necesitan para fin de año, mientras otros no llegan al 2% de vacunación.

En junio, los miembros del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) se comprometieron a donar 1.000 millones de dosis a países pobres durante el año siguiente.

Reino Unido comprometió 100 millones a esa promesa; hasta ahora, ha donado algo menos de nueve millones.

El presidente estadounidense Joe Biden prometió 580 millones, de los cuales Estados Unidos ha entregado hasta ahora 140 millones.

La Unión Europea prometió 250 millones de dosis para finales de año; ha enviado alrededor del 8% de ellas.

Los fallos del Covax

Varios países de ingresos medios compraron vacunas a través del Covax, el plan global respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar que las dosis se distribuyen de manera equitativa entre todas las naciones.

A través de la alianza se compran y luego se venden vacunas a bajo costo a países de ingresos medios, y son donadas a países pobres.

Pero el Covax se ha enfrentado a un importante problema de suministro.

Planeaban distribuir 2.000 millones de dosis en 2021. La mayoría de ellas provenían de una instalación en India, pero cuando una segunda ola de infecciones paralizó el país asiático en mayo, el gobierno emitió una prohibición de exportación.

Desde entonces, el Covax se ha basado en dosis donadas por países ricos y el suministro ha sido muy lento.

"Actualmente, las dosis tienden a compartirse en volúmenes bajos, con poca antelación y con fechas de vencimiento más cortas que las ideales, lo cual hace que sea un gran esfuerzo logístico asignarlas y entregarlas a países capaces de absorberlas", le dijo a la BBC Aurélia Nguyen, directora ejecutiva del programa Covax.

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Millones de vacunas corren el riesgo de ser desperdiciadas si no se toman medidas.

¿Por qué los países ricos tienen un excedente?

El excedente no se debe para nada a un problema de suministro global.

Según el estudio de Airfinity, los fabricantes de vacunas están produciendo actualmente unas 1.500 millones de dosis cada mes. Habrán producido 11.000 millones de dosis para final de año.

"Están produciendo una gran cantidad de dosis. Se ha incrementado enormemente en los últimos tres o cuatro meses", dice el doctor Matt Linley, investigador principal de Airfinity.

"No creo que los países ricos fueran necesariamente codiciosos, es más que no sabían qué vacunas iban a funcionar, así que tuvieron que comprar varios tipos de ellas", añade Linley.

Con su reciente investigación, Airfinity espera mostrar a los gobiernos que existe un suministro saludable de vacunas y que no necesitan mantener excedentes.

En lugar de eso, pueden donar lo que no necesitan ahora y estar seguros de que se producirán más dosis en los próximos meses.

"No quieren que [una posible falta de dosis] los pille desprevenidos", le dice a la BBC Agathe Demarais. "También se trata de presión política interna porque parte del electorado probablemente estaría muy descontento de ver que se donan vacunas, si existe la sensación de que todavía se necesitan en 'casa'".

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La presión política puede ser un factor determinante de la acumulación de vacunas.

El gobierno británico dice que no tiene una reserva de vacunas y ha llegado a un acuerdo con Australia para compartir cuatro millones de dosis que serán devueltas de la asignación de Australia a finales de año.

"El suministro y la entrega de vacunas se han gestionado cuidadosamente en Reino Unido para ofrecer a todos los que cumplen los requisitos la oportunidad de vacunarse lo antes posible", dice un vocero del Departamento de Salud y Asistencia Social.

La semana que viene se celebrará en Nueva York, EE.UU., el segmento de alto nivel de la Asamblea General de la ONU. Su presidente, el embajador de Maldivas, Abdulá Shahid, dijo que planea convocar a una reunión con líderes y expertos para discutir cómo cerrar la brecha en el acceso a las vacunas.

Las miradas también están puestas en una cumbre anunciada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el próximo miércoles para pedir a los líderes mundiales que se comprometan a vacunar al 70% de la población mundial para septiembre del próximo año.

Falta de compromiso

Aurélia Nguyen cree que los gobiernos no son los únicos que deben actuar.

"También necesitamos que los fabricantes cumplan con sus compromisos públicos con Covax y nos den prioridad sobre los acuerdos bilaterales con naciones que ya tienen dosis suficientes".

"Si los fabricantes globales de vacunas están produciendo 1.500 millones de dosis cada mes, la pregunta que debe hacerse es: ¿por qué tan pocas llegan a los países pobres?"

"Donde la necesidad de Covax es mayor, los gobiernos deberían cambiar su lugar en la cola para que podamos obtener las dosis que hemos ordenado con anterioridad".


  • Redacción
  • BBC News Mundo