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Santeri Viinamäki, CC BY-SA 4.0 , via Wikimedia Commons
La compañía de Facebook tiene más de 1.000 empleados que inspeccionan los contenidos que son denunciados
WhatsApp completó en el 2016, dos años después de ser comprado por Facebook, el proceso para encriptar sus mensajes de extremo a extremo. Esta característica implica que la app de mensajería sólo permite que una vez que el emisor envía un mensaje, este queda cifrado de forma que solo puede ser desbloqueado por el receptor. La web ProPublica asegura que las garantías que ofrece la compañía tecnológica "no son ciertas" y que tiene un extenso equipo de trabajadores que examinan millones de contenidos enviados por sus usuarios. Facebook afirma que la denuncia se debe a un malentendido del medio de comunicación.
ProPublica, una organización periodística de gran reputación, explica en un extenso reportaje que WhatsApp dispone de más de 1.000 trabajadores contratados en edificios de oficinas en Austin (Texas), Dublín y Singapur que se dedica a revisar millones de contenidos de los usuarios. Los mensajes que examinan son, aquellos que han sido denunciados por usuarios de WhatsApp como inapropiados, que son inspeccionados después por un sistema de inteligencia artificial. Las personas que analizan los mensajes tratan todo tipo de contenidos denunciados, como fraude, spam, pornografía infantil y hasta terrorismo "normalmente en menos de un minuto".
Una denuncia a la Comisión de Valores de EE.UU. "alega que las afirmaciones de la compañía sobre la protección de la privacidad de los usuarios son falsas"
El reportaje se hace eco de una denuncia confidencial presentada el año pasado ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) que "detalla el amplio uso que hace WhatsApp de contratistas externos, sistemas de inteligencia artificial e información de cuentas para examinar los mensajes, imágenes y vídeos de los usuarios". Según ProPublica, la acusación "alega que las afirmaciones de la compañía sobre la protección de la privacidad de los usuarios son falsas".
Los empleados que revisan los mensajes tienen acceso a los contenidos privados en el momento en que un usuario pulsa el botón de denunciar dentro de la app por, presuntamente, violar las condiciones del servicio. El procedimiento reenvía al equipo de revisión cinco mensajes, el denunciado y los cuatro anteriores, junto con las imágenes o vídeos que pudieran contener. Todo llega descodificado.
Una inteligencia artificial escanea datos no cifrados que WhatsApp recopila de los usuarios y los compara con información de la cuenta
Los sistemas automatizados que utiliza WhatsApp introducen estas entradas en colas calificadas como "reactivas" para que los trabajadores puedan evaluarlas. El cifrado desaparece en lo que atañe a esos mensajes. El procedimiento genera una segunda colas, las proactivas, que son examinadas por la inteligencia artificial, que escanea datos no cifrados que WhatsApp recopila de los usuarios y los compara con la información de la cuenta y sus patrones de publicación.
Según ProPublica, "los datos no encriptados disponibles para el escrutinio son amplios. Incluyen los nombres y las imágenes de perfil de los grupos de WhatsApp de un usuario, así como su número de teléfono, la foto de perfil, el mensaje de estado, el nivel de batería del teléfono, el idioma y la zona horaria, el identificador único del teléfono móvil y la dirección IP, la intensidad de la señal inalámbrica y el sistema operativo del teléfono". Además se presenta "una lista de sus dispositivos electrónicos, cualquier cuenta de Facebook e Instagram relacionada, la última vez que utilizó la aplicación y cualquier historial de infracciones anteriores".
Facebook asegura que la información de ProPublica se basa en un malentendido y que los mensajes denunciados se encriptan con la red social como nuevo receptor
Facebook ha respondido que la denuncia de ProPublica se basa en un malentendido. Según la red social, cuando se denuncia un mensaje recibido, este se reenvía automáticamente a Facebook y que es entonces cuando el mensaje ya está descifrado. En este nuevo envío queda cifrado de extremo a extremo para Facebook, que se convierte en nuevo destinatario.