- Un informe de la Universidad de Yale analiza el impacto de las sanciones internacionales
Han pasado 163 días desde que se dio inicio a la guerra entre Rusia y Ucrania, y toca hacer balance. Si bien en la jornada del día 145 informamos sobre la estrategia rusa para mantener su economía y anticiparse al aislamiento económico global, un reciente documento realizado por investigadores y economistas de la Universidad de Yale, evidencia la "desesperación" en las finanzas de Putin, por el masivo éxodo empresarial y el efecto de las sanciones internacionales.
En una primera instancia, un grupo de expertos en economía y política que analizaron el caso ruso y sus métodos para evitar el hundimiento, llegaron a un consenso respecto de que Putin estableció una "línea de defensa económica" y una "rígida preparación" para la llegada del aislamiento global. Sumado a la estabilidad del rublo gracias a la enorme recaudación de ingresos por petróleo y gas.
"Oscuro" presente y futuro ruso
Sin embargo, tras seis meses del inicio de la invasión, y pese al fortalecimiento económico, las finanzas de Putin parecen no ir tan bien. Las sanciones occidentales y el éxodo corporativo generalizado de Rusia, que se aplicaron desde el 24 de febrero han "devastado" la economía rusa, y sus perspectivas futuras parecen aún más "sombrías" según el informe de Yale, que es dirigido por Jeffrey Sonnenfeld, profesor de la Escuela de Administración de Yale y senior decano asociado de estudios de liderazgo.
"Ahora está claro que las finanzas del Kremlin están en una situación mucho más desesperada de lo que se entiende convencionalmente y que las retiradas y sanciones comerciales a gran escala están paralizando catastróficamente la economía rusa", señalan los investigadores.
En esta línea, más de 1.000 empresas, incluidas firmas estadounidenses como Nike, IBM y la consultora Bain, han reducido sus operaciones en Rusia. Aunque algunas empresas se han quedado, el "éxodo corporativo masivo representa el 40% del PIB de Rusia y revierte el valor de 30 años de inversión extranjera", cifra el informe de Yale.
Crisis tecnológica
Dentro de las consecuencias que ha traído el aislamiento de la economía global, está la crisis tecnológica. "La economía nacional depende en gran medida de las importaciones en todas las industrias con pocas excepciones", dice el informe.
Al respecto, se han detenido en gran medida el flujo de tecnología importada de teléfonos inteligentes a servidores de datos y equipos de red, lo que ha puesto a prueba la industria tecnológica local rusa. Como ejemplo de esta crisis, Yandex, la versión de Google en el país, se está quedando sin los chips semiconductores que necesita para sus servidores.
El vacío occidental
Al mismo tiempo el informe de Yale detalla que la producción interna de Rusia "se ha paralizado por completo, sin capacidad para reemplazar los negocios, productos y talentos perdidos". Los productores y fabricantes rusos no pueden llenar los vacíos dejados por el colapso de las importaciones occidentales. El sector de telecomunicaciones de Rusia, por ejemplo, ahora espera apoyarse en China, India e Israel para suministrar equipos 5G.
Sanciones con repercusión a largo plazo
La oscura posición económica de Rusia significa que enfrenta desafíos a largo plazo aún más "graves". Las sanciones no están diseñadas para causar una crisis financiera "inmediata" o un "colapso" económico, sino que son herramientas a largo plazo para "debilitar" la economía de una nación mientras la aíslan de los mercados globales, sentencia el informe.