Europa siempre ha sido considerada como una vía de escape para los chinos con gran poder adquisitivo. Los constantes bloqueos pandémicos y las tensiones políticas del gigante asiático han terminado siendo dos buenos motivos para la huida. En los últimos años, uno de sus lugares favoritos ha sido Portugal, que ofrece las llamadas "visas doradas", programas que otorgan derechos de residencia basados en una inversión inicial de 350.000 y 500.000 euros, respectivamente.
Este motivo, más el del clima y el de un estilo de vida relajado, atrajo a miles de chinos durante la última década, ayudando a remodelar el paisaje urbano de Portugal como parte de una ola de dinero nuevo que alcanzó los 1.000 millones de dólares anuales en su punto máximo en 2014, según informa Bloomberg.
"Muchos chinos realizaron inversiones después del programa de la visa dorada y comenzaron a trabajar con el país", aseguró Bernardo Mendia, secretario general de la Cámara de Comercio e Industria Portugal-China.
De hecho, tal y como indica la consultora de migración de inversiones, Henley & Partners, 10.000 residentes de alto poder adquisitivo buscan sacar de China este año 48.000 millones. "Muchos piensan que las visas doradas son un boleto dorado, pero no es así. Son mucho más que eso: una inversión segura que dará un alto rendimiento", apunta Alexandra Victoria-Bonte, cofundadora de la inmobiliaria One Stop Properties.
Portugal restringe las "visas doradas" en Lisboa, Oporto y las ciudades costeras de alta densidad
Sin embargo, todo esto no parece que vuelva a repetirse. Por lo menos hasta dentro de un tiempo, y es que los chinos ricos se están topando con el impedimento por parte de ambos gobiernos. Por un lado, desde Portugal han restringido el programa de "visas doradas" en Lisboa, Oporto y las ciudades costeras de alta densidad, con el objetivo de impulsar a las zonas menos desarrolladas.
Mientras tanto, en China, las autoridades gubernamentales también han presentado impedimentos sutiles, como retrasar las renovaciones de pasaportes y cuestionar por qué ciertos documentos necesitan ser notariados.
Aparte de todo lo que conlleva el Covid (bloqueos pandémicos, etc.), Portugal cuenta con un proceso de solicitud que requiere una entrevista en persona, algo que las restricciones de viaje de China han hecho casi imposible. Estas razones han provocado que este 2022 se perfile como el primer año en el que los chinos no serán el grupo más grande que obtiene las "visas doradas".
Cambio de planes
Las consecuencias de estos argumentos ya se están dejando notar en el país europeo. Según datos del Servicio de Inmigración y Fronteras de Portugal e Investment Migration Insider, solo el 16% de los solicitantes exitosos son chinos en lo que va del año, frente al 81% en 2014.
Por todo esto, las empresas de migración están cambiando su enfoque a otros mercados, como Grecia y Malta, ya que, en estos momentos, las visas doradas ahora representan tan solo el 3% de las transacciones inmobiliarias en Portugal, según Paulo Silva, director de la consultora inmobiliaria Savills en Portugal.