El problema con las burbujas en el mercado de valores es que
son difíciles de identificar.
En un determinado momento unos aseguran que todavía hay espacio para que las
acciones suban más, mientras otros consideran lo contrario.
Pero uno de los indicadores de una burbuja, dicen los analistas, es cuando un
gran número de firmas que no generan beneficios tratan de vender acciones en
bolsa.
Es por este motivo que la tendencia a salir a bolsa entre empresas de
internet y tecnología en Estados Unidos -siguiendo la estela de Facebook y
Twitter- genera preocupación.
El fenómeno Candy Crush
Este martes, King, la firma detrás de la saga Candy Crush, fue valorada en
más de US$7.000 millones después de que la compañía anunciara su salida a
bolsa.
A diferencia de otras firmas tecnológicas, King hace dinero, y vio sus
ingresos aumentar de US$64 millones en 2011 a US$7.000 millones en 2013.
Pero esta abrupta subida genera algunas dudas entre analistas preocupados de
que el fenómeno de Candy Crush sea tan sólo algo puntual.
Ian D'Souza, profesor de comportamiento financiero de la Universidad de Nueva
York, dice que la tendencia está empezando a parecerse a la burbuja de las
".com" en 2000.
"Uno de los grandes indicadores de una burbuja es cuando compañías jóvenes
tratan de acceder a grandes cantidades de capital en bolsa", dice.
"Hemos visto una proliferación de estas compañías a un ritmo acelerado en los
últimos seis meses".
Empresas sin beneficios
D'Souza afirma que cerca del 75% de las entradas en bolsa recientes han sido
llevadas a cabo por firmas con pérdidas.
En los meses anteriores a la caída de la bolsa de 2000, el 80% de las ofertas
públicas fueron hechas por este tipo de compañías.
"No es sólo un mercado caldeado, sino supercaldeado si lo comparas con la
mayor bubuja de todos los tiempos en cuanto a ofertas públicas", añade.
Algunas de estas empresas con pérdidas, como Twitter, Groupon o Zynga, han
atraído inversiones en los últimos años y han generado grandes revalorizaciones
como resultado de su salida en bolsa.
Mientras tanto, otras como Weibo, la versión china de Twitter, también
revelaron planes para reunir cientos de millones de dólares en inversión a
través de la venta de sus acciones en Estados Unidos.
Beneficios a futuro
Pero analistas dicen que son optimistas sobre estas compañías porque han
logrado reunir a un sustancial número de usuarios de base, y que si pueden
rentabilizar su popularidad, podrían empezar a generar ingresos.
Kathleen Smith, inversora de la firma Renaissance Capital, dice que la
capacidad de firmas como Twitter para generar grandes cantidades de dinero es a
futuro.
"Así que los inversores lo ven y dicen: 'esta compañía vale esto porque puedo
ver que su modelo de negocio es capaz de aumentar sus beneficios. Quiero pagar
este precio asumiendo que este crecimiento va a quedar demostrado'".
Diferente a la locura de 2000
Smith añade que el número de Ofertas públicas de venta han aumentado
sustancialmente este año. en 2014 hay 53 empresas en Estados Unidos que han
reunido un capital de US$8.500 millones. Sin embargo, señala, esto es la mitad
de lo que vimos durante el mismo periodo en 2000.
También apunta que hay otro indicador: el comportamiento de las nuevas
acciones en su primer día en bolsa.
En 1999 más de 100 compañías vieron el precio de sus acciones duplicarse el
primer día, en 2000 fueron 80. En 2014 sólo ha pasado con cuatro.
"Esta es una diferencia entre lo que estamos viendo y la pequeña locura que
tuvo lugar entre 1999 y 2000", destaca.
Añade que el hecho de que los inversores estén ansiosos sobre una posible
burbuja es "una buena cosa para el mercado".
Impresión falsa
Sin embargo, D'Souza alega que no son las grandes firmas las que están
preocupadas, sino las pequeñas que quieren sacar provecho del optimismo
alrededor de las acciones como un todo.
"Tenemos argumentos como: 'Este es el Facebook de China o el YouTube de
Rusia'", dice. "Lo que estás haciendo desde un punto de vista psicológico es que
te anclas en estos nombres bien conocidos", agrega.
Explica que estas comparaciones crean la falsa impresión de que estas firmas
serán tan exitosas como las que usamos para compararlas.
Pero D'Souza dice que su mayor preocupación es que, aunque los inversores
aparentemente reconocen que las burbujas son creadas en el mercado tecnológico,
parece que aun así quieren trabajar dentro de ellas.
"Ahora estamos tratando de calibrar dónde están los ciclos de las burbujas,
más que hacer la pregunta de si la valoración inicial de una compañía es la
correcta", dice.
Puneet Pal Singh BBC Última actualización: Miércoles, 26 de marzo de 2014
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