"Es como si me hubieran dado un Oscar político a mejor actor de
reparto", dijo Vladislav Surkov, asesor del presidente de Rusia Vladimir Putin,
al enterarse de que formaba parte de los sancionados por Occidente por la
actuación de su país en Crimea.
Surkov dijo que lo consideraba un gran honor y un reconocimiento a sus
servicios a Rusia.
"Lo que me interesa de EE.UU. es (el rapero) Tupac Shakur, (el poeta) Allen
Ginsberg y (el pintor) Jackson Pollock, y no necesito una visa para acceder a su
obra. Así que no pierdo nada", agregó.
Medido con esta vara, el impacto de las sanciones parece ser irrisorio. No
parecen hacer mella en "el drama más significativo que vive el área
Euroatlántica desde el final de la Segunda Guerra Mundial", como llamó a la
crisis en Crimea el corresponsal diplomático de la BBC, Jonathan Marcus.
En las últimas dos semanas, se detuvo el diálogo acerca de un mayor
acercamiento económico entre la Unión Europea y Rusia; se suspendieron los
preparativos para la próxima cumbre del G8 en Sochi; Reino Unido puso freno a su
cooperación militar con Rusia (aunque su escala es mínima para ambas partes);
los británicos, franceses y estadounidenses cancelaron ejercicios navales
conjuntos con Moscú.
Y tras el referendo del domingo en el que Crimea optó por independizarse de
Ucrania, Estados Unidos congeló los bienes de 11 individuos vinculados al
Kremlin y les impuso restricciones de visado; la UE hizo lo mismo con 21
personas cercanas al presidente ruso Vladimir Putin. Su asesor, Surkov, es uno
de ellos.
Con indiferencia a esta colección de supuestos castigos, este martes Putin
anunció en el parlamento ruso la anexión de Crimea, que se prevé sea formalmente
aprobada este viernes (los parlamentarios aplaudieron de pie al presidente;
todos los parlamentarios).
Más de lo mismo
Como reacción al anuncio, líderes de la Unión Europea se reunirán el jueves
en Bruselas para determinar la imposición de nuevas y -dijeron- más duras
sanciones.
La lista de posibles afectados supera los 100 nombres. Podrían penalizar a
ricos empresariso rusos y otras personas con intereses en EE.UU. y la UE.
Existen también opciones diplomáticas: expulsar a Rusia de organismos
internacionales, como la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario
Internacional o el Banco Mundial.
El canciller ruso Sergei Lavrov advirtió que la imposición de sanciones es
inaceptable (se lo hizo saber por teléfono al secretario de Estado de EE.UU.,
John Kerry) y que habrá consecuencias.
Occidente no querrá llegar al punto en el que se cortan demasiados espacios
de diálogo con Rusia.
En febrero, Donald Jensen, exfuncionario de la embajada de EE.UU. en la
capital rusa y hoy analista del Center for Transatlantic Relations, le había
dicho a la BBC que "la Casa blanca tiene otros asuntos en los que tiene genuino
interés en interactuar con Moscú: Siria (Rusia puede hacerse escuchar por el
presdiente Bashar al Asad), Irán (para avanzar en las inspecciones nucleares) y
el comercio".
Mucho de lo dicho por Jensen todavía tiene validez.
Cabe recordar, además, que Rusia ocupa uno de los asientos permanentes del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que ha utilizado recientemente su
poder de veto para bloquear iniciativas para intervenir en el conflicto
sirio.
El rompecabezas económico
Las potencias occidentales también han barajado sanciones en forma de
restricciones a importaciones y exportaciones.
Gazprom, la gigante empresa de energía Rusa podría ser un objetivo; se podría
excluir de la lista de concursos para contratos de exportación de gas a la UE.
También se podría restringir el acceso de bancos y corporaciones rusas a
financiación.
Pero ninguna de esas opciones es sencilla, ni está libre de
consecuencias.
En el sector bancario, por ejemplo, estima Nina Schick, de la consultora Open
Europe, compañías rusas tienen en sus libros US$653.000 de deuda extranjera.
Eso impica que todo impacto financiero en Rusia tendría repercusiones en
Europa y EE.UU.clic
Socios comerciales
Más aún, la Unión Europea es el principal socio comercial de Rusia. Su
intercambio de US$267.000 millones en 2012 (según cifras de Eurostat) fue casi
un 50% superior a la suma del comercio ruso con los siguientes nueve países con
que más intercambios registra.
La UE importa enormes cantidades de gas y petróleo de Rusia (mucho del cual
atraviesa Ucrania), y su principal destino es Alemania.
El 84% de las exportaciones de petróleo y el 76% de gas natural rusos van a
Europa, según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU.
Rusia compra de la UE maquinaria, equipamiento de transporte, productos
químicos, medicamentos y productos agriculturales.
Pero la balanza comercial es decididamene favorable para Rusia.
Gas y petróleo
Si el comercio entre ellos se cortara, o si Rusia cerrara el despacho de gas,
perdería miles y miles de millones. Pero la industrial Alemania se quedaría sin
recursos energéticos vitales.
En 2013 EE.UU. compró productos y servicios por US$26.900 a Rusia, más del
doble de lo que exportó al país euroasiático.
Pero EE.UU. importa solo un 5% del petróleo ruso y tiene grandes reservas sin
consumir.
Tal vez por eso Gary Clyde Hufbauer, especialista estadounidense en
diplomacia financiera y analista del Peterson Institute for International
Economics, cree que EE.UU. tendría menos dificultades que la UE a la hora de
imponer nuevas sanciones contra Moscú.
Hufbauer cree que el Congreso de EE.UU. le pedirá al presidente Barack Obama
que profundice las sanciones.
Según el analista, la mejor opción de EE.UU. para presionar al Kremlin es
recurrir a sus reservas estratégicas de petróleo, incrementando sus despachos
del combustible para reducir su precio y golpear económicamente a Rusia (eso
podría, no obstante, afectar ala petroeconomía de Arabia Saudita, aliada de
EE.UU. en Medio Oriente).
De haber nuevas sanciones de la UE, le dijo Hufbauer a la BBC, "el
contragolpe de Rusia podría afectar con más fuerza a Alemania".
Otros analistas también han estimado que el mundo podría recurrir a las
crecientes reservas de gas que se han descubierto en años recientes, como en
EE.UU.
Si Rusia cerrara el grifo a la UE, dicen, podrían enviarse de otros países
embarcaciones con gas natural licuado (GNL) para satisfacer la demanda de
Alemania y otros de los grandes importadores europeos.
El canciller británico, William Hague es uno de los que cree que Europa
podría acelerar el reemplazo del gas ruso por otras fuentes, aunque reconoce que
sólo es algo que funcionaría en el largo plazo.
En un artículo reciente, el diario Financial Times sugiere que "mientras las
importaciones de GNL pueden suavizar la amenaza de que se repita el trastorno
sufrido por países como Francia o Grecia en 2009, cuando Rusia cortó el
suministro de gas a Ucrania por una disputa contractual, no harán que los países
europeos se vuelvan indiferentes a sus relaciones con Rusia".
La City de Londres
Unos días atrás, circuló la fotografía de un documento que un funcionario
británico llevaba a una reunión de gabinete de su país.
Allí se leía que Reino Unido "no debe por lo pronto respaldar sanciones
comerciales o cerrar el centro financiero de Londres (la City) a los rusos".
En 2011 las inversiones rusas en Reino Unido sumaron US$11.000 millones,
convirtiéndolo en el sexto destino de inversiones rusas por volumen.
Además, Reino Unido también tiene inversiones en Rusia, principalmente a
través de la petrolera BP, propietaria de un 20% del principal productor de
petróleo ruso, Rosneft.
En 2012 más de 600 empresas británicas operaban en el país más grande del
mundo.
Oportunidad para la OTAN
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió este miércoles con
los líderes de Letonia y Lituania, dos pequeños estados del Báltico que -como
Ucrania- limitan con Rusia.
Les aseguró que EE.UU. está listo para defender a esas naciones y a Estonia,
todos miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que
fundaron EE.UU. y sus aliados europeos tras la Segunda Guerra y que hoy forman
28 países, muchos de la órbita de la ex Unión Soviética.
Biden había hecho una promesa semejante el martes en Polonia, también parte
de esa alianza militar.
La crisis en Crimea haberse convertido en una oportunidad para revitalizar la
OTAN, que ahora puede volver a jugar un rol clave como contrapeso de Moscú y
regresar a sus orígenes (nació como herramienta disuasoria frente al poderío
militar soviético).
Más aún, explica el corresponsal de asuntos diplomáticos de la BBC, Jonathan
Marcus, "los actuales sucesos coincidieron fortuitamente con el despliegue de
aviones de EE.UU. en una misión de vigilancia para la OTAN sobre el Báltico, y
EE.UU. ha enviado refuerzos, además de otros que viajaron a Polonia".
No obstante Marcus se pregunta si "la alianza atlántica será capaz de
equiparar sus capacidades defensivas a sus cualidades retóricas".
Es una posibilidad que cobra relevancia al contrastarla con la meta de Putin
de volver a convertir a Rusia en un gran poder global.
El presidente no ha ocultado su nostalgia por la Unión Soviética (cuya
disolución fue "la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX", según él) y no ha
dudado en defender su zona de influencia.
En 2008 intervino en Osetia del Sur y Abjasia en la guerra con Georgia. Ahora
avanza en la anexión de Crimea.
Quién escribe el guión
"No, no sé qué ocurrirá ahora. Pregúntenle a Putin". Las palabras son de del
corresponsal del diario británico The Telegraph en Moscú, Roland Oliphant.
Las publicó en Twitter y sintentizan a la perfección el estado de suspenso en
que el mundo está siguiendo el devenir los sucesos que tienen lugar en Crimea y
Ucrania.
Un suspenso cuyo guión, aunque es actuado por Ucrania, la Unión Europea,
Estados Unidos, Rusia, China y Naciones Unidas, parece hoy escrito por una única
mano: la del presidente de Rusia.
Una mano, que hasta ahora, no han podido desviar los otros actores de este
drama.
En cifras
- La UE es el principal socio comercial de Rusia. Su intercambio en 2012 fue de US$267.000.
- El intercambio de Rusia con la UE es un 50% superior al que tiene con los otros nueve de sus principales socios comerciales sumados.
- El 84% de las exportaciones de petróleo y el 76% de gas natural rusos van a Europa.
- EE.UU. importa un 5% del petróleo ruso.
- En 2013 EE.UU. registró US$26.900 de importaciones desde Rusia, más del doble de lo que exportó al país euroasiático.
- En 2011 las inversiones rusas en Reino Unido sumaron US$11.000 millones.
- La petrolera británica BP es propietaria de un 20% del principal productor de petróleo ruso, Rosneft.
- En 2012 más de 600 empresas británicas operaban en Rusia.
- Compañías rusas tienen en sus libros US$653.000 de deuda extranjera.
Redacción BBC Mundo 19/03/2014
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