sábado, 12 de abril de 2014

China y el riesgo de deflación en EE.UU. y la UE amenazan la economía global

 
 

 
 
 
El panorama de la economía mundial parece haberse ensombrecido en los últimos días, producto de los renovados signos de desaceleración de China y el riesgo de que la caída de precios que ha aquejado a Japón en los últimos años se expanda a Estados Unidos y la zona euro.
 
El primer ministro chino brindó el jueves la señal más pública hasta la fecha de que Beijing prepara un nuevo enfriamiento, lo que le otorga a las autoridades un mayor margen de maniobra para no cumplir la meta oficial de crecimiento por primera vez en una década y media. Las declaraciones coincidieron con el anuncio de una sorpresiva caída en las exportaciones de marzo.
 
El premier Li Keqiang dijo ante un grupo de líderes globales reunidos en el Foro Boao para Asia que el crecimiento del país estaría levemente por encima o por debajo de la meta oficial de 7,5%. Mientras hablaba, la oficina de aduanas informaba que las exportaciones descendieron en marzo 6,6% contra el mismo mes de 2013 y que las importaciones de materiales de procesamiento —lo que alude principalmente a componentes utilizados en la fabricación de iPhones y otros productos electrónicos ensamblados en China para luego ser en su mayor parte exportados — bajaron 11,3%.
 
El gobierno trata de hallar un delicado equilibrio entre estimular la economía y seguir su agenda de reformas. La desaceleración de China, la segunda economía del mundo después de EE.UU., disminuye inevitablemente el crecimiento global .
 
Qinwei Wang, analista de la consultora británica Capital Economics, prevé que las economías más afectadas por la desaceleración de China serían las más ligadas a la minería, como Australia, Brasil, Chile y Sudáfrica.
 
Li, el primer ministro, subrayó en su intervención en el Foro Boao para Asia, un encuentro de líderes políticos y empresariales que se realiza una vez al año en un balneario del sur del país, que el gobierno no intervendrá con medidas enérgicas para reactivar la economía a la primera señal de problemas. "No recurriremos a fuertes medidas de estímulo de corto plazo debido solamente a fluctuaciones temporales", dijo.
 
China afronta también la desaceleración de su mercado inmobiliario, dudas en torno a la deuda y el gasto y menores retornos de la economía. El consumo interno, considerado un importante motor del crecimiento futuro, no ha llenado el vacío. "La presión a la baja sobre el crecimiento económico sigue ahí", indicó Li. "No podemos subestimar estas dificultades".
 
Los retos de China se suman a los que enfrentan EE.UU. y Europa. A la Reserva Federal le preocupa que la inflación del país permanezca en niveles bajos, la señal más reciente de las dudas de los bancos centrales acerca de la salud de la economía mundial.
 
La Fed comenzó el año con la esperanza de que el fortalecimiento de la economía estadounidense elevara los precios al consumidor desde 1% a la meta de 2% asociada a un nivel de actividad saludable. No obstante, cuando ya han transcurrido más de tres meses marcados por un invierno inclemente que parece haber desacelerado el crecimiento, casi no hay evidencia de un alza de la inflación.
 
Las autoridades de la Fed expresaron sus dudas acerca de la baja inflación durante su reunión de política del mes pasado, según las minutas del encuentro.
 
La baja inflación es uno de los temas que domina la agenda de la reunión de ministros de Hacienda y presidentes de bancos centrales que tendrá lugar este fin de semana en Washington bajo el alero del Fondo Monetario Internacional. El Banco de Japón trata de dejar atrás más de una década de deflación intermitente mientras que la inflación en Europa se acerca a cero.
 
"Opinamos que también hay un riesgo de deflación, inflación negativa. Y opinamos que, de ocurrir, esto dificultará mucho el ajuste, tanto a nivel del euro, e incluso más en la periferia", advirtió Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, al divulgar el martes las proyecciones actualizadas del organismo, que rebajan los pronósticos de crecimiento y de inflación para 2014 y 2015. "Creemos que hay que hacer todo lo posible para tratar de evitarlo".
 
A primera vista, una caída en los precios al consumidor suena como un regalo del cielo porque reduce los gastos de las familias. Pero cuando se asocia a modestos aumentos salariales y de las ganancias de las empresas, un exceso de capacidad y una débil demanda global, como en la actualidad, es considerada como un problema económico que desincentiva la inversión y el empleo.
 
El FMI ha dirigido algunas de sus críticas más severas hacia el Banco Central Europeo, al que ha acusado de no hacer lo suficiente para que la inflación supere su actual nivel de menos de 1%. El BCE, al igual que la Fed, prevé un incremento de la inflación este año, pero siente una mayor presión para tomar cartas en el asunto.
 
Bruce Kasman, economista jefe de J.P. Morgan Chase, dice que la inflación también pierde fuerza en las economías en desarrollo, en especial China. Esto, señala, les quita presión a los bancos centrales de países como India y Turquía para que suban las tasas de interés con el fin de prevenir un sobrecalentamiento de sus economías. "Dentro de seis meses, creo que veremos que la inflación en los mercados emergentes será significativamente menos que hace un año", aseveró.
 
Desde la salida de la crisis que empezó en 2008, los críticos han advertido a los banqueros centrales de que sus políticas de bajas tasas de interés podrían impulsar el alza de los precios debido a la abundancia de capitales que crearían aquellas políticas.
 
Pero la debilidad de la demanda en muchas economías desarrolladas, más un exceso de oferta en países como China, ha frenado la subida de precios por parte de las empresas. "La inflación por debajo de las metas es un fenómeno global, y es difícil confiar que las autoridades alrededor del mundo vayan a tener en cuenta la verdadera magnitud del desafío", dijo Charles Evans, presidente del Banco de la Reserva Federal en Chicago.
 
El sector del aluminio ofrece una clara visión de las fuerzas globales que mantienen a raya la inflación. Los precios del aluminio están cayendo por tercer año consecutivo, lo que ha mermado las ganancias de los principales productores del mundo y los ha obligado a reducir su capacidad.
 
Los precios del aluminio crudo en la Bolsa de Metales de Londres han caído 35% desde abril de 2011 para rondar US$1.800 la tonelada. El costo promedio de producir aluminio crudo en una fundición es de cerca de US$2.000 la tonelada, de modo que muchas fundiciones en todo el mundo operan a pérdida.
 
En algún momento, la sobreoferta desaparecerá, pero todavía falta para que se llegue a ese equilibrio. Alcoa Inc., principal productor de aluminio del mundo por ingresos, anunció una pérdida neta de US$178 millones en el primer trimestre, frente a una ganancia neta de US$149 millones en igual lapso del año previo. Alcoa recortó su producción en 10% . La rusa Rusal PLC, el principal productor por volumen, contempla recortar 8% de su producción.

 
Por JON HILSENRATH, RICHARD SILK  MARK MAGNIER John Miller y Ben Leubsdorf

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