El proyecto supone una inversión de USD$50 millones y abarcará, en principio algo menos de cinco hectáreas de terreno.
Dicen que será el vecindario más futurista diseñado hasta ahora: una zona industrial abandonada de Toronto, Canadá, que espera recibir a las primeras familias a partir de 2022.
Pero algunos ya están cuestionando el precio a pagar: la cesión de datos personales.
Sidewalks Labs, firma de proyectos urbanísticos de Alpabeth, la casa matriz de Google, será la encargada de hacer que este barrio inteligente se convierta en realidad. Es un plan de US$50 millones y 4,8 hectáreas a las orillas del lago Ontario.
Incluye viviendas, comercios, oficinas y parques donde la innovación, lainteligencia artificial y la conectividad estarán en el centro de las relaciones del vecindario.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, prometió que el proyecto crearía "tecnologías que nos ayudarán a construir comunidades más inteligentes, más verdes, más inclusivas".
Barrio "inteligente"
Esta visión futurista que planea Sidewalks Labs cuenta con miles de sensores de movimiento que controlarán quién entra y sale del área residencial. Otros tantos medirán el consumo de agua y electricidad de los vecinos y detectarán el número de plazas de aparcamiento disponibles.
Las viviendas serán bajas y de un material sostenible lo que las hará, prometen, más accesibles y baratas.
Los robots recogerán la compra y tirarán la basura. El transporte se hará en bicicleta o en vehículos eléctricos autónomos y los residentes podrán hacer pagos y acceder a diferentes servicios gracias al reconocimiento facial.
El barrio busca también atraer a empresas tecnológicas: Google, obviamente, será la primera en abrir oficinas allí. Toronto es una de las ciudades de Norteamérica donde abundan las empresas tecnológicas.
Pero para que todo esto funcione, se necesita que los residentes confíen la cesión de sus datos en los operadores del proyecto y, en última instancia, a Google, un grande de la tecnología.
Una comunidad "medible"
"Esperamos que Quayside se convierta en la comunidad más medible del mundo. No habrá otro lugar en el que los investigadores tengan acceso a una plataforma con datos tan confiables y estandarizados", puede leerse en uno de los documentos que Sidewalks Labs tiene colgado en internet donde también asegura su compromiso con la protección de datos.
La compañía también está llevando a cabo mesas redondas y sesiones informativas de forma periódica con la intención de que los ciudadanos puedan disipar preocupaciones y dudas.
Muchas de ellas, admiten, referentes al almacenamiento de datos pero también al diseño en sí. Sidewalks Labs asegura en varios documentos en su web que cuenta con una política "estricta y respetuosa" sobre el manejo de datos de los residentes.
Sin embargo, tras escándalos como los de Cambridge Analytica, algunos desconfían de lo que Google pueda hacer con tanta información.
Bianca Wylie, es cofundadora de Tech Reset Canada, una asociación civil de vecinos de Toronto.
Wylie le dijo al Financial Times que el proyecto "no se trata de investigación científica para mejorar las condiciones urbanas, se trata de utilizar a los residentes de Toronto como especímenes de prueba para los planes globales de desarrollo de productos de Alphabet".
Jathan Sadowski, investigador en ética de las tecnologías, también criticó el proyecto en el diario The Guardian. "Google quiere dirigir ciudades sin pasar por las urnas", declaró.
Los vecinos quieren conocer más detalles de cómo se llevará a cabo el proyecto, pero la firma ha retrasado la publicación de un documento que debiera darse a conocer a partir de octubre y por el que ahora habrá que esperar al menos hasta el próximo año.
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