Una mujer pasea por un parque en Long Island, Nueva York, donde Amazon estudia instalar su segunda sede. REUTERS
La revolución no es sólo digital. La voracidad de los grandes gigantes tecnológicos de Silicon Valley ya ha comenzado a transformar el ecosistema urbano de varios puntos de la geografía estadounidense. Para lugares como Long Island City (Nueva York), Crystal City (Virginia) y Sunnyvale (California), el pronóstico es más que halagüeño después de ser seleccionados por Amazon y Google para ampliar su vasta huella en forma de miles de metros cuadrados de nuevas oficinas en 2019, un fenómeno al que también se han apuntado Facebook y Apple.
Se espera una inyección monumental de capital, una lluvia copiosa de empleos y una transformación considerable de infraestructuras, vivienda y servicios derivados de la onda expansiva. Bienvenidos a la era de las ciudades tecnológicas.
En Silicon Valley ya existen estos inmensos campus desde hace tiempo y suenan al paraíso terrenal del trabajador: espacios abiertos y verdes, pletóricos de luz y con actividades para sumirse en un hedonismo intermitente durante la jornada laboral. Yoga, gimnasios, spas con masajes subvencionados por la empresa, cortes de pelo gratuitos, chefs de primera en las cafeterías... Son ciudades a pequeña escala con un abanico de servicios para cubrir todas las necesidades del empleado. Y lo que es más importante, representan una fuente inagotable de puestos de trabajo y millones de dólares en concepto de impuestos para las localidades que las albergan.
En Seattle, la llegada de Amazon ha supuesto una transformación radical para la principal urbe del estado de Washington. En sólo ocho años, el gigante del comercio digital ha generado 40.000 empleos y el precio medio de la vivienda se ha revalorizado un 80%.
Suben los precios y el empleo
Por eso el proceso de selección de un segundo centro de operaciones ha durado más de un año, y sin duda por eso en Queens y en Virginia se andan frotando las manos ante lo que se avecina. Se espera que sólo en Long Island City, Amazon genere 25.000 puestos de trabajo directos y otros 67.000 indirectos. "Si cada uno de esos 25.000 trabajadores consume dos cafés al día o una porción de pizza, imagínese lo que puede significar para la economía local", calcula con emoción Tom Grech, presidente y CEO de la Cámara de Comercio de Queens.
Grech tilda la noticia de "fantástica" para Long Island City, "quizá la mejor de los últimos 75 años para Nueva York, justo detrás del desembarco de la industria financiera a Wall Street".
No será, eso sí, un lugar barato donde instalarse. "Con medio millón de dólares en Long Island City te alcanza para un estudio", asegura a EL MUNDO Donna Rubertone, mánager de ventas para Astoria y Long Island City de Daniel Gale, una agencia inmobiliaria local. "Hace falta un millón de dólares, al menos, para comprarse algo decente en esta zona, y con la llegada de Amazon estoy segura de que el precio se irá por las nubes. Ya hemos visto movimiento en las últimas semanas de gente comprando condominios como inversión para alquilar".
La llegada de la firma fundada por Jeff Bezos producirá también, de acuerdo a Rubertone, un efecto en cascada. "La gente tendrá que irse hacia el este de Queens y Long Island para encontrar algo asequible".
También en el área de Washington están listos para la llegada del mastodonte. Amazon invertirá 2.500 millones de dólares en la construcción de un espacio de oficinas de 372.000 metros cuadrados en el norte de Virginia. El emporio de Bezos calcula que creará 25.000 puestos de empleo y que generará unos 3.200 millones de dólares para las arcas del estado en dos décadas. De momento, eso sí, empezará recibiendo cerca de 1.000 millones de dólares en incentivos, una cantidad similar a la que le entregará el estado de Nueva York.
La de Google, sin embargo, será una inversión directa. La multinacional anunció que planea invertir 1.000 millones de dólares en la construcción de nuevas oficinas, 158.000 metros cuadrados para un complejo modernista entre Soho y Greenwich Village, en Manhattan. También Apple confirmó la construcción de un gran campus en Austin, Texas, para albergar a 5.000 empleados, parte de un proceso de expansión que incluirá nuevas contrataciones y espacio de oficina en Los Ángeles, Nueva York, San Diego y Seattle.
Facebook, por cierto, también está negociando su incorporación a lo que ya se ha apodado en la Gran Manzana como Silicon Alley. Zuckerberg y su gente quieren quedarse con el 63 de Madison Avenue en Manhattan, de 80.000 metros cuadrados. No parece haber límites para su voracidad.
PABLO SCARPELLINI
Los Ángeles
1 ENE. 2019 19:15
https://www.elmundo.es/economia/empresas/2019/01/01/5c291c6efc6c8304098b45ae.html
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