La nueva tendencia de beber leche materna en adultos (Aliseenko / Getty Images/iStockphoto)
Conoce sus peligros
Para muchos probar la leche materna puede resultar una experiencia ‘desagradable o asquerosa’, ya que el hecho de que provenga de un ser humano les produce cierto repelús o rechazo, mientras que otros tienen una enorme curiosidad por descubrir cómo es su sabor.
De hecho, no son pocas las madres que deciden probar su propia leche. En un capitulo de ‘Friends’, Phoebey decide catarla bajo la mirada de disgusto de sus amigos hasta que Ross decide secundarla. Tampoco es extraño encontrar webs donde algunas madres venden o donan ese nuevo ‘oro líquido’ –tal y como lo han bautizado– y por el que se llegan a pagar grandes cantidades.
Es el caso de Only The Breast, una comunidad de madres estadounidenses que llegan facturar unos 18.000 euros al año vendiendo su excedente a adultos desconocidos para su consumo. Del mismo modo, Rafaela Lamprou también se dio cuenta de lo lucrativo que resultaba este negocio. Tras dar a luz a su primer hijo, comenzó a almacenar en el congelador toda la leche que le sobraba y a venderla por Internet a otras madres que la necesitaban.
Los peligros de consumir leche materna
Andy Cohen, presentador estadounidense, bebió en directo en su programa Watch What Happens Live with Andy Cohen la leche de Amber Tamblyn, actriz invitada y conocida por su papel en Joana de Arcadia. La interprete confesó que tanto ella como su marido habían tomado un vaso y les había parecido deliciosa. Pero la anécdota no solo quedó ahí, también aseguró haber probado la de su amiga y compañera de profesión, Blake Lively. De manera que, no solo están unidas por el rodaje de ‘Uno para todas’, sino que ahora además son ‘hermanas de leche’.
Así queda demostrado que algunos no tienen reparos en consumirla, sin embargo, no todo el mundo piensa lo mismo. Tamaña debió ser la sorpresa de los compañeros de oficina de la mujer que decidió compartir una foto viral en Reddit y Facebook donde, tras terminar harta de los constantes hurtos de su leche en la nevera común, decidió poner un cartelito en el que advertía de su procedencia que rezaba así:
“¡Buenos días! A quien ha estado disfrutando de mi leche en su café toda la semana... ¡Sorpresa! Has estado bebiendo mi leche materna. Espero que la hayas disfrutado ¡Salud!”.
Es posible que más de uno sintiese nauseas tras el hallazgo y no se atreviese a volver a ‘coger prestado? lo que no es suyo. Sin embargo, si es una leche como la de cualquier otro mamífero, ¿por qué no íbamos a beberla y cuáles son los peligros que puede suponer para la saludde otro adulto consumirla?
“El problema es el control de estas leches que no están reguladas. Una leche que no esté pasteurizada puede producir problemas infecciosos, ya que proliferan bacterias en la misma. Además, si desconocemos el origen de la leche, también desconocemos si la madre que la vende padece alguna enfermedad infecciosa transmisible como sida, sífilis, hepatitis….”, asegura el Dr. Valentí Pineda, presidente de la Societat Catalana de Pediatria y miembro de l’Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya. “Se trata de un riesgo de seguridad sobre su procedencia y si está almacenada con ciertas garantías para el consumo”, concluye el experto.
Sus posibles beneficios
A pesar de que ahora su venta ha proliferado en internet prometiendo panaceas como el aumento de la potencia sexual, la mejora del rendimiento físico en deportistas o incluso la prevención del cáncer, Pineda asegura que ninguno de estos ‘milagros’ están demostrados científicamente.
Además, explica que para un adulto no tiene las mismas ventajas que para un niño pequeño -ya que no está en edad de crecimiento- pero, si está bajo control, se conoce su procedencia y está pasteurizada, no hace daño”.
Lo que sí está demostrado son los beneficios que reporta al recién nacido, ya que una de las mayores propiedades que presenta es que su composición varía a lo largo de los meses, adaptándose a las necesidades y crecimiento del niño.
“Primero comienza con el calostro, rico en proteínas y sales minerales, con una escasa proporción de lactosa. Aunque en general, contiene menos proteínas y caseína que la de vaca o la leche artificial. Sin embargo, posee más inmunoglobulina A, esencial para crear defensas”, afirma el pediatra.
“En cuanto a los hidratos de carbono, lleva más lactosa hacia el final de la lactancia, pero esto ayuda a que se absorba mejor el hierro y el calcio, así como genera lactobacillus (probióticos naturales) en el intestino del niño. Mientras que, en lo que a grasas se refiere, el porcentaje va variando mucho a lo largo de los meses y las necesidades”, sentencia.
Respecto a la polémica de que algunas madres han decidido continuar dando el pecho hasta edades más avanzadas o inusuales, el doctor asegura que “cualquier sociedad científica recomienda el uso de la leche materna durante los primeros seis meses de vida y luego, continuar con ella además de otros alimentos hasta los dos años, si la madre se ve capaz”.
No obstante, no ve nada malo en que algunas mujeres decidan dar de mamar a sus hijos hasta edades como los cuatro o cinco años, si lo desean. “Es muy beneficioso el vínculo que se establece entre madre e hijo durante la lactancia, además de sus valores nutricionales”, concluye.
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