'El grito' de Munch, una obra que no es lo que creíamos. (CC)
La obra más importante del artista noruego siempre ha estado rodeada de misterio... hasta ahora, cuando parece haberse revelado el verdadero sentido de esta composición artística
'El grito' de Edvard Munch puede presumir de ser una de las obras artísticasmás conocidas del mundo. Evidentemente, los amantes del arte saben de la importancia de esta obra expresionista, pero para los menos avezados o los neófitos en el tema tampoco pasa desapercibida. Aunque lo que hasta la fecha nadie sabía es que sus ojos les estaban jugando una mala pasada: una litografía 'perdida' confirma que en el cuadro no hay nadie gritando.
Este año se cumplen 75 de la muerte del pintor noruego, fecha que el British Museum ha decidido conmemorar con una galería en honor a Munch. Como no podía ser de otra manera, 'El grito' —su obra cumbre— es parte central de esta exposición, pero no solo la obra que conocemos sino también alguna que ha estado oculta hasta la fecha: ahí es precisamente donde una versión desconocida nos ofrece una posible solución inesperada.
Si observamos 'El grito', podemos ver a una persona con la boca abierta y las manos en la cabeza, como gritando de desesperación ante lo que la rodea. Situada en una pasarela con vallas, el cielo se arremolina en colores cálidos y oscuros mientras otras dos personas se aproximan a la figura principal. La posición de sus ojos, su boca y sus manos hacían pensar en alguien gritando... pero se ha confirmado que esto no es así.
La citada litografía, que formará parte de la exposición del British Museum, viene acompañada de una pequeña leyenda, escrita a mano por el propio Munch: "Sentí un gran grito en toda la naturaleza", reza el texto, lo que ha servido para que los expertos determinen que la inspiración que llevó a Munch a dibujar este cuadro es muy diferente a lo que se pensaba: no es alguien gritando, sino alguien tapándose los oídos porque está escuchando un grito.
"Esta extraña versión de 'El grito' que vamos a empezar a exhibir en el British Museum deja claro que la obra de arte más famosa de Munch representa a una persona que escucha un grito y no, como muchas personas continúan asumiendo y debatiendo, una persona que grita", afirma Giulia Bartrum, restauradora de la exposición. O, lo que es lo mismo, se ha derrumbado la leyenda sobre el cuadro, ofreciéndonos una versión pocas veces contemplada antes.
Según la propia Bartrum, lo que provocó que Munch pintara su famoso cuadro ocurrió en 1892, cuando se encontraba caminando junto a un importante fiordo que ya por aquel entonces se encontraba en Oslo. Asegura que, en un momento, vio cómo el cielo se teñía de rojo, lo que le hizo sentir que la naturaleza era capaz de transmitir sensaciones por sí misma, una visión que produjo un importante efecto en él y que le conmovió por dentro.
Para Bartrum, que la figura del cuadro se tapa los oídos para no escuchar el grito de la naturaleza es una realidad en sí misma, aunque considera que queda por analizar la verdadera naturaleza de lo ocurrido: "Es evidente que se trata de un hombre escuchando, aunque quedaría por saber si escuchó un grito real o solo lo hizo dentro de su cabeza". Sea como fuere, esta litografía oculta ha servido para desvelar la verdadera razón de ser de 'El grito' de Munch.
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