sábado, 23 de marzo de 2019

¿Por qué el bund ha entrado en terreno negativo y qué implicaciones tendrá para la bolsa y la economía?

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  • Responde al deterioro de la economía y expectativas de bancos centrales
    Los inversores deben asumir mayores riesgos si quieren rentabilidades
    El bono alemán a 10 años ha llegado a caer hasta el -0,001% intradía


Los inversores se refugian en la deuda alemana tras los malos datos económicos que se han publicado esta mañana en la Eurozona. El bund (bono alemán a 10 años) vuelve a ofrecer rentabilidades negativas por primera vez desde finales octubre de 2016, cuando la Eurozona corría el riesgo de quedar atrapada en la temida deflación (bajada sostenida de los precios) y pocos meses después de que el BCE ampliase a 80.000 mensuales la compra de deuda y anunciase nuevas inyecciones de liquidez a largo plazo para la banca con condiciones especiales. Hoy, el pesimismo sobre el futuro de la economía y el giro acomodaticio de los bancos centrales vuelven a enviar al bund a terreno negativo.

La postura más blanda o dovish de la Fed se suma a la del pasado 7 de marzo del Banco Central Europeo, que también fue contundente sobre el freno a la normalización de la política monetaria y no subirá tipos este año. Además, el BCE anunció nuevas inyecciones de liquidez a largo plazo (TLTRO por sus siglas en inglés) que tendrán unas condiciones financieras para la banca muy favorable. Más liquidez barata que hará de los bonos soberanos un activo más demandado. 
Con estos datos, el bono alemán ha caído desde principio de marzo desde el 0,181% que marcó el primer día del mes hasta el -0,001% que ha llegado a tocar durante esta jornada. La caída del interés se representa de forma inversa en el precio del bono germano, que se ha disparado en las últimas semanas y en esta jornada tras publicarse los datos del PMI en la Eurozona que han sido decepcionantes. 
El bund alemán es uno de los activos refugio más importantes, junto con el oro, el franco suizo o el yen japonés. Cuando las expectativas sobre el futuro de la economía ensombrecen, los inversores mueven sus capitales hacia estos activos que suelen ser una garantía. El bono alemán es considerado el activo libre de riesgo en la Eurozona y con su diferencial se crean las primas de riesgo del resto de bonos soberanos.
Casualidades del mercado, la primera y última vez que había entrado el bund en terreno negativo fue en 2016. El BCE aumentó su capacidad del programa de compra de deuda y anunció una nueva inyección para la banca. Otra coincidencia es que las tasas negativas se sucedieron a la votación del Brexit, y ahora se da la circunstancia de que la probabilidad de una salida desordenada de Reino Unido de la Unión Europea ha crecido exponencialmente.



El bono español a 10 años se paga al 1,087%, también sustancialmente por debajo del 1 de marzo, cuando cotizaba al 1,192%.
La prima de riesgo, que mide la diferencia entre el bono alemán y el español, se sitúa en 108 puntos básicos, frente a los 101 del 1 de marzo.
¿Qué implicaciones tiene para la renta variable?

La rentabilidades negativas en la deuda responde a una situación ilógica para el mercado. El inversor pierde dinero por comprar bonos alemanes. Pero no son los únicos. La deuda a diez años en Japón y Suiza, otro de los países refugio por excelencia, están viendo ampliando las tasas negativas. 
"No pensé que volveríamos a ver este día", señala Orlando Green, estratega de Credit Agricole. "A estos niveles, el mercado ya no busca que los bonos se mantengan hasta su vencimiento, sino más bien un seguro contra un terremoto político que se producirá con una importante desaceleración económica".
Los tipos negativos para sacar al mundo de la crisis financiera han sacudido las estructuras de los mercados. Desde hace tiempo la economía convive con intereses negativos en la deuda a corto plazo. Las letras y plazos de menos de un año ofrecen menor rentabilidad porque los inversores asumen menos riesgo. La deuda a corto plazo ha quedado barrida por la demanda que supone la intervención de los bancos centrales en el mercado comprando bonos.
El primer impacto negativo de está situación la viven los bancos. Hoy son los valores que más sufren en el mercado, pero en realidad desde hace años están sintiendo lo que supone tipos negativos con una caída en su capacidad para generar capital.
La siguiente variable es que muchos inversores buscarán mejores opciones para intentar obtener mayores rendimientos en otros mercados. Según Bank of America, 12.000 millones de dólares han salido de la renta fija invertido en intereses negativos. Los bonos americanos se convierte en el destino favorito. El bono a diez años ofrece un interés del 2,4%, pero también las divisas o la renta variable. Los datos del Banco Internacional apuntan que en el mercado hay de 3,6 trillones de euros en el mercado.
Las caídas a negativo reflejan un ajuste significativo en las expectativas de los inversores para el crecimiento futuro y la política del banco central. "Para que se mantengan el bund en negativo el BCE debe ir más allá con su política monetaria pero eso es un límite poco realista", comenta Jan von Gerich, analista jefe de Nordea Reuters.
Lo que sí muestra es el deterioro de la economía y la preocupante perspectiva de los bancos centrales, además, de subrayar que la normalización de la política monetaria tardará en llegar. Sin embargo, esta preocupación ya estaba en el mercado. La deuda a seis años ya estaban en negativo desde hace tres meses.

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