Jack Ma, en un evento en Shanghái, no ha sido visto en público desde octubre. (Reuters)
Unas declaraciones del padre del Amazon chino y la frustada salida a bolsa de Ant Group, su brazo financiero, destapan una lucha de poder entre la tecnológica y el Gobierno chino
Imaginen el revuelo mediático que se armaría si durante dos meses una persona como Elon Musk, padre de Tesla, o Mark Zuckerberg, de Facebook, no diesen ninguna señal de vida. Ni un tuit, ni una comparecencia pública, ni una foto en redes sociales ni un solo canutazo en televisión. Nada. Esa es la extraña situación que se está viviendo en China con Jack Ma, fundador de Alibaba Group, el gigante oriental del comercio electrónico conocido como el Amazon chino.
No se sabe nada de él desde finales de octubre, cuando protagonizó su último bolo público. Fue un discurso en la Cumbre Financiera de Bund celebrada en Shanghái. En su discurso, Ma se mostró crítico sobre cómo el régimen de Pekín supervisa y regula el mercado financiero nacional, que llegó a comparar con "una casa de empeño". La alarma saltó con su ausencia en la gran final de un concurso de televisión promovido por él y del que formaba parte del jurado. Fuentes de la compañía dijeron entonces que se trataba de problemas de agenda, pero eso no frenó el torrente de especulaciones.
Esto podría tener un carácter anecdótico de no ser porque en este tiempo su compañía, una de las 10 con mayor capitalización bursátil, ha protagonizado varios choques de trenes con las autoridades del gigante asiático.
El más importante, que no el único, fue la fallida salida a bolsa de Ant Group, el brazo financiero del grupo y una de las 'fintech' más avanzadas del mundo, frustrada por los reguladores chinos. Esta subsidiaria aspiraba a recaudar 37.000 millones de dólares con una oferta pública de venta que de haberse realizado hubiese pasado a los libros de historia como la mayor jamás registrada.
En el ,Wall Street Journal', señalaban al propio presidente, Xi Jinping, que habría tomado personalmente la decisión de bloquear este aterrizaje bursátil. El pulso se recrudeció en diciembre, cuando se anunció una investigación por prácticas monopolísticas contra Alibaba. Algo que venía a destapar definitivamente la guerra entre el Gobierno y una de las mayores tecnológicas del país, un enfrentamiento que incluso ha disparado los rumores sobre una eventual nacionalización de la misma.
Jack Ma, héroe nacional
Ma (Hangzhou,1964) es uno de los empresarios asiáticos más conocidos, no solo en la segunda potencia mundial, sino en todo el mundo. Cuenta con una legión de fans en redes sociales como Weibo. Una de las 20 mayores fortunas globales, durante mucho tiempo ha sido el más rico del país y alrededor de su figura se ha creado una especie de leyenda como las de los grandes emprendedores de Silicon Valley.
Porque China también tiene sus historias de éxito que empiezan en lugares tan mundanos como garajes. Ma, un estudiante más bien regulero al que le costó entrar en la universidad, se empeñó en ser maestro de inglés. En ese camino a la docencia, incluso llegó a actuar como guía turístico a cambio de mejorar su dominio de la lengua británica.
Jack Ma. (Reuters)
Él mismo ha contado que el nombre de Jack (en realidad, se llama Ma Yun) le fue 'asignado' por uno de los viajeros a los que llevó por las calles de su ciudad. Su formación profesional le acabó llevando de viaje a EEUU a mediados de los noventa, pudiendo conocer así internet y las nuevas tecnologías y entablando relación con gente de la talla de Jerry Mang, cofundador de Yahoo! Tras un intento fallido de pelotazo con una suerte de directorio web de empresas chinas, montó Alibaba en 1999 como un 'marketplace' que con el paso del tiempo se convertiría en el mayor rival de Amazon. Su objetivo, cuando montó la empresa, era que esta al menos durase 102 años para poder actuar en tres siglos diferentes.
Los paralelismos con la empresa de Jeff Bezos no se limitan a AliExpress, su poderosa plataforma de comercio electrónico, responsable de que el '11.11', conocido como 'el Día del Soltero', se haya empezado a institucionalizar y celebrar en Europa de la misma manera que en su momento ocurrió con el Black Friday.
También tiene una división muy grande de servicios en la nube. Según cifras de Gartner, cuenta con un 7% de cuota de mercado en todo el mundo, por delante de Google, pero por detrás de Microsoft (15,5%) y AWS (49,2%). No es lo único. Además de Ant Group, que agrupa soluciones como AliPay (una de las 'apps' de pago más utilizadas en China), opera BaoBao o TMall. Aunque Ma, miembro del Partido Comunista, se retiró en 2019 de la dirección de la compañía, seguía manteniendo un perfil muy activo como máximo accionista individual del imperio que levantó. Su adiós, por cierto, se celebró con un megaconcierto con sus empleados, donde el empresario no dudó en actuar y salir disfrazado al escenario.
"Una de las cosas que hay que entender de China es esa visión estratégica de no quedarse atrás en nada en 'big data', en inteligencia artificial o en digitalización", comenta Miguel Otero, investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la IE School of Global and Public Affairs. "El Gobierno ha hecho todo lo posible por vetar la entrada de empresas occidentales y después crear sus propios campeones nacionales. Es una especie de arena de gladiadores, hay mucha competencia y al final es el presidente, a modo de emperador, el que decide quién sobrevive y quién no". Uno de esos campeones nacionales que menciona Otero fue Jack Ma. "Formaba parte del partido y se convirtió en una de las banderas del músculo chino. "Acumula un gran poder, cada vez tiene más mercado y eso le empuja a innovar. Se acaba metiendo en los servicios financieros y así acaba surgiendo Ant Group".
Entrada a las oficinas de Ant Group. (Reuters)
El conflicto ha llevado a la compañía a perder cerca de un tercio de su valor. También ha impactado directamente en el patrimonio personal de Ma, que ha visto cómo era desbancado como el hombre más rico de China al pasar su fortuna de 51.000 millones de dólares a 40.000, según el 'ranking' que elabora Bloomberg. Su reputación también parece haberse despeñado. En las redes, donde se le conocía como 'Papá Ma' dada su amplia popularidad, se le tilda ahora de traidor. "Él se ha ido convirtiendo en una figura más autónoma, más poderosa, y llega el momento en que incluso se atreve a criticar las normas del Gobierno. No hay que olvidar que el que más manda es el Partido Comunista. En cuanto se huela que hay algo que esté minando o cuestionando ese poder, el asunto se toma muy en serio".
"Este es un problema que viene muy de atrás", comenta Esteve Almirall, profesor del Departamento de Operaciones, Innovación y Data Science de Esade. "Tiene muchas aristas y ha acabado afectando al negocio del comercio 'online' por la investigación de competencia, pero el origen está en Ant Group", remata.
La importancia de la banca para China
Destaca este experto que el brazo 'fintech' de Alibaba tiene algunas de las "soluciones, especialmente en el ámbito del 'retail', más avanzadas del mundo", muy por delante incluso de firmas occidentales. "Tienen un negocio, Alipay, que es con lo que se paga, se compran entradas, y que durante el covid era lo que se usaba para los QR para identificarte y circular o no libremente", cuenta Almirall. "Desde su plataforma, ofrecen créditos al consumo o incluso el que podría ser considerado el primer gran fondo de inversión del país, donde cualquiera puede invertir desde apenas 25 céntimos", añade, a la par que señala "las barreras que siempre se le han puesto con restricciones", como por ejemplo, en la cantidad que se podía invertir en sus plataformas.
Aclara que hay otra plataforma similar, WePay, propiedad de Tencent, pero que no ha alcanzado esa dimensión. "Las tensiones surgen por ser un elemento extremadamente innovador en un sector, el financiero, muy atrasado y caótico, solo comparable al soviético en su momento", comenta este docente. "Unos pelean por innovar en un escenario muy poco propicio y otros, los bancos comerciales chinos, por sobrevivir. En un mercado libre, no podrían porque no están preparados tecnológicamente para ello".
Oficinas de Alibaba. (Reuters)
Aunque sea un sistema desorganizado y precario en comparación con las economías occidentales, el sistema financiero y bancario chino tiene un gran valor para Pekín. "Ellos controlan todo el circuito de crédito. Desde las entidades bancarias hasta esos pequeños actores crediticios que trabajan con préstamos privados en zonas rurales. Monitorean todo, y eso les da una serie de palancas macroeconómicas para saber dónde tiene que fluir el dinero, dónde colocarlo y dónde cortarlo", argumenta Otero. ¿Cuál es el peligro de Ant Group? "Detectan que está captando muchos depósitos. Cuanto más capital privado y extranjero entre en el circuito doméstico, más inestabilidad existe y menos control tiene el partido", añade.
Sobre una eventual nacionalización, el investigador del Real Instituto Elcano recuerda "lo ambiguo que es lo público y lo privado en China". "Venden a su población que ellos han ayudado a levantar esas empresas mediante créditos o infraestructuras. Y que ese éxito también tiene que ser parte de lo público, del Estado", argumenta. Establece ciertos paralelismos con las acciones de EEUU contra los GAFA, en el sentido de que se trata de poner coto a empresas poderosísimas, "con una influencia enorme que puede desbordar su capacidad de control". No cree Almirall que vaya a producirse una nacionalización, sino que se endurecerá la regulación y se llegará a un pseudo acuerdo de mínimos "muy inestable". "En pocos meses, pueden volver a surgir roces por la naturaleza de los protagonistas".
Por
Michael Mcloughlin
15/01/2021 - 05:00
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2021-01-15/alibaba-jack-ma-ant-group-china-prolemas_2907664/