- El país se está "agarrando a un clavo ardiendo" para evitar reformas reales
El veterano inversor Mark Mobius afirma que es poco probable que la decisión de El Salvador de adoptar el bitcoin como moneda de curso legal desencadene una carrera entre otros países por hacer lo mismo. El cofundador de Mobius Capital Partners, que pasó más de tres décadas en Franklin Templeton Investments, dijo en una entrevista con Bloomberg TV que no es muy probable que muchos otros países adopten el bitcoin, que considera inconveniente y arriesgado, como moneda de curso legal.
"Quizás algunos otros países con problemas financieros lo adopten", señaló Mobius, nombrando a Cuba como un ejemplo. "Si los Gobiernos, en particular el de EEUU, permiten el pago de impuestos en bitcoin o en alguna otra criptomoneda, entonces cambiaría de opinión, porque entonces se convertiría en una moneda reconocida internacionalmente. Pero tal y como están las cosas, no creo que eso ocurra pronto".
El Salvador, cuya economía sufrió el año pasado su mayor caída en cuatro décadas, pondrá en circulación a partir de hoy el bitcoin junto con el dólar estadounidense, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo. La medida es obra del presidente Nayib Bukele, de 40 años, que afirma que hará que el sistema financiero sea más inclusivo y reducirá el coste del envío de remesas (la comisión por hacer una sola operación con bitcoins es de unos 3,3 dólares a día de hoy). El país acaba de comprar 400 bitcoins mientras se prepara para adoptar la criptomoneda, señaló Bukele en un mensaje en Twitter.
Sin embargo, Mobius dijo que El Salvador se está "agarrando a un clavo ardiendo con el bitcoin", y calificó a la nación centroamericana como "un país en bancarrota" con "problemas reales", que apuesta por cualquier tipo de solución rápida para evitar el coste real de hacer reformas útiles.
El afamado operador de mercados emergentes comparó esta opción con un sistema de pagos ideado por la empresa keniana Safaricom, en el que Mobius ha invertido, como ejemplo de un sistema de transferencia de dinero que funciona al margen de las criptomonedas: los ciudadanos envían dinero con mensajes de texto y lo retiran en locutorios o tiendas de alimentación que operan con el sistema. "No hacen falta bitcoins", dijo Mobius. "Todavía se pueden hacer transferencias sin una cuenta bancaria. Creo que es hacia donde se dirige todo el sistema a nivel mundial ".