Un empleado en un centro de minado de criptomonedas Ekibastuz, Kazajistán.
(Reuters/Pavel Mikheyev)
El derrumbe del bitcoin ha traído una buena noticia. La criptominería se ha desplomado y eso ha hecho que las tarjetas gráficas, uno de los componentes electrónicos más cotizados de los últimos años, vuelvan a estar disponibles
El bitcoin y el resto de criptomonedas parecen haberse quedado congelados en un criptoinvierno que nadie sabe cuánto puede durar. Tras un desplome en que han perdido dos tercios de su valor, todo el mundo ha pensado que quienes invirtieron o depositaron parte de sus ahorros son los grandes perdedores, pero hay otros: los mineros, uno de los engranajes más importantes de esta tecnología. La cuestión es que ahora no saben qué hacer con los millones de tarjetas gráficas que compraron en su día y con las que provocaron una sequía que impidió que cualquier persona de a pie pudiera hacerse con una.
Si no sabes en qué consiste la minería, la explicación sencilla es que es la actividad de validación de transacciones y generación de nuevas divisas mediante la cadena de bloques (Blockchain), tarea por la que reciben ciertas comisiones en forma de criptomonedas. Para ello, necesitan una importante capacidad de computación, algo solo al alcance de algunos procesadores y el motivo por el que los centros de minado fueron absorbiendo todos estos componentes. Ahora que el bitcoin ha perdido dos tercios de su valor, la historia es distinta y muchos están tratando de vender sus equipos a la desesperada.
"Minar es una ruina"
Las divisas digitales llevan varios días sin grandes subidas o bajadas, pero eso no ha evitado que muchos sigan sin ver el suelo y hayan decidido tomar la decisión más drástica. Esto se debe a que las criptomonedas han caído por debajo de lo que se conoce como punto de congelación, que es aquel en el que las recompensas por minar dejan de compensar. "Si bajaran más de la horquilla de los 16.000 y 17.000 dólares, ninguna sería rentable. Es difícil que ocurra, pero puede suceder si se produce un ataque de pánico", explica Herminio Fernández, CEO de la firma cripto Eurocoinplay. Ahora que la actividad es menos atractiva, muchos están intentando colocarlas a precio de ganga. "Muchos han entrado en pérdidas, así que las desconectan y los venden de segunda mano", comenta.
Desde hace semanas, es normal ver cómo brotan ver modelos asociados a la minería, como los de la serie RTX 30 de Nvidia, como lRTX 3090 Ti, RTX 3080 o RTX 2060 Ti. En Xianyu, algo así como el eBay de China, se pueden ver a precios impensables no hace tanto. De hecho, en el foro Tieba Baidu circulan imágenes de unas peculiares subastas de estas tarjetas, que se muestran apiladas en vídeos en directo y esperando a que aparezca el mejor postor.
En España también se van viendo cómo aparecen equipos de minería en plataformas como Wallapop. "Me lo he comido con patatas y quiero recuperar algo", cuenta a este periódico el vendedor de un minero de bitcoins Antminer S19 XP. Lo compró por cerca de 15.000 euros cuando el bitcoin estaba en máximos, pero tardó varios meses en llegar, cuando la actividad ya no era rentable. Ahora lo vende por 4.800 euros y, aun así, le está costando. "Es una miseria, pero si ese dinero lo invierto en alguna criptomoneda como Cardano puedo recuperar algo, porque minar ahora es una ruina. Quien comparara hace meses ha salido comido por servido, en el mejor de los casos", asegura.
Aunque él solo ha usado la máquina para comprobar que funciona, reconoce que el mercado está lleno de modelos completamente achicharrados, y eso hace que muy pocos compren ahora. "Nadie las quiere poque las han puesto al límite. Cuando trabajan tantas horas a esas temperaturas, los transistores se acaban quemando y es poco más que chatarra. Quizá te sirvan para montar algún ordenador, pero ni siquiera". Un vendedor profesional de Wallapop, dedicado a todo tipo de aparatos, lo confirma: "El consumo se ha desplomado, se vende mucho menos".
El camino a la normalidad
El mercadeo con gráficas ya usadas llega después de un par de años en los que hacerse con una GPU de cierta entidad era prácticamente imposible. A la requeteconocida crisis de los semiconductores, que puede estirarse finalmente mucho más de lo previsto, se unía el particular ‘boom’ de las criptofinanzas y las divisas digitales que la sostenía. Algo que impactó directamente en la demanda de los equipos necesarios para minarlas.
Aunque cuando se habla de esta práctica la vista se suele poner rápidamente en el bitcoin, no era esta la culpable de la rotura de ‘stock’. Fue, entre otras, ether, que en el tramo final de 2020 experimentó un crecimiento bestial de cotización y continuó así gran parte de 2021. Aunque su valor es más bajo, todavía tiene mucho más margen de minado que la criptomoneda ‘rey’.
Los mineros se lanzaron a la cabeza de tarjetas gráficas de ‘pata negra’ para sacar tajada, dejando a miles de usuarios sin poder comprar uno. Pusieron en aprietos tanto a Nvidia, el mayor fabricante mundial de estas piezas; como a los distribuidores que comercializaba los productos.
En el punto de mira estaban modelos como las RTX 3080, las topes de gama de la casa, lanzadas en 2020 al mercado pero tardaron un abrir y cerrar de ojos en desaparecer. ¿Qué pasó entonces? En el CES de Las Vegas de 2021, la mayor feria de tecnología del mundo, celebrada entonces de forma digital, Nvidia actualizó la familia RTX 3080, incluyendo modelos para portátiles. Como no había disponibilidad de GPU (cada remesa se agotaba nada más salir), lo que hicieron los mineros fue asaltar este mercado. Y se produjo una imagen insólita: en países como China se montaron granjas de criptomonedas a base de portátiles.
Comprarlas, podías comprarlas, pero a un precio prohibitivo, que duplicaba, triplicaba o cuadruplicaba el precio original. Se podía encontrar en conocidas webs como eBay pero también empezaron a aparecer, junto a otros productos que escaseaban como las PS5, en páginas de coleccionismo como StockX, dedicada hasta poco antes exclusivamente a zapatillas.
La clave para que desaparezcan rápidamente de las tiendas online y aparezcan en estas web está en las redes de 'bots' de compra. Sistemas que rastrean constantemente internet para detectar cuando se pueden adquirir los bienes en cuestión para hacerlo en cuestión de segundos. Tiendas como Wallmart o Shopify han diseñado algunos mecanismos, como colas y pre reservas para evitar esto, pero nadie ha encontrado la clave definitiva para evitar esta picaresca en el comercio electrónico.
Como no se podía aumentar la producción de RTX3080 dada la saturación que vivían las fábricas de TSMC o Samsung, se optó por rescatar modelos como la GTX 1050 Ti, una gráfica descatalogada dos años antes. La principal razón era que sus especificaciones no las hacían interesantes para los mineros pero sí para otros públicos. Y al estar diseñadas en un nodo más maduro, el de 12 nanómetros, era más fácil acceder a los proveedores.
Ahora la caída en desgracia en los mineros, ha tenido el efecto contrario en el mercado de las GPU. Durante el mes de mayo, se vio una caída de precios que rondaba entre el 10 y el 15% dependiendo el modelo que se consultase. Las GPU de Nvidia o AMD ya van recuperando, según un estudio de ‘Tom´s Hardware’, sus precios recomendados, en la mayor parte de los modelos. Desde hace semanas los precios más asequibles no se encontraban ya en páginas como eBay, sino que al disponer de inventario suficiente, plataformas como Amazon ya podían ofrecer el coste más atractivo.
Pero esta vuelta a la normalidad, lejos de ser una buena noticia, puede entrañar sus riesgos tanto para los fabricantes como para los distribuidores. Que los mineros estén colocando sus equipos a precio de saldo en el mercado de segunda mano puede reducir mucho la demanda de equipos nuevos, obligándoles a rebajar los precios para quitarse el ‘stock’ de encima.
¿Desaparecerán los mineros cripto?
Después de haberse convertido en una gigantesca industria en los últimos años, ¿qué futuro le depara a la criptominería? "Muchas empresas están vendiendo sus activos minados para conseguir liquidez y hacer frente a gastos, mientras que otras minan en pérdidas pero siguen porque creen que escalará en un tiempo. Es una apuesta de futuro", dice Fernández, de Eurocoinpay. "Dependiendo de dónde estén, las empresas de minería podrán aguantar más o menos o tendrán que desconectar. En Europa es muy difícil, porque la energía es más cara". De hecho, una de las principales críticas ha sido el impacto energético. El bitcoin ha llegado a necesitar tanta energía como un país del tamaño de Suecia o la mitad que todo el sistema bancario.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta que el minado de bitcoins es cada vez menos suculento, pues cada vez cuesta más extraer una nueva unidad de esta moneda, cuyas unidades están limitadas a 21 millones. En este sentido, Fernández señala fórmulas que pasan por la mejora tecnológica de los dispositivos para aumentar su rendimiento. "Se abarataría mucho el consumo de energía", incide. Ahí está el caso de Intel, que ha anunciado un procesador específico para criptomonedas, asegurando que su rendimiento será 1.000 veces superior a los GPU que se utilizan ahora.
"Antes podía entrar cualquier y minar, pero ahora ya es otra cosa: puedes gastar mucho y no conseguir nada, sobre todo con el coste que tiene la electricidad", expone por su parte Alberto de Torres, profesor de ESIC y economista, que también subraya que la reducción de la remuneración en bitcoins y el aumento de la capacidad de computación han tenido una clara consecuencia: "Los actores pequeños y medianos ya no tienen posibilidades, los grandes se están quedando todo porque tienen muchas máquinas y muy eficientes".
No es el único cambio que viene. Ether va a pasar de su sistema de 'proof of work' al conocido como 'proof of stake', algo que elimina la minería de la ecuación. Tal y como contó Teknautas, esto supondrá pasar de ceder capacidad computacional a un depósito de criptomonedas como garantía. Tras muchos atrasos, todo apunta a que el paso de una a otra se producirá antes de final de año. "En un cambio de consenso puede haber fallos de seguridad y eso puede ser un grave problema", comenta. ¿Puede esto sentar un precedente para el fin de esta actividad? "Si funciona bien, desaparecerá", responde Torres.
El gran problema sería el bitcoin, donde un giro de tal magnitud no parece factible hoy en día. Es ahí donde Torres recuerda la razón de ser del minado. "Es para proteger la Blockchain, asegurando que nadie tomará el control ni hará transacciones fraudulentas", comenta este especialista, que considera que la clave estará en la triada formada por la seguridad, la escalabilidad y la descentralización. Este último punto implica que la comunidad de cada proyecto tiene que ponerse de acuerdo mayoritariamente para ejecutar cualquier cambio interno. "Se trata de hacer el triángulo perfecto. Si todo el mundo usara hoy bitcoins, la red de hundiría y las comisiones se dispararían, pero seguiría siendo lo más seguro y con el poder más repartido", comenta. "Si quieres que sea barato y masivo, tienes que cambiar".
Por
29/06/2022 - 05:00
www.elconfidencial.com/tecnologia/2022-06-29/criptomonedas-bitcoin-mineria-tarjetas-graficas_3451171/