sábado, 1 de abril de 2023

Se busca quién pagará la quiebra de Silicon Valley Bank mientras la Fed entona el 'mea culpa'

 


  • El colapso de SVB costará 20.000 millones de dólares y el de Signature, 2.500
  • La FDIC tiene que decidir a quién va a subir las tasas para rellenar las arcas...
  • ... del fondo con el que se asumen los problemas en la industria bancaria



Parece que ya hay respuesta a la pregunta de quién tuvo la culpa de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB). O al menos en parte. Michael Barr, vicepresidente de la Reserva Federal, ha entonado el que sería el primer mea culpa oficial de la Fed al reconocer posibles negligencias en la supervisión.

Durante la audiencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes celebrada esta semana, Barr reconoció que ante una quiebra bancaria como la del SVB, la mayor de la última década, "claramente la gestión del banco falló, los supervisores fallaron y nuestro sistema regulatorio falló".

Las reformas regulatorias tras el crash financiero de 2008 y la relajación de los parámetros de vigilancia están detrás del colapso. Pero hay más. Según Bloomberg,  investigadores de la Fed de San Francisco ya identificaron señales de advertencia en el banco de California hacía más de un año y, en los últimos meses, expresaron su preocupación por la forma en que se monitoreaban los riesgos vinculados al aumento de las tipos de interés. Cabe recordar que el Silicon Valley Bank fue 'víctima' de la subida de tipos de interés. El banco, que acumulaba principalmente inversiones en bonos tuvo que vender sus valores por 21.000 millones de dólares con una pérdida de aproximadamente 1.800 millones para cubrir las peticiones de retirada de efectivo de los clientes. El pánico tras informar de esto precipita el resto de la historia.

Mientras se depuran responsabilidades, la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC), administradora judicial del SVB tras el cierre, discierne sobre quién cargar el coste de 20.000 millones de dólares que supone la quiebra del SVB y de los 2.500 millones de Signature Bank.

Todo apunta a que la mayor parte del 'pufo' recaerá sobre JP Morgan Chase, Bank of America o Wells Fargo, aunque hay cosas que pulir, y no se espera una decisión hasta mayo, informa Bloomberg. Cuando un banco quiebra se aplica un gravamen a la industria que en esta ocasión podría ser más alto de lo habitual con el objetivo de proteger el fondo de seguro de depósitos de 128.000 millones de dólares que se 'vaciará' tras los colapsos.

Hay dos cuestiones que llevarán al regulador a apretar más a la gran banca: una es la libertad para establecer las tarifas y otra la presión política para salvar a los bancos pequeños.

De momento, las deliberaciones están en fase inicial pero parece que despunta la opción de apoyarse en la gran banca. Es uno de los debates del momento en Washington, donde los legisladores han presionado al presidente de la FDIC, Martin Gruenberg, a la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para que decidan ya quién asumirá la carga, sobre todo después haber tomado la decisión inusual de respaldar todos los depósitos bancarios, también los superiores a 250.000 dólares para contener la crisis bancaria.

La gran banca se benefició de las quiebras de SVB y Signature Bank. Ya no por atraer clientes aprovechando el caos (sobre esto los grandes bancos enviaron a sus plantillas notas en las que instaban a no hacer leña del árbol caído) sino por recibir transferencias de los clientes de los bancos pequeños de todo el país asustados por un posible efecto dominó.

Cómo se recarga el fondo de la FDIC

En cuanto a los pagos al fondo de seguros de la FDIC, estos ocurren cada trimestre y las tarifas varían ampliamente. La revisión de la ley Dodd-Frank de 2010 exigió que la agencia considerara el tamaño de un banco al establecer tasas individuales, es decir, un gran banco no solo paga más porque alberga más depósitos, sino también porque su tasa es más elevada. Cuando el fondo principal de la FDIC sufre un golpe, como ha ocurrido ahora, la agencia puede imponer una evaluación especial para acelerar el proceso de recarga de sus arcas, y puede adaptar la forma en que establece esas tasas.

Gruenberg ha recordado recientemente que además de observar qué empresas pueden haberse beneficiado, los la FDIC puede considerar "las condiciones económicas, los efectos en la industria y otros factores "apropiados y relevantes".

Hay antecedentes que confirman que gravar más a la gran banca es un método eficiente. Cuando la FDIC se dispuso a recaudar 5.500 millones de dólares mediante un impuesto especial en 2009, JP Morgan dijo que el recargo extrajo 675 millones sólo de sus ganancias del segundo trimestre.

La crisis bancaria tiene más aristas. Además de asumir el coste del colapso de SVB y Signature, algunos grandes bancos también han enfrentado presiones para salir al rescate de otro prestamista en problemas, First Republic Bank, aunque, de momento, los reguladores le están dando a ese banco más tiempo para llegar a un acuerdo que refuerce su balance.