sábado, 8 de abril de 2023

El envejecimiento poblacional europeo, una crisis económica silenciosa y a cámara lenta

 

Una enfermera acompañando a un adulto mayor en una residencia.MASKOT (GETTY IMAGES)


La caída de la natalidad junto con el aumento de la población en edad de jubilación representarán un duro golpe para el mercado laboral del Viejo Continente, a la vez que incrementarán los gastos estatales en pensiones, sanidad e infraestructuras



Europa navega silenciosamente hacia la que podría ser la más grande de sus crisis económicas. Su origen no será un banco en quiebra ni una invasión militar, sino el envejecimiento poblacional. Bruselas indica que para 2070 habrá menos de dos europeos trabajando por cada persona por encima de la edad de jubilación, lo que añadirá gastos inmensos en pensiones y sanidad para los Estados. En esta línea, los líderes del bloque buscan alternativas para mitigar el impacto, aunque reconocen que en este punto la colisión con este iceberg económico ya es probablemente inevitable.


El último reporte sobre el envejecimiento de la Comisión Europea prevé que la población total de la UE disminuya a largo plazo, y que también experimente un “cambio significativo” en su estructura de edad en las próximas décadas. De hecho, según Eurostat, la población total se reducirá un 5% entre 2019 (447 millones) y 2070 (424 millones). Asimismo, la población en edad de trabajar (20-64) disminuirá marcadamente de 265 millones en 2019 a 217 millones en 2070, incluso teniendo en cuenta los flujos migratorios.


Una portavoz de la Comisión Europea ha respondido a CincoDías que, en el contexto de la reducción de la fuerza laboral, la cuestión de cómo sostener el crecimiento económico y el apoyo social se han vuelto un punto importante para el Ejecutivo comunitario . “Las bajas tasas de fertilidad y una gran cantidad de baby boomers que se jubilan se suman al impacto de las ganancias continuas en la longevidad en el equilibrio entre trabajadores y jubilados. Los cambios fuertes en estos últimos años pueden desestabilizar gravemente los sistemas de pensiones de reparto, la configuración típica de los planes de pensiones públicos en los Estados de la UE”, advierte.


Así, el libro verde de la UE sobre el envejecimiento, un informe que evalúa los distintos aspectos de este fenómeno, estima que la ratio de dependencia sobre las personas mayores de Europa, un indicador que refleja el número de individuos mayores de 65 años en comparación con el número de individuos en edad de trabajar, pasará a ser del 59% para ese entonces, un aumento del 75% frente al 34,1 % actual (ver gráfico).


“La disminución constante de la mano de obra podría conducir a mercados laborales ajustados, y varios Estados miembros ya experimentan escasez para ciertos perfiles”, explica la portavoz de Bruselas .Desde la Comisión Europea también indican que, dada la reducción prevista de la población en edad productiva (grupo de edad de 25 a 54 años) en muchos países, se prevé que la oferta laboral total en la UE disminuya una media del 0,3% anualmente, lo que corresponde a una reducción del 16% (32 millones personas) en el periodo hasta 2070.


En esta línea, el director de estudios financieros de Funcas, Santiago Carbó, avisa de que la falta de recursos humanos es uno de los principales problemas: “El mercado laboral europeo se va a descapitalizar. A pesar de la robotización, habrá una gran pugna internacional por los puestos. Se pierde una buena parte de capital humano y los países tendrán que competir por este recurso. No solo en España y Europa, sino en general. Son los servicios que tienen menos valor añadido los que van sufrir, como por ejemplo la agricultura. Se puede automatizar, pero hay un límite”.


Carbó especifica que en este momento los países más afectados son los del centro de Europa, pero que en los próximos años esta crisis también se empezará a visibilizar en España e Italia. En esta línea, el experto opina que algunos líderes quieren tomar medidas para equilibrar la balanza, como aumentar la edad de jubilación, pero reconoce que el coste político suele desalentar a los gobernantes, como ejemplifican las actuales protestas en Francia.


“El ritmo en que se adoptan las nueva políticas es menor que el del envejecimiento. Si esta transición hacia una población más envejecida no se hace correctamente, el riesgo es que los estados tengan menos recursos para invertir en ciencia, tecnología, formación y otros factores que sirven para aumentar la productividad de los países europeos”, advierte Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas.

BELÉN TRINCADO AZNAR

Guerra contra el tiempo


Desde Bruselas resaltan que en la última década se han “logrado avances” en la UE para mitigar las implicaciones fiscales del envejecimiento de la población. Por ejemplo, las edades efectivas de jubilación se han elevado y los sistemas de pensiones a menudo se han mejorado mediante mecanismos de ajuste automático. Sin embargo, señalan que el progreso es desigual, y que se calcula que varios Estados miembros experimentarán fuertes aumentos del gasto, lo que pone en riesgo la sostenibilidad fiscal. “Además de los mayores costes de las pensiones, se espera que se incrementen los gastos de atención médica y de atención a largo plazo a medida que la población envejece y crece la demanda de estos servicios públicos”, indican.


De hecho, con una Europa que envejece, es natural ver una mayor demanda de servicios de atención. Así, se espera que el número de personas en toda la Unión que puedan necesitar cuidados de larga duración aumente de unos 30,8 millones en 2019 a 33,7 millones en 2030 y 38,1 millones en 2050. Las proyecciones de la Comisión Europea apuntan a que el coste total del envejecimiento para el bloque crecerá aproximadamente en un 1,9% para 2070, desde el 24% del PIB que representaba en 2019. En la zona del euro, se estima que suba en un 1,7% durante el mismo periodo.


Un informe reciente del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa revela que, en general, el mercado laboral en el sector de cuidados para adultos mayores se puede ver especialmente afectado: “La enfermería se encuentra entre las principales ocupaciones con cuello de botella en Europa. El Plan de Acción de la Comisión Europea para el Personal Sanitario de la UE de 2012 ya estimaba un déficit de 590.000 enfermeras en la Unión para 2020, con un 14% de las necesidades de atención sin cubrir”. Así, argumentan que a más largo plazo, con una elevación continua en la demanda de atención y una caída en la oferta general de mano de obra en este sector, se puede esperar una escasez creciente.


Por su parte, el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa resalta que el envejecimiento también será un reto de infraestructura, puesto que se tendrán que construir tanto nuevas instalaciones como residencias, e incluso podrían cambiar la demanda energética de todo el bloque. En este contexto, algunos de los retos serán dar alojamiento a personas que actualmente viven en entornos rurales y producir modelos energéticos sostenibles que puedan abastecer a poblaciones que pasarán cada vez más tiempo en interiores.


De igual manera, el informe destaca que el papel del sector privado será fundamental para poder abastecer estas necesidades: “Dado que la organización y la prestación del cuidado de las personas mayores están descentralizadas en muchos países europeos, la asociación entre los sectores público, privado y terciario es especialmente importante para ofrecer servicios e infraestructuras innovadores adaptados a nivel regional y municipal”.



Alternativas


Desde Bruselas aseveran que la disminución esperada en la fuerza laboral podría compensarse en parte con una mayor participación de ciertos sectores de la población en la fuerza laboral. De hecho, su informe sobre el envejecimiento de 2021 anticipa un aumento en las tasas de participación de los trabajadores de mayor edad, lo que refleja el efecto combinado del impacto estimado de las reformas de las pensiones y el aumento de la participación de las mujeres más jóvenes. No obstante, subrayan que esto no será suficiente para aislar completamente los mercados laborales del shock demográfico.


“Permitir que más personas trabajen y lo hagan por más tiempo requiere cambios profundos en los mercados laborales, incluida la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, mejorar la empleabilidad de los trabajadores mayores a través del aprendizaje permanente y el reciclaje profesional, combatir la discriminación y adaptar los lugares de trabajo, así como una salud pública sostenida y mejoras del sistema”, comenta la portavoz de Bruselas.


Más allá de tasas de participación más altas, las ganancias en productividad laboral y la mejora de las condiciones de trabajo también pueden ser importantes para mitigar la disminución de la población en edad de trabajar. “España tiene una desventaja y una oportunidad. La desventaja es que todavía tenemos un paro juvenil alto y una brecha de género en términos de productividad de los empleos que desempeñan las mujeres; así como una brecha para de representación de los mayores de 55 años en el mercado laboral”, señala Torres.


Desde la Comisión Europea afirman que, en términos generales, una vida laboral más larga “es crucial para preservar la adecuación de las pensiones, así como para fortalecer la sostenibilidad, al permitir que los trabajadores acumulen suficientes derechos de pensión”. Aun así, señalan que los Estados miembros deben decidir cuáles son sus objetivos y tomar las medidas necesarias para garantizar la sostenibilidad del sistema, que, según la portavoz, es “una cuestión de preferencias políticas”.


El libro verde de la UE sobre el envejecimiento hace hincapié en que la migración legal puede ayudar a resolver la escasez de personal cualificado y, por tanto, abordar las necesidades del mercado laboral. No obstante, resaltan que los inmigrantes con niveles educativos altos tienen más posibilidades que la media de estar sobrecualificados para el trabajo que desem­peñan. “Aprovechar el potencial de las mujeres inmigrantes es especialmente difícil debido a las barreras estructurales, como el acceso a unos servicios de atención a la infancia de calidad y asequibles”, aseguran.

Santiago Carbó, coincide en que esta alternativa es una solución en el largo plazo. “La inmigración es una opción. Lo del envejecimiento para las próximas décadas ya no tiene arreglo, pero más adelante tal vez sí se puede cambiar. Si se es capaz de atraer inmigración, sobre todo cualificada, podría jugar un papel determinante. En España ese debate se tiene que abrir ya”, concluye.




LUIS ALBERTO PERALTA
Madrid - 04 ABR 2023 - 05:35 CEST
https://cincodias.elpais.com/economia/2023-04-04/el-envejecimiento-poblacional-europeo-una-crisis-economica-silenciosa-y-a-camara-lenta.html