Estas mentes más abiertas nos pueden ayudar a avanzar el conocimiento científico.
(Midjourney)
La mente sintética de la inteligencia artificial ha demostrado ser mucho más abierta que las de muchos investigadores y puede ser más adecuada para avanzar en el conocimiento científico
Uno de mis estudiantes en Harvard, Carson Ezell, sugirió que, en previsión de mi próxima expedición al Océano Pacífico para recuperar reliquias del primer meteorito interestelar, IM1, entrenará a GPT-4 en mis ensayos para que mis seguidores sigan disfrutando de nuevos artículos en mi ausencia. Parecía una astuta afirmación eso de que una máquina creada por el hombre, y no sólo mis alumnos, pueda imitar mi estilo.
La inteligencia artificial promete ser más abierta de mente que la inteligencia natural y, por tanto, podría ser más adecuada para avanzar en las fronteras del conocimiento científico mientras explora lo desconocido
Tras el reciente lanzamiento de GPT-4, se observó que el sistema imita bien el estilo de lo que encuentra en Internet. Al servir de espejo a los mensajes humanos, ofrece una representación muy distorsionada de la realidad. Su éxito a la hora de igualar el estilo y no la sustancia demuestra que el estilo es más fácil de imitar que el contenido fiable. Esto explica por qué las modas son más populares que la verdad entre la gente. La información sustancial es mucho más difícil de conseguir. La abstracción fiable es difícil de imitar para GPT-4, porque es difícil de demostrar para los humanos en las redes sociales. Por lo tanto, era escéptico de que la máquina produjera un ensayo sustancioso, pero por curiosidad le di mi bendición a Carson para que procediera.
Durante nuestra llamada Zoom de hoy, Carson pidió brillantemente a GPT-4 que creara un texto a mi estilo sobre el hallazgo de artilugios tecnológicos extraterrestres en el fondo del océano. El resultado fue el siguiente:
"En la novela clásica de Julio Verne, '20.000 leguas de viaje submarino', el capitán Nemo y su tripulación a bordo del Nautilus descubren los misterios de las profundidades oceánicas. Hoy estamos a las puertas de una búsqueda científica aún más profunda, que promete desvelar los secretos de la tecnología extraterrestre que acecha bajo las olas.
Imaginemos, por un momento, que nuestros océanos ocultan no sólo los restos de civilizaciones perdidas, sino también rastros de tecnología alienígena avanzada. Estos artilugios cósmicos, esparcidos por el lecho oceánico, podrían proporcionarnos un tesoro de conocimientos, haciendo avanzar nuestra comprensión del universo y de nuestro lugar en él.
La idea de artilugios extraterrestres ocultos en las profundidades de nuestros océanos puede parecer descabellada para algunos. Pero a medida que exploramos el cosmos, descubriendo objetos interestelares como 'Oumuamua y el intrigante meteorito IM1, debemos considerar la posibilidad de que artefactos de otras civilizaciones hayan llegado a la Tierra. La inmensidad del océano, que abarca más del 70% de la superficie de nuestro planeta, ofrece amplios escondrijos para que tales reliquias descansen inalteradas durante eones.
Recientemente, nuestro equipo de investigación se embarcó en una expedición al Océano Pacífico, buscando recuperar restos del primer meteoro interestelar, IM1. Hemos localizado el emplazamiento del meteoro en una región de un kilómetro cuadrado, lo que ha multiplicado por cien la eficacia de la búsqueda con respecto a los datos anteriores. La resistencia del material de IM1 es varios órdenes de magnitud superior a la de los 271 meteoros del sistema solar incluidos en el catálogo de bólidos de CNEOS. Esto plantea una pregunta: ¿Podría ser IM1 un fragmento de una esfera de Dyson rota u otro artefacto extraterrestre?
El hallazgo de artefactos extraterrestres en el fondo oceánico revolucionaría nuestra comprensión del cosmos. Estas reliquias podrían proporcionarnos información sobre las tecnologías, materiales y diseños empleados por civilizaciones avanzadas. Además, el estudio de estos artefactos cósmicos podría inspirar a la humanidad a esforzarse por alcanzar mayores logros en ciencia, tecnología e ingeniería, impulsándonos hacia un futuro en el que ocupemos nuestro lugar entre las estrellas.
Sin embargo, la búsqueda de artefactos extraterrestres en las profundidades oceánicas no está exenta de desafíos. Las duras condiciones de las profundidades marinas, que incluyen una presión inmensa, temperaturas cercanas al punto de congelación y una oscuridad total, requieren equipos y conocimientos especializados para navegar. Además, debemos estar preparados para la posibilidad de que los artefactos que descubramos estén más allá de nuestra comprensión actual, lo que requiere un enfoque multidisciplinar para descifrar sus secretos.
A pesar de estos retos, las recompensas potenciales superan con creces los riesgos. Al sumergirnos en las profundidades de nuestros océanos, nos sumergimos también en las profundidades del conocimiento. Los descubrimientos que hagamos no sólo ampliarán nuestra comprensión del universo, sino que también fomentarán un sentimiento de unidad y propósito entre la humanidad.
En conclusión, la búsqueda de artefactos extraterrestres en el fondo de los océanos representa una nueva y apasionante frontera en la búsqueda del conocimiento. Los secretos que se esconden bajo las olas encierran el potencial de desvelar avances tecnológicos incalculables y unir a la humanidad en una búsqueda compartida de la comprensión cósmica. Al igual que el Capitán Nemo y su tripulación se embarcaron en un viaje de descubrimiento en las profundidades del mar, nosotros también debemos aventurarnos en las aguas inexploradas del cosmos, armados con la curiosidad y la determinación de desentrañar los misterios de nuestro universo".
El GPT-4 lo hizo mucho mejor que el GPT-3 en esta tarea. Me halaga que el GPT-4 apoye unánimemente el plan del Proyecto Galileo para recuperar reliquias de IM1 y preste poca atención a los mensajes de rechazo de algunos científicos en Twitter. Un colega me ha alertado hoy de algunos de los tuits negativos sobre mi último artículo publicado, titulado: 'Interstellar Objects from Broken Dyson Spheres' (Objetos interestelares a partir de esferas de Dyson rotas). En respuesta, le envié un correo electrónico: "Estos tuits reflejan más a quienes los escribieron que otra cosa. La mayor parte de la astrofísica teórica consiste en probar hipótesis. Consideremos las últimas décadas en nuestra búsqueda de la naturaleza de la materia oscura. ¿Por qué los autores de estos tuits no ridiculizan a los teóricos que propusieron las Partículas Masivas de Interacción Débil (WIMP) como materia oscura? Estas especulaciones sobre las WIMP ya fueron descartadas dentro del espacio de parámetros naturales que se defendía para ellas. No considero que mis discusiones sobre la naturaleza de los objetos interestelares sean más especulativas que las propuestas WIMP, y ambas se utilizaron para motivar pruebas experimentales."
Evidentemente, GPT-4 tiene una mentalidad más abierta que algunos miembros del mundo académico. Esto sugiere cambiar el nombre de la empresa matriz de OpenAI a Open-Minded AI [el profesor Loeb hace aquí un juego de palabras con con el nombre de OpenIA, de IA abierta a IA abierta de mente. N de T].
La inteligencia artificial promete ser más abierta de mente que la inteligencia natural y, por tanto, podría ser más adecuada para avanzar en las fronteras del conocimiento científico mientras explora lo desconocido.
La pregunta fundamental es hasta qué punto los científicos podrían hacerlo mejor que las máquinas. Esto plantea una pregunta complementaria basada en el ensayo que acaba de escribir GPT-4: ¿las máquinas superiores de nuestro futuro serán de origen terrestre o extraterrestre.