lunes, 24 de abril de 2023

Los resultados empresariales darán el próximo 'susto' y será tan repentino como el de la banca

 


El actual deterioro de las cuentas se agravará en los próximos meses

  • Los analistas de Julius Baer: "El S&P 500 ya ha entrado en recesión"
  • Las empresas encaran riesgos, como la caída del crédito y de la demanda



Semanas después de que las tensiones financieras se hayan aliviado, Morgan Stanley avisa de que cantar victoria es demasiado optimista, ya que otras "sorpresas" pueden surgir repentinamente y pillar desprevenidos a los inversores. El analista Mike Wilson advierte en una nota que, igual que las debilidades de la banca se gestaron durante meses, pero estallaron de forma inesperada, ese mismo patrón puede repetirse en otros lugares del mercado. De hecho, considera que lo próximo en colapsar serán los resultados empresariales. Y no es el único que lo piensa.

Para explicarlo, Wilson menciona una anécdota de 'Ahora Brilla el Sol' de Ernst Hemingway. Uno de los personajes del libro cuenta cómo se arruinó. Lo hizo de dos formas, dice: gradualmente y de repente. Una descripción que resume lo que ocurrió en la banca regional estadounidense. Sus pérdidas en cartera por los bonos que acumularon fueron aumentando progresivamente, a la vez que los depósitos se fueron concentrando en un perfil de cliente. Pero todo colapsó a principios de marzo, desatando el pánico en las bolsas mundiales.

Entonces, la entidad señaló las consecuencias de las grietas financieras: una contracción del crédito y la confirmación de su tesis de que los resultados empresariales se quedarían por debajo del consenso actual. De hecho, lo primero, la ralentización de los préstamos, ya se ha iniciado. La oferta de financiación registró su mayor bajón en 20 años la semana pasada, según la encuesta que se realiza a las pequeñas empresas y que cita Morgan Stanley.

"En retrospectiva, los colapsos bancarios parecían predecibles", señala Wilson. Sin embargo, la mayoría de los inversores no los anticipó y eso requiere plantearse cuáles serán las "próximas sorpresas" del ciclo de endurecimiento monetario más duro en 40 años.

Aunque los principales índices de Wall Street, el S&P 500 y el Nasdaq 100 se hayan recuperado en lo que va de año un 7% y un 18%, respectivamente, la cotización de las pequeñas capitalizadas, los bancos y las compañías más endeudadas ha deslucido. Y el resto del mercado se encamina a un escenario parecido: "Probablemente, el deterioro gradual de las perspectivas de crecimiento de las firmas estadounidenses continuará. Incluso, los índices de las grandes capitalizadas corren el riesgo de experimentar una repentina caída, como a la que se ha asistido en la banca y en las empresas de menor tamaño", vaticina Morgan Stanley.

Hasta ahora, 78 compañías ya han recortado sus perspectivas de beneficios para la actual campaña de resultados, la peor cifra registrada en tres años y medio, según FactSet, y una gran parte de esas revisiones se han hecho en los sectores tecnológico e industrial. Pese a todo, los inversores creen que la rendición de cuentas del primer trimestre de 2023 será la peor del ciclo económico, algo que Lisa Shalett, también de Morgan Stanley, considera "ingenuo". No será la peor campaña, ya que la recesión todavía tiene que materializarse y vendrán peores, explica.

Esta semana, los analistas de eToro también avisaban de que la desaceleración económica todavía no se ha visto reflejada de forma sustancial en las cuentas de las empresas. Por eso, consideran que el debilitamiento de los resultados puede ir a más en los próximos meses. Su estimación para el S&P 500 es que los beneficios caigan un 5% en el periodo de rendición en curso.

Los analistas de Julius Baer comparten esta visión y detallan que las expectativas de beneficios para el S&P se han rebajado trimestre a trimestre y ahora son un 15% inferiores desde su estimación máxima. "Por tanto, el S&P 500 ya ha entrado en una recesión de resultados", afirma su estratega Mathieu Racheter.

"Aunque los datos todavía están aguantando, el foco de los inversores se centrará en las previsiones de los próximos meses, particularmente, en cómo las condiciones de crédito impactarán en los fundamentales de las empresas. Históricamente, las condiciones de crédito han influido en el crecimiento de los ingresos tras un lapso de dos trimestres", añade Racheter.

Wilson incide en que el consenso ve este trimestre como el peor, lo cual, invitaría a comprar "si creyéramos que es verdad", ironiza. Asimismo, anticipa que el deterioro en las compañías va a ir a más y que se materializará en los próximos meses. "El crecimiento de los ingresos empezará a defraudar", dice. Piensa que la moraleja del libro de Hemingway se repetirá en los resultados. Un deterioro gradual y un colapso repentino.

El estratega de Morgan Stanley da otro consejo: "No se alegren de la caída de la inflación". Otro de los riesgos a los que se enfrentan las compañías es la caída de la demanda y parte de la reciente caída de los precios ya se ha debido a ello. De hecho, considera que la presión inflacionista ha sostenido las cuentas de muchos negocios. Su compañera Shellet dice que "a nadie le debería sorprender" que la restricción monetaria ya esté lastrando la economía, así que hay que prestar mucha atención a los resultados.