Para esto sirve el platito del café, y no es para dejar la cuchara ni el azucarillo
(Freepik)
El platito del café tiene un origen oculto que pocos conocen, más allá de su uso actual en bares y restaurantes
Cuando pedimos un café en un bar o restaurante, casi siempre nos lo sirven acompañado de un platito. En este pequeño plato, suelen colocarnos la cuchara, el azucarillo o una galleta, y en ocasiones, todo junto. Esta presentación ya se ha convertido en una costumbre habitual, e incluso hay diseños verdaderamente hermosos de tazas con platitos que se emplean como decoración, y no para servir café o té.
Más allá del uso actual del platito del café, muchos desconocen que originalmente el platillo tenía una función diferente, que se sigue usando en algunos países. Así lo desvelan en un vídeo desde la cuenta de Instagram de (@pildoras_culturales), donde explican que, el platillo que acompaña a la taza de café, un elemento que muchos consideran un simple accesorio, tiene una historia mucho más interesante y útil de lo que se piensa.
Aunque actualmente suele usarse para sostener la cuchara, para no quemarnos, para colocar el azúcar o para o evitar que la mesa se manche, su función original se remonta al siglo XVIII y era mucho más práctica. Durante esa época, los platillos eran más profundos que los que conocemos hoy.
Así se enfriaba antes
El motivo era muy claro: estos pequeños recipientes servían para enfriar el café. Debido a que la bebida se servía muy caliente, el café se vertía de la taza al plato, donde la mayor superficie de contacto permitía que el líquido se enfriara más rápido al estar en contacto con el aire. Este método, además, evitaba que los comensales se quemaran al beber.
Esta práctica, que ahora podría parecer extraña, era bastante común. De hecho, muchas personas solían beber directamente del platillo, una costumbre que ha quedado en el olvido con el paso del tiempo en muchos hogares, pero que otras personas afirman que siguen practicando. A día de hoy, la forma y función del platillo ha evolucionado, pero sigue siendo una parte importante de la cultura del café, recordándonos su historia y tradición.
Aunque el platillo ha cambiado su diseño y propósito, su origen está profundamente ligado a la costumbre de acelerar el proceso de enfriamiento del café. Esto permitía a los comensales disfrutar de la bebida sin esperar demasiado tiempo, un gesto de eficiencia que parece haberse perdido en la actualidad. La próxima vez que disfrutes de una taza de café, puede que veas el platillo de una forma diferente, sabiendo que fue una herramienta fundamental en la experiencia de tomar esta popular bebida.